Andrea cerró la puerta y se apoyó en la misma, cruzó los brazos, Miranda la miró.
-Me traes a la habitación para quedarte parada mirándome? De las últimas veces tu estabas con más disposición - Andrea sonrió maliciosa, de una forma que Miranda jamás había visto.
-Quítate la ropa y acuestate en la cama. -
-¿Cómo?
-Lo que oyó señora Priestly - Dijo firme - Quítate la ropa y acuestate en la cama.
- ¿Qué quieres hacer?
-Bueno, cuando obedezcas te diré-Miranda la miró desconfiada y por fin se quitó la ropa y se acostó, Andrea se acercó a la cama cogió la cinta de la bata tirando, subió en la cama quedándose de rodillas - Dame los brazos - Miranda la miró.
-No me vas a amarrar, Andrea.
-Vamos Miranda, confía en mí, prometo que será bueno - Miranda le dio los brazos incluso temerosos, Andrea le ató las muñecas sin apretarlas a punto de herir, ató la cinta en la cama, dejándola con los brazos presa hacia arriba Miranda la miró.
-Sabes que no tengo más edad para esas cosas, ¿no lo sabes?
-Shhh - Dijo poniendo el dedo sobre los labios de la de cabellos platinados, acercó su cara y aspiró el labio inferior de ella - Quieta, está prohibido hablar - La besó lentamente y se alejó bajando de la cama, Miranda la miró, viéndola sacarla la ropa lentamente y quedarse sólo con una ropa interior negra que se destacó en su piel clara.
Andrea volvió a subir en la cama dejando las piernas una de cada lado del cuerpo de Miranda, se inclinó pasando los labios por los labios de la mujer atada en la cama, bajó los labios por el cuello de Miranda, haciéndola suspirar, la morena soltó el aire sobre la piel mojada de Miranda haciéndola temblar lentamente con el acto, Andrea le mordió levemente en la oreja, la morena le mordió en la barbilla y se fue bajando a la garganta, Miranda mordió los labios cerrando los labios los ojos y tumbando la cabeza hacia el lado dando más acceso a las caricias, Andrea volvió a bajar los labios hasta encontrar uno de los senos de Miranda, aspiró el pezón rígido y empezó a hacer caricias con la lengua, Miranda gimió. Andrea sonrió con su acto y cambió el seno que acariciaba, bajó por la barriga de ella hasta llegar al íntimo de Miranda, apartó sus piernas de ella sosteniendo para que ella no las cerrarse y succionó su gran labio, Miranda gimió jugando la cabeza hacia atrás, Andrea le apretó en los muslos, tirándola aún más cerca y la penetró con la lengua, Miranda mordía los labios para sofocar los gemidos altos que dejaba escapar.
-Andrea! - Andrea levantó la mirada sin parar lo que hacía, sentía Miranda temblando en un clímax y se detuvo - Por Dios, Andrea ... No pares - Murmuró, Andrea sonrió y volvió a sentarse encima de ella, sacó el sujetador y se puso de pie en la puerta la cama sacando la bragas lentamente delante de los ojos, miró a la mujer acostada en la cama completamente a su misericordia y volvió a sentarse, la besó lentamente.
-Te chuparía por horas - le succionó su labio - Pero ahora está de castigo.
-No lo hagas conmigo, Andrea, deja de torturarme.
-¿Qué es lo qué quieres? -Preguntó susurrando y se inclinó sobre el cuerpo de Miranda.
-Por Dios, Andrea.
-¿Qué? -Preguntó mordiendo los labios, dejó uno de los senos en dirección. Miranda lo chupó haciéndola gemir
- Me encanta su boca - Susurró llevando la mano hasta su íntimo empezando a acariciarlo y gimió, Miranda succionó su pezón haciéndole gemir aún más. -Deje que la toque. - Andrea la miró y dejó íntimo sobre el rostro de Miranda, esa así que la sintió tan mojada empezó a acariciarla con la lengua, Andrea gimió tirando la cabeza hacia atrás y apretando la cabecera de la cabeza cama.
-Cielos... - Ella se levantó sintiendo el clímax que le alcanzó y echó por encima de Miranda, comenzó a besarla, soltando lentamente.
Miranda la agarró en la nuca cruzando las piernas en su cintura, sintió sus íntimos húmedos por el placer y Andrea empezó a moverse, haciendo que se tocaban íntimamente, Andrea succionó el labio de Miranda con lentitud y los besó hacia el cuello.
-Venga conmigo, Miranda - Susurró jadeando en su oreja aumentando aún más el contacto, Miranda gimió alto sintiendo el orgasmo que le alcanzó, Andrea no era diferente, las dos gritaron mientras se entregaron, Andrea apoyó la frente en la de ella y sonríe jadeante.
-Tu me enloqueces - Sussurró buscando el aire.
-No es nada diferente a lo que yo siento - Susurró volviendo a besarla en el cuello y palpar los senos, estaban completamente mojadas de sudor, pero eso no les importó.
_________________
ESTÁS LEYENDO
La Que No Podia Amar
Roman d'amourAndrea y Miranda, dos mujeres completamente diferentes, pero la misma voluntad. Amar y ser amada. ¿Será que el amor es aún más de lo que leemos y de lo que pensamos ver? Miranda Priestly era aquella mujer que Andrea Sachs no podía enamorarse. Pero...