Capítulo 45

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Serena

Mientras Dante me ayuda con mi casco, yo solo observo su rostro. Veo esos ojos que tanto me enamoran, veo su nariz que me encanta, sus labios carnosos, su barba. La tentación es mucho más fuerte y tomo el rostro con mis manos y comienzo a acariciarlo. Cada parte, sus mejillas, sus labios. Me acerco un poco, pero nuestros labios no se puede acariciar, por culpa del casco. 

-Quiero un beso -susurro molesta, ríe ante mi atrevimiento. Vuelve a sacar el casco, pero solo hasta dejar expuesta mi boca. Nuestros labios se encuentran castamente y yo tomo su cuello y lo atraigo más. Durante unos segundos nos besamos y luego todo vuelve como antes estaba. Me mira risueño y yo solo me encojo de hombros. 

-Quería un beso -termino de abrocharme el casco y me monto en la moto. Cuando él ya está montando, mis manos viajan hacia su cintura y mis piernas se pegan a sus caderas. Antes de arrancar, me observa de reojo y me sonríe de esa manera que me vuelve loca. 

Me pego más a él, estoy muy ansiosa y un poco nerviosa. No se que se trae entre manos este chico, hace mucho tiempo que no salíamos como antes. subirnos a la moto y andar. Me trae muy lindos recuerdos. 

La noche está preciosa, la brisa justa y la compañía ideal. El cielo estrellado y la luna llena, no se puede pedir nada más. Me encuentro abrazada del amor de mi vida, acompañada de este paisaje iluminado y lleno de misterio.

La ciudad está tranquila, bastante silencio habita. Me parece un poco extraño, ya que las calles de España siempre están de fiesta. Pero adoro el silencio, solo escuchar a la naturaleza, el motor de los autos. 

Apenas recuerdo cuando picaba con amigos, esas apuestas, todo el dinero que obtuve. No estoy orgullosa de aquello, pero admito que cada carrera quedo guardad en mis recuerdos favoritos. 

Dante va desacelerando, vuelvo a mirar a mi alrededor y se perfectamente a dónde nos dirigimos. Nuestro restaurante favorito, aquí hacen la mejor pizza de toda España. 

-Hace mucho no veníamos -comento mientras me quito el casco. 

-Por eso mismo estamos aquí mi amor, vamos a recordar viejos tiempos -toma mi mano y me guía hacia el interior del lugar. 

El aroma a pizza recién hecha inunda mi sentido del olfato, se me hace agua la boca. Un mozo nos guía hacia nuestra mesa, la misma de siempre. Brando como todo un caballero me ayuda a sentarme y solo observo la vista. Por algo es nuestro sitio favorito, tiene una vista hermosa a la ciudad, las luces iluminadas de cada edificio, de cada calle. El cielo iluminado y los grillos cantando. 

-Gracias -vuelvo a la realidad, al parecer Dante ya hizo nuestro pedido. Solo me quedo perdida en sus ojos, en su rostro.

-Me estas poniendo nervioso -comenta un poco juguetón. 

-Lo siento, pero no puedo apartar mis ojos de ti -confieso. 

-En hora buena, porque tampoco puedo hacerlo -toma mi mano y la besa. 

-No puedo creer que después de todo estemos aquí -mis ojos se llenan de lagrimas, aún sigo un poco afectada por la situación del avión. 

-No pensaba dejarlos ahí, iba a luchar hasta el último momento. 

-Lo se y eso fue lo que nos mantuvo con esperanzas -beso su mano. 

Tiempo después la deliciosa comida llego y comenzamos a disfrutar de cada trozo. Hablamos de nuestro pasado, pensamos en nuestro futuro. Nuestras piernas entrelazadas por debajo de la mesa, nuestros ojos no se perdían de vista. 

Fue una velada preciosa, hace ya un buen tiempo que no teníamos un momento para nosotros solos. 

-¿Estas lista para la sorpresa? -comenta mientras nos vamos acercando hacia la moto. Lo miro extrañada. 

-Pensé que esta era la sorpresa -muerdo mi labio inferior. 

-Esta sería la previa a la sorpresa mi amor -me coloca el casco y él se pone el suyo. Iba a comentar algo, pero no me dio tiempo. Me monto en la moto y nos fuimos volando.

Mis manos se cuelan por el interior de su remera y toco su torso. Ahora si estoy bien sentada, mi cabeza apoyada sobre su espalda y  mis piernas bien sujetas a sus caderas. 

-No me provoques -Dante me habla por el comunicador. 

-No estoy haciendo nada -claro. Acelera un poco más rápido. 

-¿Te suena este camino? - observo a mi alrededor y me ubico al instante. 

-¿Qué hacemos aquí? -este es el camino que usamos para ir a la casa de nuestros padres y tíos, esta es la zona donde vive toda mi familia. 

-Ya verás -baja un poco la velocidad y nos vamos alejando un poco más. Hasta que llegamos al final y nos topamos con una casa blanca muy grande. Dante estaciona la moto y me ayuda a bajar. 

-¿Qué hacemos aquí? -me observa con una sonrisa en su rostro. Pero no me contesta, me toma en brazos, como si fuéramos recién casados y se dispone a subir los escalones. 

-Bienvenida a casa mi amor -abre la puerta y me quedo helada. Intentando interpretar  sus palabras. 

No puedo emitir palabra alguna, solo observo a mi alrededor. Muebles en blanco y negro, algunos patinados estilo vintage. Luces cálidas que ambientan la sala, es precioso todo. 

Giro mi cuerpo y lo abrazo, solo puedo demostrarle lo que siento de esta forma. Mis manos acarician su rostro y mis labios los suyos. 

-Veo que te gusto  mi sorpresa -limpia algunas lagrimas con sus pulgares.

-Mucho más que gustar, no puedo expresar lo que siento cariño -vuelvo a girar y observo cada detalle es preciosa. 

-Esto es solo el comienzo de nuestra vida juntos Sere, aquí comenzamos nuestra historia cariño. 

-La comenzamos hace mucho tiempo atrás, este es un nuevo capitulo -beso sus labios. 

-Tu te expresas mejor que yo -ambos reímos y comienza a giarme por toda la casa. 

Me muestra la cocina inmensa con una isla, luego pasamos a la sala de estar preciosa con unos sillones que se ven muy cómodos. Continuo aparece el comedor, con una mesa muy larga donde entramos todos. 

-Ahora iremos a nuestro nidito -subimos una escalera preciosa, con escalones de marmol y una baranda negra con todo un diseño de guarda floreada. Un pasillo bastante amplio y varias puertas, pero vamos directo a la última. 

-Joder -susurro. 

Lo que más me llama la atención de esta habitación, es el ventanal inmenso que su vista apunta hacia la costa y joder se puede observar todo el cielo. 

-Adoro la vista -vuelvo a susurrar. 

-Es por lo único que compre esta casa, sabía que ibas a enamorarte de su vista -acaricia mis hombros.

-Te amo -no puedo expresar más nada. 

-Lo que siento por ti es tan profundo, que ya ni el te amo me es suficiente.


Los adoro

PD: espero que le gusten las nuevas portadas Bonitas y Bonitos 




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