Andrea miró el reloj, ya eran seis y aún tenía que arreglar la agenda de Miranda y hacer algunas cosas que ella le había ordenado, ella respiró hondo en el mismo instante el teléfono sonó.
- Oficina de Miranda Priestly ...
-Sí, el libro está listo.
-En este instante iré a buscar - Dijo apagando el teléfono, se levantó arreglando la ropa y siguió a la sala de Nigel, tan pronto como llegó a la puerta, ella golpeó y abrió.
-Parece cansada - Dijo así lo vio.
-Realmente lo estoy - Dijo entrando en la sala y se sentó frente a la mesa
-Nigel, ¿Puedes guardar un secreto?
-Depende de que tan sucio sea... -lo observa picaron.
Sonríe.- Yo estoy sintiendo que si no se lo cuento a alguien, voy simplemente a explotar.
- ¿Qué hubo, seis?
-Es que... Creo... que estoy enamorada de Miranda - Nigel la miró asustado. -Siiii, yo no sé qué hacer, ni en qué momento empezó, creo que cuando la vi desde la primera vez, una mujer tan segura de sí, tan intensa de la manera que es ... Yo no sé, no sé qué hago. -se cubre la cara con sus manos.
-Yo no sé qué decir, seis. Me tomaste por sorpresas, además Miranda es ...
-Yo sé, muy cerrada, tal vez fría, un poco... O... demasiado - Ella respiró hondo - Necesito terminar mi trabajo, tengo mucho que hacer antes de llevar el libro a la casa de la Miranda - Dijo levantándose.
-¿Vas a estar bien?
-Voy a tratar-sonrió levemente-además de todo lo que necesito para hablar con Nate, el debe saber lo que está pasando, necesito decirle que no puedo seguir con nuestra relación.
-Si necesitas hablar, sólo llama.
-Gracias. -dijo en un susurro y salió de la habitación.
Tan pronto como regresó a la mesa Andrea organizó el horario de Miranda y llamó a Nate, tan pronto como salió de la pista lo vio de pie quieto, sonrió.
Él fue a besarla, pero ella se volvió la cara- ¿Qué pasó?
-Podemos tomar un café mientras conversamos?
-Claro, vamos.
En cuanto llegaron al café se sentaron.
-No puedo tardar, necesito ir hasta la casa de Miranda a llevar el libro.
-Está bien, ¿quieres beber algo?
- No sólo ... Necesito hablar contigo. -movia sus manos nerviosa.
-Entonces dilo. -notando su nerviosismo pero no quería presionarla a que le dijera de una vez que sucedía.
-Nate, yo ... Quiero terminar. -lo dijo de una vez.
-¿Qué? ¿Por qué Andy? ¿Fue algo que hice? No entiendo -un poco triste.
-No, tú no has hecho nada, yo no puedo más, fue maravilloso tenerte, sólo que las cosas cambiaron, las cosas cambiaron dentro de mí. Yo realmente no puedo continuar, espero que entiendas, no quiero hacerte sufrir Nate.
-Pero tú eres, Andy, tú eres la que me está lastimando, estás dejando nuestros planes a un lado y todo porque empezaste tu trabajo en esta maldita compañía.
-Nate...
-Nate nada, Andy, mira lo que estás haciendo con nosotros-se levantó-espero que estés feliz de destruir lo que teníamos-dijo levantarse y salir del café sin tiempo de que Andy le contestará.
Andrea sintió que las lágrimas caían, no quería que terminaran así, pero no había manera de volver a más. Él ya había hecho su elección, a pesar de que sabía que era lo mejor que podía hacer, se levantó de la cafetería y entró en un taxi sin ser capaz de contener las lágrimas.
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La Que No Podia Amar
RomanceAndrea y Miranda, dos mujeres completamente diferentes, pero la misma voluntad. Amar y ser amada. ¿Será que el amor es aún más de lo que leemos y de lo que pensamos ver? Miranda Priestly era aquella mujer que Andrea Sachs no podía enamorarse. Pero...