CAPITULO 25

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Amy Lee - Love Exists

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Amy Lee - Love Exists

¿Qué haces Dalila?

Hace unos minutos estabas llorando por su indiferencia y ahora estas de nuevo entre sus brazos. Toma el control de la situación saca tu lado más racional.

- ¡No! - lo aparto de mí, - Soy tu esposa pero no una marioneta a la que mueves a tu antojo.

- Dalila..

Lo dejo atrás mientras sigo mi camino lejos de allí.

No mires atrás, no lo hagas. Y en ese instante ignoro a todos, sólo estoy concentrada en llegar al auto e irme de esa reunión.

- Dalila, hija - la voz de mi madre me detiene.

- Mamá.., yo debo irme, despide a Aless de mi parte.

- ¿Todo bien? - enarca una ceja y voltea su vista cuando ve que Zeus se acerca hasta donde estamos.

- Da maravilla - sonrío y le doy un beso en la mejilla mientras me apresuro a subir al auto.

Un Keelan asombrado de la escena me abre la puerta del auto y no dudo en subir inmediatamente a el.

- Llevame lejos de aquí - le ordeno al chofer.

- Pero el señor...

- ¡Ahora! - grito y el toma el volante.

- Como ordene - acelera el auto y conduce lejos de la mansi6on.

Me recuesto en el asiento dejándome hundir allí. No es tan fácil olvidar lo que ha hecho, se ha comportado como un verdadero hijo de puta conmigo.

- Maldito idiota - gruño mientras me paso las manos por mi cabello.

Mi estómago se revuelve. Siento la misma maldita cosa que sucede cuando estoy en espacios cerrados.
Sólo quiero llegar y acostarme en la confortante cama del hotel.

- ¿Quiere que la lleve al hotel o..

- Detente aquí - le ordeno cuando veo atraves de una ventana un piano en un lugar en el que sólo hay personas admirando una demostración musical.

- De acuerdo - el chico aparca cerca de allí mientras bajo con mi incómodo vestido atravesando la cera de aquel lugar.

Oh, la melodía de Romeo and Juliet, se cuela por mis oídos.

- Hermosa - tomo asiento en una de las sillas de madera que hay allí mientras cierro mis ojos sintiendo el aire acariciar mi rostro y despeinar mis cabellos.

La gente se levanta de sus puestos cuando la melodía ha finalizado. Miro mi reloj de mano y veo que es más de medianoche.

Daría lo que fuera por tocar una vez más en el piano. Es imposible lo deje cuando mi padre dejo de vernos como una familia.

PLACER GRIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora