Pencil

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18 Pencil - Lapiz.



Ese no era un día normal, al menos uno en el que pudieran tentar a su suerte de que algo les saliera mal.

Hyoga lo sabía, y en su humilde opinión estaba preparado para el examen.

Seiya a su lado no dejaba de bombardearlo con preguntas de lo que él creía que no había sido necesario estudiar.

Shiryu, detrás de ellos, seguía leyendo un manuscrito, que de seguro era antiguo y el encargado de la biblioteca se lo había traído en exclusiva, para su alumno favorito.

Pero Shun... Shun parecía nervioso, revolviendo su bolso una i otra vez, y cada uno de los bolsillos de su uniforme. Murmuraba cosas entre dientes viendo para uno y otro lado.

Sí, Hyoga podía decir que era el ataque de nervios más feroz que había visto en su compañero y amigo. Lo que no entendía el rubio, era el porqué de tal ataque.

No podía ser el examen en sí, ellos habían repasado en medio del almuerzo, y sus notas eran casi idénticas. Ambos entendían los mismos conceptos de las lecturas que había conformado ese bloque de estudio.

Por lo tanto, Shun no podía estar nervioso por no saber algo. Si Seiya no lo estaba, y él no había estudiado nada... Shun debía ser el último alumno en toda la escuela en sentirse nervioso por el examen.

—Shun... Shun, ¿qué sucede?

—Perdi mi lápiz, Hyoga-kun... no sé donde lo pude haber dejado.

—Lo tenias en tu anotador cuando repasamos los temas. Debe estar ahí. —Hyoga se estiro por encima de su pupitre, ignorando una nueva pregunta de Seiya, y tratando de ver el interior del bolso de Shun... que ya era examinado minuciosamente por décima vez.

—No... no está. Tampoco esta en mi bolso... o en mi uniforma. Creo que quedó en algún lugar de donde comimos nuestro almuerzo.

—Aun tienes unos minutos, si quieres ir a buscarlo...

Como si las palabras de Hyoga fueran mágicas, o catastróficas, el profesor entro por la puerta cerrándola detrás de él, sumiendo a la clase en un solemne silencio.

Shun apretó sus labios en completa consternación. Sobre su hombro, Hyoga se vio viendo para todos lados, antes de romper su lápiz al medio y entregarle la mitad a su compañero.

Justo a tiempo, pues la hoja con su examen llego apenas acabo de sacarle punta a su parte del lápiz.

Shun le sonrió por un instante antes de girarse con un mudo 'Gracias' en sus labios. Dedicándose al examen por completo. Y tal y como creía Hyoga, Shun fue el primero en acabarlo, seguido de Shiryu... y por pocos minutos después, Hyoga era quien salía del salón de clases luego de entregar su examen.

Shiryu apenas levanto su vista unos milímetros de su manuscrito, en obvio reconocimiento de su presencia allí, antes de que Shun lo tomara de las manos y lo arrastrara con él.

—Eh... ¿A dónde vamos, Shun?

—A buscar mi lápiz.

Shun bajo todo el tramo de escaleras con Hyoga de su mano, salió al patio, y recorrió el lugar donde ellos había tomado su almuerzo mientras repasaban sus notas para el examen.

No estaba muy lejos del edificio escolar, pero era cierto que nadie iba por allí, y era muy tranquilo para que pudieran concentrarse.

—No lo veo por ningún lado, Shun...

—No puede ser, lo busque ya por todos lados... no pudo simplemente haber desaparecido.

—Bueno, al menos ahora tiene el que yo te di...

Hyoga no espero por lo que vino. No lo esperó, pero tampoco renegó de su suerte. Antes de que siquiera se diera cuenta, los labios de Shun estuvieron sobre los suyos, presionándose con fuerza, y no sin un poco de nerviosismo.

—Gracias, Hyoga. —murmuró, una vez separados. Su rostro sonrojado, pero con una sonrisa hermosa instalada.

—¿Por un simple lápiz?... Ni lo digas, Shun.

Shun rió, pero no paso mas de un minuto para que Hyoga atrajera al chico nuevamente a sus labios, sus manos decididas sosteniendo la cabeza de Shun inmóvil. Ahora el beso mucho más intenso, mucho más...

—¿Hyoga?

—Quédate quieto... un segundo nada más. —Hyoga de golpe detuvo el beso, obligando al chico a inclinarse hacia un lado.

—¿Qué estas...? —Shun preguntó, confundido, sintiendo las manos del rubio hurgar entre su cabello. —¿Eso es...?

—Tu lápiz... Lindo lugar para guardarlo, Shun.

¡Su cabello! Claro, lo había dejado ahí, mientras recogía todo al toque de la campana... esa mala costumbre que tenia de hacerlo.

—Era obvio que un día tenía que pasarte.

—¿Qué hacen? —Seiya salto de algún lado, sorprendiendo a ambos chicos.

—Buscábamos mi lápiz... Seiya. —el rostro de Shun rápidamente se puso rojo, y no podía dejar de notar que Hyoga no estaba muy lejano a ese color escandaloso que había tomado su piel.

Todo por un simple lápiz.


Final de día 18.



Notas Finales: No estoy segura si ya se había besado estos dos hasta ahora... pero bueno. Creo que este es su primer beso, ¡Viva!

Pienso que el reto me vino bien, ya que hoy pude casi acabar con el tercer capitulo de Vainilla y Caramelo, así que dentro de muy poco tendré esa actualización lista... no puedo estar más feliz.

Gracias por seguir apoyando esta experiencia.

Fictober2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora