Por una venganza Zeus Areleous decide buscar a la candidata perfecta para ser su esposa, y así vengarse de la mujer que años atrás le rompió el corazón convirtiéndolo en el hombre frio, arrogante y poderoso que es.
La familia Areleous es una de las...
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Grey - I miss you
Me aparto de sus brazos nuevamente y dirijo mis vista a otra dirección, sé qué clase de rumbo va tomar la conversación volverá a tocar el tema del matrimonio y sinceramente no deseo discutir ese asunto con él en este momento.
- Dalila ¿porque no dices nada?
- Yo te he dicho todo de mi vida Zeus, incluso las cosas dolorosas, pero tú no compartes ni siquiera algo conmigo de tu vida personal, quiero que exista sinceridad entre los dos y que al menos esto sea real y no lo que creo..
- ¿Que crees que sucede?
- Que lo que quieres conmigo no va enserio.
- Estas equivocada.
- ¿Y que fue lo de hace unos momentos? actuabas diferente a como eres normalmente. Dime ¿tanto daño te hizo esa mujer?
- El daño me lo hice yo mismo – responde con furia en sus ojos.
- ¿Entonces porque te dejas consumir por las cosas dolorosas?
- Porque hay cosas que no se pueden olvidar tan fácilmente.
- Tienes una junta con los ejecutivos de México, es mejor que te regreses.
- Creí que vendrías conmigo.
- Necesito regresar a mi apartamento.
- ¿Qué puedo hacer para que me disculpes por actuar como un imbécil?
- Ser honesto conmigo – digo finalmente mientras tomo un taxi y subo a este.
Era posible que jamás en mi vida tuviera una relación estable con un hombre, de hecho nunca la había tenido, pero lo mínimo que quería era honestidad de su parte, sentía que yo estaba siendo un libro abierto con él, y por el contrario su forma de actuar y de negarse a compartí conmigo cosas de su vida eran las causantes de que en estos momentos dudara de que fuera lo que estuviéramos llevando no era nada enserio.
Mamá decía que el amor podía cambiar a una persona, así como también podría ser el que más daño nos podría ocasionar.
Ya no podía negármelo a mí misma, ni siquiera podía negárselo a mi corazón, me había enamorado de él. Pero muy dentro de mí, mi intuición decía que él tal vez no sintiera lo mismo, quería creer que se tratase de una mentira, pero la realidad me mostraba otra cosa.
La forma en la que Zeus miraba a esa mujer de la fotografía era diferente a la cual me miraba a mí, a ella la miraba como si fuera arte, a mí me miraba como si fuera la chica que conoces en el verano y después te dignas a olvidar.
Una vez llego a mi apartamento, me sorprendo al ver varias cartas en el buzón de sugerencias, las tomo en mis manos mientras me adentro al interior de este, hay dos que son provenientes de mamá y otras tres que no tienen ningún nombre de quien las envíe.
