Capítulo 16

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Dante

Ya han pasado unos cuantos días desde la fiesta. Cada momento vivido con Serena se guarda en lo más profundo de mi corazón. Estoy hablando como una niña, pero ella me hace sentirme así, tan sentimental, tan cariñoso. 

Con mi familia siempre lo fui, mejor dicho, con las personas que realmente me importa siempre lo soy. Con los de afuera, si me muestro reacio, poca sonrisa, un chico serio. Pero los que me conocen saben que soy todo lo contrario. Simplemente me muestro de esa manera y tengo esas actitudes, con las personas que creo que se lo merecen. Y esa lista, la encabeza mi chica, el amor de mi vida, la luz de mis días y la oscuridad de mis noches. 

Me encuentro en el taller, tengo algunos coches que arreglar y luego administrar algunas cosas. No veo la hora de llegar a casa y tirarme en la cama, desearía que este conmigo Serena, pero está estudiando, tiene un examen muy importante mañana y esta de los nervios. 

-Venga Dante, al fin haces las cosas como corresponde, cabrón -Tincho se acerca a mi y golpea mi hombro, le sonrío en respuesta y limpio el sudor que se cuela por mi frente. 

-Ya era hora, no soportaba más estar lejos de ella -Tincho asiente, ya se en que debe estar pensando. 

-Estoy jodido hermano -tomo asiento sobre el capo del Mercedes. 

-Tu siempre me dijste que debo hacer lo que dice mi corazón y un par más de cursilereadas. VEnga hombre, haz eso. 

-Ella no quiere saber nada con los chicos, no se ni cómo me habla. Quedó muy dolida por culpa de ese chico. 

-No se si es dolor, yo creo que es miedo. El otro día estuve hablando con ella y no quiere volver a caer en ese. Solo prefiere tener sexo -mi amigo comienza a cerrar sus puños a los costados de su cuerpo. 

-Joder, joder, joder

-Joder.

-No es gracioso, estoy sufriendo como un capullo. Ella debe estar teniendo relaciones sexuales por ahí y yo aquí sin poder hacer nada. Ni siquiera puedo acostarme con otra persona, no me excito joder. 

-Estas jodido. Pero tienes que ganarte su confianza. 

-Me estoy rindiendo, hace ya más de medio año que la vengo remando y ella ni mu. 

-¿Acaso mi hermano se rinda así de fácil?

-No, pero también creo que si ella no quiere formar nada, para que intentar algo que nunca va a suceder. Y para mi, ser su amigo, será una tortura. 

-Dijiste que eso no era problema hombre, yo te lo advertí. 

-Ya lo se, pero me estoy arrepintiendo poco a poco, de mis palabras. Cada día que pasa mis sentimientos se hacen más profundos y noto que ella me aleja un poco más. Hace dos semanas que no hablamos Dante, dos jodidas semanas sin escuchar su voz. Yo tampoco deseo atosigarla. 

-Se que es duro, joder, si te entiendo -algunos recuerdos comienza a aparecer por mi mente, noches de melancolía en Alemania. Fumando y bebiendo, mientras que observaba el cielo y pensaba en ella. Observo a mi amigo y puedo ver un reflejo de lo que era, pero se que es difícil, con Serena siempre tuvimos una conexión. Bell es una chica testaruda, bastante y está muy reacia a conocer a un chico en ese ámbito. Pero espero que sea cuestión de tiempo.

-Debo ir a entregar un coche, nos vemos por ahí -mi amigo se despide y se va con su semblante caído, no es el mismo Tincho de antes. Extraño a mi amigo, joder. 

Sin distraerme mucho más sigo con mi trabajo, antes de que se haga muy tarde, quiero hacer una escala técnica. 

-Chachi -joder, no. Intento reprimir la risa, pero me es imposible. Cada vez que Bruno me llama así es inevitable no reírme. 

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