Smile

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24 Smile - Sonrisa.



Hyoga odiaba esos días en los que todo parecía salirle mal. No que exactamente fuera así, pero el rubio era alguien a quien el mínimo incidente ya lo ponía de un muy mal humor. Y estar allí, 'tratando' cosas de trabajo... que en verdad él no tenia que tratar, lo podía llegar a poner de un pésimo humor.

Ranko había sufrido un serio accidente en una de sus piernas debido a un tacón y un desnivel en la acera, y aunque no estaba grave –Shun solo la había mandado a hacer reposo por unos días–, ella no podía llevar adelante esa reunión.

Hyoga prefería que su socia se encargara de ese tipo de cosas, por muchas razones. Ranko era perfecta para el trabajo, sabia muy bien leer a las personas y saber de antemano en quien podían confiar, y en quien era mejor dejar seguir de lado en sus negocios.

Por eso ella debía estar allí, en lugar de Hyoga... y no el rubio, teniendo que aparentar que esa era un área en la que movía bien, cuando no era así.

Tenían una vasta lista de proveedores de Sake de diseño, lo mejor para atraer al publico joven a la bebida típica japonesa, y para importar... nuevas destilerías abriéndose paso en el mundo, y tratando de mostrar de lo que eran capaces.

Hyoga no estaba hecho para soportar el desfile de gente, por muy poco que duraran sus diferentes reuniones con cada proveedor, aun había muchos protocolos que seguir. Y para cuando había terminado con el ultimo, el Santo Dorado de acuario sentía que un desfile entero, con carros alegóricos y todo, le cruzaba la cabeza.

Acabo rechazando más de una invitación a salir a beber, y no pudo escapar de otra... ya que el director Aikawa lo había invitado en persona.

Y todo lo que Hyoga quería era subirse a su auto y emprender la vuelta a casa.

—Si me disculpan...

—No puede decirnos que ya se va... apenas hemos comenzado con la celebración.

El director, y dos de sus asistentes insistieron en que se quedaran, dándole más y más sake... incluso mostrándole una línea exclusiva para importación.

—Debo al menos hacer una llamada. —esa vez, Hyoga consiguió escabullirse lo suficiente rápido como para estar alejado del bullicio de bar por unos minutos.

Dejo que el marcado automático hiciera su trabajo, después de todo solo tenía dos números en ese sistema y el primero siempre le correspondería a Shun.

«¡Hola Hyoga! ¿Cómo está yendo todo por allí?» Shun, como siempre, fue efusivo en su saludo, aunque su voz se notaba baja.

Hyoga simplemente se permitió suspirar, dejar que sus oídos se llenaran de una voz conocida y amable... necesitaba cargar baterías para acabar con eso.

«¿Hyoga?»

—Sí, lo siento Shun, estoy aquí... Perdón por llamar tan tarde, no he podido desligarme antes. —El rubio escucho el movimiento al otro lado de la línea, seguramente de Shun acomodándose mejor en la cama. —¿Natasha ya está dormida?

«Sí... en mi cama. Vinimos a mi departamento, no quiso dormir sin ti en casa, al parecer... ¿Todo está bien?»

—Lo normal... Los negocios bien, yo... no tanto.

«No te preocupes, ya estas terminando con todo allí, mamá se encargará muy bien la siguiente vez. Te falta poco para que estés en casa... o en tu posición detrás de la barra.»

—Sí, lo que mejor me sale...

«Lo que más te gusta hacer.»

Hyoga asintió con cansancio. Ya solo era estar unas horas mas con el director... solo unas horas y estaría de camino a su casa. O a la de Shun...

—Bien, te dejo dormir... quizás llegue antes de que tengas que salir para el trabajo.

«No conduzcas cansado, Hyoga... no importa que seas un Santo, no eres inmortal.»

—¡No, voy a quedarme mas tiempo del que sea totalmente obligatorio, Shun!

Hyoga esperó por un reto que estaba seguro que iba a venir... pero que sin embargo jamás llego.

—¿Shun?

Pero la línea estaba muerta del otro lado. Shun le había cortado, seguramente muy enojado con su actitud infantil. Hyoga ya estaba reviendo toda su actitud, y pensando en estar en algún manga café por la noche, quizás en un hotel capsula... y pedirle perdón a su compañero. Quizás una salida haría que el doctor lo perdonara más rápido.

Hyoga estaba pensando en la posibilidad de que Shun comenzase a ignorarlo como cada vez que estaba enojado con él, cuando sintió su teléfono sonar en mensajes de textos seguidos.

[de Shun: Entre a la habitación para sacarle una foto a Natasha, y que vieras porque razón debes de soportar un par de horas más, y dormir antes de volver a casa...]

[de Shun: Pero ella ya estaba despierta preguntándome por ti.]

El siguiente no fue un mensaje escrito, si no una foto de la habitación de Shun con las luces apenas iluminando el ambiente con una calidad luz dorada. Y su niña, Natasha, sonriéndole a la cámara con su carita somnolienta, y el pijama de estrellas que Shun le había regalado. A su lado, el mismo Shun sonriéndole a su vez, dejando que los brazos de Natasha se envolvieran en su cuello.

El siguiente mensaje que entro, fue un audio de Natasha, apenas lo suficientemente despierta como para decirle que lo esperaba, y que durmiera antes de volver a casa.

Hyoga no pudo evitar la risa cuando escucho la voz de Shun, incluso muy suave, decir las palabras que su niña tenia que repetir, para convencerlo de que descansara.

[Para Shun: Esta bien, has ganado... dormiré un par de horas, pero saldré lo más temprano que pueda para casa.]

[de Shun: Bastante, viniendo de ti... pero me conformo. Te esperamos mañana, Natasha ya ha vuelto a dormirse.]

[Para Shun: No voy a dejar pasar el hecho de que usaste a Natasha en mi contra, Shun. Y que de seguro la despertaste a propósito para ello.]

No recibió respuesta después de eso... pero no importaba ya. El llamado le había bastado para subir su ánimo, y llenar sus energías para las horas que faltaban de 'celebración'.

Incluso, ni el director Aikawa, ni ninguno de sus asistentes dejaron de notar el cambio en su humor... muchos menos la sonrisa que no parecía querer abandonar sus labios. Y aunque Hyoga habría querido presumir a su 'familia', tendía a ser muy egoísta con lo que creía que era solamente suyo.

Hyoga los despidió con respeto, casi dos horas más tarde, escribió un mensaje rápido a su compañero avisándole que iba a dormir.

Shun le contestó con otra foto... esta vez de Natasha durmiendo en su costado, y cubierta de mantas hasta casi la cabeza.

Sí eso no lo hacía sonreír, Hyoga no sabía que lo haría.


Final del día 24.



Notas Finales: Casi estoy escribiendo un prompt con ellos tres cada uno diferente... Un AU, un EG Assassin... un AU, un EG Assassin... ¡Así se equilibra mi vida!

Fictober2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora