CAPITULO 13

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Skylar grey - I know you

Las manos de Zeus se cierran creando puños, un golpe de su parte impacta justo en el rostro de Luciano quien herido y adolorido cae al suelo, ambos ahora luchan en el suelo como dos cavernícolas

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Las manos de Zeus se cierran creando puños, un golpe de su parte impacta justo en el rostro de Luciano quien herido y adolorido cae al suelo, ambos ahora luchan en el suelo como dos cavernícolas.

Grito intentado de separarlos, – Basta Zeus, basta, – mi mano toma un pedazo de la tela de su camisa perfectamente ajustada a su cuerpo.

Ambos parecen no escucharme porque se empeñan en seguir golpeándose.

- Jodido imbécil, no le vuelvas a colocar un dedo encima, – grita mientras lo sujeta por el cuello de su camisa.

- Eres un cabrón idiota, solo un rico demostrando su dinero.

- Voy a hacer que te tragas las palabras, no te vuelvas a acercar a ella.

- ¡Basta los dos!, – grito intentando de nuevo separarlos es entonces cuando Keelan interviene.

Ya era hora. Bufo y me hago a un lado mientras ambos lucen sumamente golpeados.

- Luciano vete de la entrada de mi casa – señalo al castaño y este cabreado se aleja de allí, - Y tú, dio.. acabas de salir de un hospital que mierda ¿te sucede?, – enarco una ceja mientras Zeus retira la manos de Keelan que lo están sujetando.

- Me volviste a mentir, – espeta furioso-. ¿Cuándo pensabas decir que era el cabrón ese el que te había hecho el moretón?

- No lo considere importante.

- ¿Disculpa? – mira incrédulo pasando sus manos por su mentón.

No era la mejor respuesta por parte de mi boca. Pero era la verdad, tenía suficientes problemas en mi vida para agregar otro más a la lista, Luciano solo era un idiota, inmaduro que no acepto que ninguna de nosotras le diera la atención que esperaba y eso lo hizo actuar de esa forma.

Me acomodo un cabello detrás de mi oreja,– Considero que mi vida ya apesta lo suficiente,– digo finalmente mientras avanzo a la entrada de mi apartamento, mientras él me sigue.

Sus pasos marcan el ritmo hacia dentro de la casa, siguiéndome por toda la sala, lanza furioso el saco a un lado y se atraviesa y mi campo de visión.

- ¿Crees que es así? ¿Crees que en verdad apeste? ¿Que no vaya bien las cosas en ella?

- Tengo una reputación aquí, es lo que todos piensan, lo que el diario vende, la niña rica que paso a ser una don nadie, entonces si lo creo.

- Yo no te veo de esa forma.

- Y es lo más extraño, – me encojo de hombros, - Dices no ver eso en mí y aun no creo que sea verdad.

- ¿Debería verte como lo hacen los demás?

Se supone debería verme como lo que soy, un competo desastre, la chica que empieza creer que nació un martes trece.

PLACER GRIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora