Capítulo 15

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—¿Está todo bien con tu jefe? —preguntó Ethan cuando vio a Josy salir de la oficina con la cara descompuesta. Ella sacudió la cabeza y le regaló una sonrisa.

—Sí, descuida. Todo está bien —Ethan no cambió su expresión neutra. Sólo asintió, aunque sabía perfectamente que Josy estaba mintiendo. Había sido capaz de observar lo que estaba ocurriendo, lamentablemente había llegado tarde y no pudo oír más que la respuesta que Josy le había dado a Kyle en aquel momento.

—Vale —respondió cuando ambos estaan saliendo de la tienda. La brisa chocó contra el rostro de ambos. El clima por la noche, era bastante frío. Ethan observó las ropas de Josy, y se sintió aliviado al ver que la chica vestía un suéter—. Es esa —señaló su motocicleta. Ethan se subió primero y observó a Josy—. Sube —ella asintió algo nerviosa—. ¿Qué ocurre?

—No, nada —negó con la cabeza y subió detrás de él—. Es la primera vez que subo a una motocicleta. Sólo eso —Ethan le dio su casco y ella se lo colocó—. Gracias, pero, ¿y tú?

—Yo estoy bien, descuida —dijo desinteresado emcendiendo la motocicleta. Miró hacia delante—. Si es la primera vez, entonces, aférrate bien a mí —aquellas palabras hicieron que las mejillas de Josy automáticamente se pusieran coloradas. Rodeó con brazos temblorosos el torso de Ethan, sintiendo como cada vez sus mejillas se sentían más calientes. Aún más al sentir los músculos del mismo.

Demonios, esto es peligroso —pensó avergonzada.

Ethan sonrió ligeramente al sentir el corazón de Josy latir con fuerza contra su espalda. También, quiso reír un poco al deducir qué era lo que había pensado la chica al abrazarle.

Interesante reacción, Josy Gallagher —pensó poniéndose en marcha a gran velocidad. Josy se volvió un manojo de emociones en el momento del arranque. Tampoco sabía a dónde Ethan la llevaría. Pero las palabras no le salían de la boca.

Ethan sintió cómo cada vez el corazón de la chica se hacía más estable. De cierto, modo, sintió alivio. Pues imaginaba cómo podría sentirse ella en aquel momento.

—E-Ethan —la oyó decir.

—¿Qué ocurre? —preguntó él.

—¿A dónde iremos?

—Sólo pasearemos un poco y te llevaré a casa. Descuida —respondió neutro.

—¡No es que quiera ir a casa aún! ¡No es eso! —exclamó avergonzada. Ethan se detuvo delante de una pizzería justo en ese momento.

—¿Entonces quieres quedarte conmigo un rato más? —dijo él aún sin mirarla. Evidentemente le estaba jugando una broma pesada. Y claramente se dio cueta de que funcionó cuando se dio la vuelta y observó a Josy con las mejillas de un color rojo encendido. Sonrió divertido. Josy era increíblemente divertida. Hacerla sonrojar era terriblemente sencillo—. Primero pararemos aquí, debes tener hambre.

—S-Sí —dejó el casco y se bajó caminando con rapidez.  Tratando de huír de la bochornosa situación. Ethan volvió a sonreír y caminó tras ella. Ya adentro, la chica se había sentado en una mesa junto a la ventana.

—Tomas esta clase de decisiones tú sola. Qué maleducada eres —espetó y ella volvió a mirarlo avergonzada. Pero esta vez, con ganas de que la Tierra se la tragara—. Bromeo. No te asustes tanto, Josy —dijo serio. Sin embargo, no pudo evitar reíse de la situación.

—Pensé que hablabas en serio —se rió recuperando el color natural de su rostro—. Así que eres un bromista, ¿eh?

Ethan se quedó callado y desvió la mirada.

—Nada que ver —dijo al fin volviendo a mirarla—. ¿Qué quieres ordenar? —Josy se encogió de hombros.

—Sorpréndeme "Ethan, sólo Ethan" —sonrió divertida y él le devolvió el gesto.

—Parece que ya te has calmado por completo —sonrió de lado—. Enseguida vuelvo.

Ethan se dio la vuelta y Josy le observó atenta. Ethan era alto, tenía una buena complexión física. Se notaba que trabajaba mucho en su imagen. Por lo general usaba ropa negra, blanca y gris. En caso de los dos últimos colores, siempre usaba su chaqueta de cuero negra. También, siempre se lo veía actuando de una manera tan fría y seria. Pero se daban casos como aquellos en los que Ethan sonreía y hasta bromeaba. Pero lo que a Josy jamás se le ocurriría, era que esos casos sólo se daban con ella.

Ethan se mordió el labio inferior tratando de contener su sonrisa.

Deja de mirarme tanto, señorita —pensó.

Ethan no había vuelto a la habitación de Josy desde que había vuelto del infierno. Se la había pasado más que todo, encerrado en su casa por el día y matando a gente por las noches. No se le antojaba dejar los cuerpos por ahí. También, se sentía frustrado, pues no había podido localizar al cardenal de la otra vez. Por lo que el tipo aún seguía vivo. Cosa que a Ethan, por supuesto no lo hacía muy feliz.

—Aquí está —puso la pizza en la mesa. A Josy le brillaron los ojos—. Adelante —sonrió y tomó una rebanada para que ella también hiciera lo mismo

—¿Habías estado ocupado estos días? —preguntó ella de repente. Ethan la miró confundido.

—¿Por qué lo dices?

—No habías ido al café recientemente. Creí que te habías enfadado por algo, y hasta dudé de mis capacidades de atender clientes. Creí que algo no te había gustado. Y... También llegué a pensar que te habías enfadado porque aún no había escrito —desvió la mirada—. He estado algo ocupada por la universidad.

—Descuida. Imagino que la vida universitaria ha de ser complicada —le sonrió.

Qué mentirosa eres —pensó divertido.

—Y sí, estuve algo ocupado. No te preocupes. No he probado un café mejor que el que hacen en tu trabajo —se encogió de hombros.

Aunque todo el ambiente sería más encantador si ese maldito rubio cobarde no estuviera pegado a ti como un maldito bicho —pensó sintiéndose irritado de repente.

—¿De verdad? —preguntó Josy ilusionada—. Me alegra tanto que digas algo como eso.

—Sólo digo la verdad —respondió Ethan con una sonrisa de medio lado.

—¿Sabes? —dijo ella mirándole a los ojos.

—¿Hm? —mordió un trozo de pizza.

—Nada —dijo ella imitándole con una sonrisa y las mejillas algo coloradas.

Qué atractivo luce cuando sonríe —pensó la chica. Ethan la miró con una ceja alzada, y tratando de contener otra sonrisa traviesa.

Gracias, también eres bonita cuando sonríes —pensó volviendo a morder la pizza.

—Supongo que te creeré —contestó encogiéndose de hombros.

FLAMES [LIBRO I: THE DEVIL LOVES TOO] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora