FLAMES [LIBRO I: THE DEVIL LOVES TOO] (EDITANDO)

Capítulo 13

Kyle posó sus ojos en Josy, quien se encontraba bebiendo una taza de café mientras anotaba algo en una libreta. Uno de los cabellos castaños le caía sobre la cara y la muchacha estaba constantemente soplándolo para alejarlo. Cosa que a Kyle le había parecido infinitamente graciosa y adorable.

—Sería mejor si sólo... —estiró su brazo y puso el mechón detrás de la oreja de ella. La chica se sobresaltó y le sonrió de lado.

—Perdón —le dijo avergonzada.

—¿De qué te disculpas? —le sonrió el rubio—. Estás muy concentrada desde que llegaste. Sin mencionar que llegaste bastante temprano. ¿No has podido dormir con la universidad? —Kyle se asomó para mirar el cuaderno de Josy. Ella inmediatamente lo cerró y lo guardó en su mochila.

—¡Sí! ¡La universidad ha estado muy ajetreada estos días! —exclamó exaltada—. En dos meses son las pruebas finales del semestre. Y como tengo menos tiempo que un estudiante normal, me he estado dedicando a estudiar por las noches para ir preparándome —dijo rápidamente. Kyle frunció el ceño y asintió.

—Ya veo —dijo inseguro—. En ese caso, ¡ánimo!

—Sí, gracias —dijo ella más calmada—. Abriré la tienda hoy. Puedes ir a tu oficina, si quieres.

—Está bien —Kyle se levantó dudoso y caminó hasta su oficina. Por la ventana, miró a Josy caminar con rapidez a la entrada y voltear el cartel de la puerta.

Instintivamente, miró la mochila de Josy con el ceño fruncido, preguntándose por el contenido de la libreta y por la repentina actitud de Josy. De repente, un escalofrío le recorrió el cuerpo al recordar lo que había ocurrido un par de días atrás con respecto a Ethan. Después de aquel día, el muchacho no había vuelto a la tienda, cosa que Kyle agradeció.

Sin embargo, lo que había ocurrido lo había dejado traumado. Esa mirada, gélida y superior, y la voz que oyó, definitivamente era la voz de Ethan. No había duda.

¿Pero cómo era posible? La telepatía era sólo ciencia ficción. Era humanamente imposible que aquello hubiera ocurrido. Y Kyle tenía una lucha interna, pues obviamente sabía que aquello era algo impensable; pero él también era lo suficientemente orgulloso para aceptar que había perdido la cabeza. Así que las horas de sueño desde ese episodio, habían ido disminuyendo considerablemente.

Por otra parte, Josy se encontraba confundida, precisamente porque no había visto a Ethan en algunos días. También, lucía mucho más cansada. Como le había dicho a Kyle, ella generalmente estudiaba por las noches. Pero eso no había sido lo que le había estado quitando el sueño. Josy había vuelto a tener pesadillas desde unas tres noches atrás.

En sus sueños oscuros, Josy estaba atrapada en un lugar desconocido para ella; todo estaba oscuro, y mirar alrededor era excesivamente complicado. Tampoco oía nada los primeros minutos, sólo un silencio ensordecedor y una penumbra infinita. Hasta que de repente, una presencia gélida se hacía notar pasando delicadamente sus manos por los hombros descubiertos de Josy. Después de eso, un fuerte sonido, algo así como una televisión descompuesta, o tal vez, una falla eléctrica; hacía sus oídos doler de una manera punzante. La persona que se hacía presente, decía con una voz distorsionada «Flamas, bellas Flamas». Al menos era lo único que Josy podía entender por el momento, pues lo demás que esa persona decía, era apenas audible.

El cuaderno en el que Josy escribía, era un pequeño diario viejo en el que había decidido escribir los acontecimientos del sueño, y todo lo que había estado notando. Como que, cada vez, el sueño empezaba y terminaba de la misma manera; el desarrollo también era similar la mayor parte de las veces. Lo único que siempre coincidía, era que luego de la frase «Flamas, bellas Flamas», y el balbuceo que Josy aún no entendía, ella se despertaba de golpe, justo a la misma hora; siempre a las tres y media de la madrugada.