Capítulo 7

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La tortuosa cena comenzó, decidí sentarme justo al otro lado de la mesa, lo más lejos posible de ellos. Una cosa es que mi cerebro lo acepte y quiera superar la situación, pero al parecer mi corazón no puede seguir adelante, le está costado un poquito más. 

Martín está sentado al lado mío y Babi a mi lado izquierdo, me quedo hablando con ellos mientras que Dante está con el otro grupo. La chica pelirroja no le saca las manos de su cuerpo, al parecer Dante está muy cómodo con toda la situación. Tengo ganas de cortarle esas uñas de gatubela que tiene. 

-Sese, ¿qué opinas de ir esta noche a las carreras?, solo vamos a ver -Bruno comenta a mi lado, en verdad no es una mala idea. 

-Puede ser, pero quiero regresar temprano a casa, estoy un poco cansada y mañana tengo que presentar una maqueta.

-Ni me lo recuerdes, no soporto a esa señora verrugosa -mi amiga se queja, la entiendo completamente. 

-Pronto no la vamos a ver más, tranquila -intento calmar a Barbara.

-¿Así que nuestro galán se está enamorando? -Bruno pregunta, mientras observa a Tincho. 

-Serás capullo -comenzamos a reírnos. 

-No te enojes cariño -Babi intenta calmarlo, pero cuando Tincho se molesta, es muy difícil que se le pase rápido. 

-Tu mejor no digas nada, sos un tremendo pollerudo -se escucha un "ohh" por nuestra parte. Bruno lo mira mal. 

-Bueno chicos, suficiente por hoy. ¿Por qué mejor no vamos a bailar un poco?

-Sii -mi amiga grita y toma la mano de su novio, mientras que Tincho observa enojado a Bruno.

-Idiota -susurra mi amigo. 

-Venga, no te pongas mal, ahora vamos a bailar -tomo su mano y lo arrastro hasta la pista de baile. 

El soul comienza a sonar a todo volumen y es inevitable que con Tincho no tiremos nuestros pasos de baile. 

-Voy al baño -Tincho susurra en mi oído, simplemente asiento y me quedo bailando sola. Mientras que mis amigos se están devorando la boca. Sujeto mi vaso y tomo pequeños sorbos, de la deliciosa margarita. Mis caderas se mueven al compás de la música, siento que alguien me está mirando y cuando levanto la vista, me encuentro con un chico bastante atractivo. Me sonríe y no se porque, le devuelvo la sonrisa y me vuelvo a concentrar en mi trago. 

-Joder -escucho que mi amiga dice, sus ojos están apuntando justo detrás de mi espalda. Me giro y observo como la pelirroja está sentada a horcajadas de Dante.

-¿quieres que nos vayamos? -al parecer mi amiguito ya termino.

-Estoy bien, era de esperarse, son novios, es normal que hagan esas cosas -intento restarle importancia, pero joder, fue una patada al corazón. Decido quedar de espaldas a ellos, no me interesa ver como se comen la boca. 

Busco con mi mirada al chico que me sonreía, pero ya no lo encuentro. Pero sigo bailando y tomando el resto de mi margarita, pronto se acabará. Pero hoy no quiero acabar mal, asi que este será mi último trago de la noche. 

-Iré a fumar -comento a mis compañeros, ellos simplemente asienten y tomo un cigarrillo de los que me ofrece Tincho. 

No suelo fumar mucho, hace bastante tiempo que no lo hacía, pero íntimamente lo hago muy a menudo. Debo sacar esta costumbre, no me gustaría volverme adicta a la maldita nicotina y depender de ella. 

Me siento  en un banco, pocas son las personas que fuman, agradezco el silencio. Enciendo el pucho y doy  algunas pitadas, mi vista no observa nada en específico, mi mente comienza a divagar por mis pensamientos. La imagen de Dante y la chica se repite y se repite. 

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