Capítulo 9

404 38 4
                                    

La famosa cena está por termino, estuvo deliciosa. Como siempre mis tías y mi madre cocinan exquisito, mis primos están todos reunidos en el play. 

Por mi parte, decidí quedarme aquí en el jardín, la noche está preciosa. Los árboles se mueven al compás de la brisa, las estrellas brillan en su mayor esplendor. Me gustaría fumar un cigarrillo, pero no lo voy a hacer. No quiero que se vuelva un hábito.

Esta cena, me recordó mucho a los viejos tiempos. Hicimos bromas, recordamos anécdotas, Brando contó sus chistes malos y su mujer simplemente lo observaba con ternura. Mis primas estaban hablando de algunos compañeritos del colegio, mis primos y hermanos como siempre hablando de fútbol y la play. Por otro lado quedamos Bell, Jude, Dante y quien les habla. Hablamos de cosas triviales, intente no observar mucho a Dante. 

-¿Puedo? -joder me asusté, giro mi cuerpo y observo al sujeto. Simplemente me encojo de hombros, ¿Acaso el universo está conspirando en mi contra?. Me tiende una cervecita y la tomo,  inclina su boletta y hacemos un mini chin chin. 

-Qué extraño que no estés hablando de autos con todos ellos -comento al aire. 

-Estuve hablando hasta recién, pero me parecía extraño que no te unas -me vuelvo a encoger de hombros.

-Últimamente se te da genial ese movimiento -se me escapa una sonrisa. Y lo vuelvo a hacer, ahora él es el que se ríe. 

-¿Qué te sucede Sese? ¿Por qué ya no me miras? ¿Acaso hice algo que no te gustó? -me quedo quieta en el lugar, quiero disimular mi reacción. Joder, ¿Y ahora qué cuerno le digo?

-Nada Dante, estoy un poco cansada con las cosas de la facultad -ya se los dije, soy pésima mintiendo. Y él sabe exactamente cuando lo hago. 

-Sé que no es eso, dime la verdad -no lo observo, simplemente tengo mi vista clavada en la pileta. 

-En serio, no es nada -delineo mis ojos con mis dedos. 

-Algo me dice jodidamente si es algo y jodidamente no me lo estas diciendo -creo que le faltó un "jodidamente", comienzo a reírme en mis pensamientos. Si no le pongo un poco de humor, comenzaré a  llorar. 

-Joder Dante, déjalo así. 

-Como tu quieras -se levanta y me deja sola, no lo culpo. Fui un poco borde con  él, pero no puedo hacer nada. No puedo decirle que me siento atraída por él desde que tengo ocho años. Es como un primo, joder, es de la familia.

La noche comienza a refrescar  lentamente, ya mi campera no es tan abrigada. Pero mi madre siempre deja unas mantas sobre las reposeras, para estos casos. No quiero entrar a casa, no aún. 

¿Qué te sucede Sere? 

Pienso y pienso, joder, y yo que pensaba que estas historias eran pura ficción y cliché, acá estoy. Dante volvió para quedarse, joder, ¿Qué haré? ¿Cómo lo saco de mi cabeza?. Lo que más me preocupa, es que si en casi veintitrés años no pude hacerlo, ¿Cómo lo haré ahora?.

Nunca fui una chica de novios, si tuve mis pequeñas historias. Pero nunca formalicé nada, para mi la palabra "noviazgo" es bastante importante. Y con los chicos que estuve esa palabra no podía sumarse a la ecuación. Solamente salíamos, nos divertíamos y luego cada uno volvía a su casa y hacia la suya. 

Se que Dante no es mi "primo de sangre", por decirlo de una manera. Pero casi que nos criaron así, no se que poensaría mi familia si eso llegará a pasar. Pero tampoco me preocupo tanto, Dante me ve como una hermana pequeña, como una primita. Nunca pude cambiar eso, con mis jodidos veintitres años, me sigue viendo de esa forma. 

Con Dante estuvimos separados mucho tiempo, joder, la última vez que lo ví tenía veinte años y casi que no se había desarrollado. Pero así con sus aparatos y algunos granitos, me encantaba. 

WANTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora