CAPITULO 27

104K 6.9K 906
                                    

Consequences - Camila Cabello

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Consequences - Camila Cabello

Ya había escuchado lo que tenía que escuchar una vez más las personas se burlaban de mí, Zeus lo había hecho también, me había utilizado en su juego, era parte de una venganza sólo era eso para él.

Fui sincera al decirle que una de mis razones para casarme con él era el irme lejos de Lorenzo, pero para entonces me había enamorado de un hombre que me había ofrecido protección y cariño a su lado.

Estaba repitiendo la misma historia de mi madre y eso, eso dolía, me quebraba el corazón.

- ¡Déjame! - grito cuando vuelve a acercarse hasta mí intentando abrazarme, - ¡¿También quieres un hijo? ¡¿Un hijo al que le digas que lo amas y le vendas esa mentira?!

- Déjame aclarar todo, por favor.

- Lo único que queda claro que es que eres un cobarde que ocultó la verdad, ¿creías que nunca lo iba a saber? ¿Hasta cuándo pensabas decirme la verdad?

- Te amo como nunca había amado a nadie.

- ¡Basta! ¡Quiero el divorcio, ¡lo quiero ahora mismo!

- No puedo hacerlo, la cláusula está por un año, y tampoco te voy a dejar ir.

- Entonces me iré por mi cuenta - lo empujo y voy directo hasta la entrada de la mansión le pido las llaves a uno de los hombres que cuidan los autos y subo a uno.

Ha comenzado a llover fuertemente y todo el paisaje se ha nublado.

- ¡Detenla keelan! - escucho su voz detrás mío así que sólo cierro la puerta del conductor con furia, - ¡Joder! - escucho que grita cuando acelero.

Quiero desaparecer, quero irme donde no lo vuelva a ver, quiero irme de allí y olvidar que algún día fui feliz aunque fuera una mentira.

Siempre me ha costado contener mis lágrimas y ahora lo estoy haciendo estoy tratando de tragarme todo mi dolor sin mostrarme débil ante nadie.

Detengo el auto cerca del mar, bajo de allí y me hago a un lado sentándome en la arena.

Me siento tan defraudada,tan rota, tan desecha conmigo misma.

- ¡Te odio! - refunfuño girando mi sortija de compromiso,la retiro de mi dedo y pienso en tirarla al mar pero una voz me detiene.

- No lo hagas, no tires la sortija de mi abuela al mar - La voz de Eros evita que haga lo que pensaba hacer con ella.

- ¿Es lo único que no es mentira? - susurro apoyando mi cabeza a mis piernas, mientras la lluvia cae cada vez más fuerte

- Mi hermano me envió a buscarte, esta como un loco buscándote.

- No voy a volver a su lado - retiro solo una lágrima que baja por mi mejilla.

- Dalila esta lloviendo, empeorarás si sigues allí.

PLACER GRIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora