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K a r o l

Cierro mi maleta con dificultad mientras las lagrimas no paran de bajar por mis mejillas, mi mayor miedo lo estoy enfrentando una vez mas. Ruggero acaba de despedirme y vaya que eso duele como la jodida mierda. 

Duele saber que estoy sola, duele saber que para el no signifique nada, duele saber que me iré y no lo volveré a ver pero mas duele saber que la pequeña criatura que esta creciendo en mi vientre no tendrá a su padre con él para cuando nazca porque Ruggero esta mas que claro que no aceptaría este embarazo. 

Un ultimo sollozo se escapo desde el fondo de mi garganta al recordar todo lo que hey vivido en esta mansión y lo que tendré que enfrentar de ahora en adelante, sola, aunque siempre lo estuve. Tengo que ser fuerte.

Mire el reloj y eran exactamente las 2:50 am, todavía no sale el sol pensé. cogí mi pequeña maleta con mis pertenencias y salí de mi habitación dado un ultimo suspiro. 

A pasos lentos llegue hasta la cocina, para mi suerte estaba vacía, Camine hasta la sala y fui directamente hasta la puerta de salida no tengo que despedirme de Ruggero creo que ya es suficiente por hoy. 

Para mi suerte el estaba sentado en uno de los sillones de la sala, sostenía una copa de licor y su corbata estaba torcida y su aspecto, era frió y duro.

Levanto su mirada y inmediatamente se choco con la mía, una vez mas el verde y el café se chocaron expresando muchos sentimientos. Desvié mi mirada suspirando.

- Yo..- quise articular palabra alguna pero no sabia que decir, esto es muy difícil para mi.- Ya me voy señor.- dije bajando mi mirada. 

El se levanto y dejo la copa sobre la mesa de centro y se dirijo hasta donde yo me encontraba, por un momento pensé en que se había arrepentido y quería hablar conmigo para que me quedara un tiempo mas  pero al ver su rostro su mirada cínica me comprobó que lo que venia era otro poco de palabras hirientes. 

- Ya te estabas demorando demasiado.- dijo cínico.- Por un momento pensé que tenia que echarte por las malas.

- Eso no es necesario Ruggero.- dije lo mas fría posible, lo iba a tutear pues ya no soy mas su empleada de ahora en adelante. 

- Volvemos a tutearnos verdad?.- dijo 

- Ya no soy mas tu empleada, y creo que esta platica es absurda así que me iré.- dije lo mas seria posible 

- Creo que debería celebras, ya no veré tu rostro en las mañanas.- dijo cínico.- No sabes cuanto me arrepiento de haberme metido contigo creo que era la gran necesidad que tenia 

Eso me sigue doliendo, pero diré la verdad. Me acerque a el.

- Yo no me arrepiento de nada de lo que paso.- dije con un nudo en la garganta.

- Eso es obvio, eres afortunada.- dijo y lo mire.- De haber logrado que yo estuviera contigo creo que eso paso gracias a Candelaria o de lo contrario nunca me habría fijado en ti. 

Guarde silencio y sentí un dolor en mi vientre, creo que escuchar esto me esta haciendo mal debo irme.

- Adiós Ruggero.- dije volviendo a coger mi maleta.

- Adiós Karol, ojala no vuelva a saber de ti.- dijo dándome la espalda.

- Te aseguro que no volverás a saber de mi.- dije

Para siguiente salir de aquella mansión, con cada paso que me alejaba las lagrimas iban saliendo nuevamente. Sollozaba en la oscuridad sola y triste.

Cuando estuve en la calle tome mi teléfono y llame a Valentina, ella es la única que me puede ayudar en estos momentos pero lamentablemente no contesto a mis llamadas. De seguro esta pasándola bien pensé. 

Seguí caminando por la vacías calles de Buenos Aires, tenia un frió descomunal y no se si soportare otras horas así, después de un tiempo llegue hasta un parque. Tendré que pasar lo que falta de la noche aquí.

Me senté en una de las bancas dispuesta a dormir un poco pero me seria imposible, es muy peligroso y mañana mismo iré a retirar algo de dinero de mi cuenta bancaria para así poder sobrevivir. 

Como les había comentado Ruggero me paga la mensualidad a una cuenta por lo que trabajo, yo solo tengo que ir a retirar el dinero y asunto arreglado al menos por algunos meses. 

Toque mi vientre con una sonrisa triste, después de todo tengo a mi bebe que se que me devolverá la felicidad por completo.

- Te prometo que saldremos adelante amor.- dije hablándole a mi vientre. 

Las horas fueron pasando poco a poco y la mañana se hizo presente, me levante de la banca y camine nuevamente hasta la casa de mi amiga que no quedaba muy lejos de donde me encontraba.

Tres toques en la puerta de su casa y nadie respondía, me preocupe por un instante pero todo se esfumo al verla bajar de un taxi sonriente. Traía una cartera sobre su hombro y tenia cara de satisfacción y trasnoche.

Camino hasta su casa y su cara se lleno se confusión al verme allí parada y con una maleta, le devolví una sonrisa triste y ella corrió para estrecharme en sus brazos. 

- Koala que paso!!?.- dijo confundida.

- Ruggero me despidió.- dije y un sollozo se hizo presente nuevamente, el embarazo me tenia muy sentimental pensé. 

- Ven hablemos adentro.- dijo abriendo la puerta y nos adentramos a su casa.

Era pequeña y cálida, justo lo que valentina necesitaba para ella sola. Me invito a sentarme y fue a preparar un te. cuando volvió me abrazo nuevamente. 

- Es un hijo de puta Karol.- dijo rencorosa-. No te merece, pero cuéntame ¿ Porque te despidió?, acaso se dio cuenta de tu embarazo.

- No Valen, fue culpa de Candelaria.- dije triste

- Otra vez esa zorra.- dijo furiosa y sus ojos azules se tornaron oscuros.

- Es que no se como lo hizo, pero cuando fui a la cocina ella entro y me dijo que se había enterado de mi embarazo.- dije con rabia.- Pero la verdad no se como encontró los exámenes si estaban en mi habitación...

Me quede callada y Valen me miro confundida, allí mi mundo pareció caer y recordé que después de la pelea con la zanahoria esa no recogí los exámenes y estos se quedaron bajo la alacena en la cocina de la mansión. 

¿ Y si Ruggero los ve y descubre todo?, esto no podía estar pasando.

Mierda. 

💋Eve_Paquarelli💋

Te Seguiré AmandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora