Andrea tomó un taxi y siguió a la editorial, tan pronto como llegó, bajó del coche y entró en la gran editorial, se acercó a la mesa de la recepcionista.
-Buenas noche, soy Andrea Sachs, secretaria de Miranda Priestly, el señor Morris está mi espera.
-Si, en un instante señorita, voy a advertir que está subiendo.
-Gracias- La recepcionista cogió el teléfono, Andrea miró al reloj viendo que había llegado minutos antes del horario combinado.
-Es sólo coger el ascensor y luego del tercer piso, la secretaria del señor Morris está esperando para llevarla a su habitación.
-Está bien, Muchas gracias - Andrea siguió al ascensor y luego apretó el botón del tercer piso, así que salió fue llevada a la sala de Philip, conversó con él por unos minutos y salió de la editorial, siguiendo a la casa de Miranda.
En cuanto el taxi se detuvo frente a la mansión, Andrea lo pagó y bajó siguiendo a la puerta, entró y cuando iba a dejar el libro sobre la mesa oyó a alguien llamando, miró hacia arriba viendo a las gemelas.
- ¿Por qué no subes?
-Su madre se volvería loca si yo hiciera eso.
-Claro que no, vien.
- ¿Está segura de eso?
-Claro, Emily siempre sube -
Andrea siguió a las escaleras y empezó a subir sin tener ninguna señal de las gemelas.
-Yo quiero que te vayas, no tenemos nada más para hablar - La voz de Miranda puede ser escuchada.
-Miranda, entiende de una vez.
-Yo no voy a entender nada Stephen, sólo vete, ya acabaste con mi vida, no dejaré que la arruines más - Stephen miró a Andrea que los miraba asustada, Miranda volteó la mirada viendo su asistente - ¿Qué haces aquí? - Preguntó seriamente.
-Deje en el lugar de siempre. -dijo Stephen.
-Las gemelas dijeron que podría poner el libro aquí.
-Esta bien, con permiso - Dijo Stephen girando.
-Me esperas en la sala.-intervino Miranda
-Cómo quieras - respondió sin volver a mirarla y bajó.
Andrea entró en la sala de la planta baja y repentinó profundamente colocando el libro y la bolsa sobre la mesa de centro.
-Mamá se peleó contigo?-dijo una de las gemelas.
-Aún no, pero seguramente voy a llevar una bronca y perder el empleo.
-No lo hicimos por mal, sólo queremos que Stephen se vaya enseguida - Dijo sentándose.
-No lo soportamos después de todo lo que hizo...- menciona otra.
-Y no podíamos interrumpir.
-Ya veo
-¿Como tu te llamas?.
- ¿Emily dejó de trabajar para mamá?
-No ella todavía trabaja en Runway y me llamo Andrea, pero pueden llamarme Andy y ustedes? - preguntó más tranquila.
-Yo soy Cassidy.
-Y yo Caroline.
-Va a ser difícil distinguirlos- dijo sonriendo.
-¿Quieres tomar chocolate con nosotros, Andy?
-Claro, ¿pero no deberían estar en la cama? -Preguntó siguiendo las dos a la cocina.
-Sí, pero sentimos ganas de tomar chocolate ante de ir a la cama - Las dos se dividieron para recoger los materiales necesarios y luego comenzaron a preparar el chocolate, se sentaron.
-Tu eres mucho más cool que Emily -dijo Cassidy.
-Ella quiere agradar a mamá, pero no le interesa tomar chocolate con nosotras.
-Además de todo es muy rara - Andrea rió y bebió un poco de chocolate, las gemelas comenzaron a reír al ver el bigote que había quedado.
-¿Que pasó?
-Tu tienes un bigote de chocolate-Dijo Caroline, Andrea limpió la boca aún sobre la risa de las dos, Miranda bajó las escaleras oyendo las risas y se apoyó en la puerta al ver las tres riñas, ninguna de las tres percibieron su presencia.
- ¿No deberían estar en la cama? - Las tres pararon de reír y miraron a Miranda asustadas.
-Ya estábamos por ir mamá - Dijo Cassidy mientras se levantaba junto a su hermana y Andrea.
-Vayan a lavarse los dientes y van a dormir, mañana tienen clase.
-Está bien -dijo Caroline, las dos se acercaron a Andrea y la abrazaron.
-Chau Andy.
-Chau mi vida - Las dos besaron Miranda y salieron, Miranda dio la espalda siguiendo a la sala, Andrea la siguió. -Siento mucho por haber subido, me dijeron que Emily siempre dejaba los libros allá arriba.
-Espero no lo haga más - Dijo sentándose.
- No te preocupes por eso, no volverá a pasar, yo me voy, que tengas una buena noche - Dije cogiendo la bolsa y salió.
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La Que No Podia Amar
RomanceAndrea y Miranda, dos mujeres completamente diferentes, pero la misma voluntad. Amar y ser amada. ¿Será que el amor es aún más de lo que leemos y de lo que pensamos ver? Miranda Priestly era aquella mujer que Andrea Sachs no podía enamorarse. Pero...