CAPITULO 4

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Ariana grande - Breathin

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Ariana grande - Breathin

Mi guardaropa ahora lucia más ejecutivo que nunca, siempre me había acostumbrado a usar ropa deportiva, pero con mi resiente ingreso a las empresas de Zeus debía cambiar eso, los primeros días me encargue de conocer el personal en las empresas, la mayoría eran chicas, no había ninguna de ella que fuera amble conmigo.

Ni una, madre mía, no existía una en ese lugar que me mirara con esos ojos de hiena a punto de lanzarse sobre su presa.

Según algunos rumores Zeus no tenía ni siquiera en su mente el colocar una asistente, pues siempre el lo había considerado innecesario, el hacía y manejaba las cosa por su cuenta, y llegue incluso a la conclusión de que la única forma por la que me había dado el empleo era por lastima.

El día era un martes como cualquiera, y estaba organizando algunas cosas en su oficina, sabía que me tenía solo para despejar su agenda y agendar las citas que considerase más prioritarias para la compañía. Pero yo estaba allí organizando cada papel en los armarios que estaban destinado como organizadores.

El escritorio lucia despejado y solo tenía la laptop con la lista de clientes del día. Sonreía triunfante porque me sentía cómoda trabajando allí.

La figura de Francesca, la peli negra de recepción con sus enromes tacones siete centímetros da aguja negros como su misma presencia se cruzan en mi campo de visión en ese instante mientras menea sus caderas de un lado a otro y da un gesto de desaprobación cuando me veo colocando la silla giratoria en el espacio del escritorio de madera.

- ¿Crees que así ganaras más puntos con él?

- ¿Disculpa?

- No te hagas las mosca muerta – se sienta en la silla de enfrente del escritorio y cruza sus piernas mientras acomoda su brazos cruzados por encima del escritorio colocando sus ojos fio es lo míos-. Sé que la única intención con la que haces todo esto, es por qué quieres que se meta en medio de tus piernas.

- Jajaja – me carcajeo ene se instante-. ¿Pues quien crees que soy? ¿tu?

- Obvio no eres yo, si lo fueras, serias un poco más inteligente niña. El señor Areleous, no anda con fáciles.

- Pues mira tú que importa una berenjena lo que creas de mí.

- Claro.. es bueno que solo te tenga de manera temporal, cuando se regrese a Atenas, te olvidara como el resto de amantes que tuvo.

- ¿Y quien dijo que me importa o me genera algún tipo de interés a quien lleva a su cama? Al parecer a la única que dejaron con las ganas es a ti, ¿porque no buscas darte amor a ti misma? pruébalo de pronto te funcione.

- ¡¿Pero qué crees que me estás diciendo!? – se levanta de la silla y se acerca hasta mi

- Pues mira que no te tengo miedo – me cruzo de brazos-. Adelante, vamos ¿quieres golpearme? te saldría caro la renuncia.

PLACER GRIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora