More Than A Travel (Nash Grier)

Trece.

—Ven a casa y te cuento —le dije riendo por teléfono a Allyson.

—Vale, en media hora estoy allí —cuelga.

—Tía, pero es que ¿me puedes decir de dónde ha salido ese tío? —pregunta aún con cara de asombro Samantha.

—Y yo qué sé —dije riéndome—. Pero hija, vaya cara de susto pusiste —dije recordándolo y riéndome fuertemente.

—A lo mejor es peligroso —dice caminando a su habitación Sammy.

—No sé, aunque cualquiera diría si le ven entrando así a una casa.

En quince minutos sólo, estaba Allyson en casa. La abrí y tiré de su brazo rápidamente no vay a aser que el ex celoso esté por los alrededores.

—¿Pero me puedes decir ya que pasa? —pregunta anonadada Ally.

—¿Te suena de algo Adrián? —pregunto alzando y bajando mis cejas divertidamente y ella se lleva la mano a la cara.

—Dios, qué pesado es ese hombre, por favor no le digas dónde vivo —me ruega.

—Tranquila —le digo aún riéndome—, el caso esque le abrí sin saber quién era y entró como si quisiera tirar la puerta preguntando dónde estabas —río recordándolo—, y luego va Sam y sale con una sola toalla y se pone a gritar cuando lo ve —suelto una carcajada— ¿qué le tuviste que hacer para que se comporte así?

Ella se ríe y dice:—No hice nada, sólo encontré a alguien mejor, además, ese hombro debería haberlo superado hace ya mucho tiempo, rompí con él hace un año y medio —suspira.

Asiento.

—Es muy guapo —digo mirando al suelo.

—No puedo decir que no, todos los novios que he tenido han sido bastante agraciados en cuanto a físico —ríe orgullosa.

Sam sale de la cocina con unas palomitas y dice:—¿No será un acosador, no?

—Pues... sólo espero que no le abrais mucho la puerta, se puede acostumbrar muy pronto —se ríe.

—¡Vaya paquete nos has dejado! —digo en alto.

Seguimos hablando y ella se quedó a comer. Sé que habíamos estado ayer casi todo el día juntas pero nunca me canso de estar con amigas.

Una bombilla se encendió en mi mente y reí para mis adentros antes de hablar.

—Oye, Ally, ¿no crees que al apartamento le falta chispa?

—¿Chispa? —pregunta ella.

—Sí, color —digo divertida.

—¿Qué tramas, Thomson? —pregunta Sam.

—Nada, por favor, qué desconfianza... sólo digo que las paredes son todas blancas, podríamos pintarlas.

—Tienes razón, yo lo pago —se ofrece Allyson—, al fin y al cabo el piso es mío, decidme de qué color queréis las paredes y yo cntrato a pintores.

—Yo quiero un azul turquesa en mi habitación —digo.

—Yo rosa chicle —dice Sam.

—Al salón le quedaría bien un marrón chocolate —agrego.

—Me parece bien —dice Ally y Sam asiente.

—Mañana vendrán a pintarlas. Ah... tendréis que abandonar la casa por dos días... Nick ya volvió hace unas horas pero podrías quedaros en mi casa.

—No, no hace falta, necesitais intimidad, ya nos iremos a la casa de Nash y Cameron —sonrío pícara.

—Ah sí... sé por dónde vas —asiente descaradamente Samantha.