Catorce.

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—¿QUÉ COÑO HABÉIS HECHO? —grita la voz de Samantha despertándome.

—¿Por qué coño gritas? —me quejo y Nash se incorpora quitándome el brazo de encima.

—Porque esta mañana me he despertado... —empieza a explicar pero Nash le interrumpe.

—Sammy, se llama antes de entrar.

—¿Por qué dices eso, eh? Porque habéis hecho algo malo... Además sí he llamado, unas tres veces a la puerta pero nadie me contestaba —responde ella suspirando—. ¿Qué haces aquí, Ashley?

Miro a Nash antes de contestar y decido hacerme la tonta.

—Pues la verdad esque no sé qué hago aquí.

Nash me sonríe y agrega:—Cuida ese sonambulismo, Ash.

—Sí, claro, qué curioso que no hayas tenido ataques de sonambulismo hasta ahora, y encima, tú también lo eres y ¡la abrazas mediodesnudo! —dijo señalando a Nash divertida y poniéndose las manos en los ojos.

—¿Qué pasa aquí? Uno no puede dormir a las doce de la mañana ¿o qué? —dice bostezando Cam y entrando en la habitación—. Amigos, aquí hay algo caliente—dice mirando a Nash y riéndose.

—Anda, todos fuera de mi habitación —dice Nash riéndose y mirándome divertido

—Ahora sí, Thomson, me vas a contar qué concho habéis hecho, y con detalles de todo —dice alzando divertida las cejas.

—¿Eres tonta? Cerda —la llamo y ella se ríe.

—Bueno, ¿me vas a contar o qué? —sigue insistiendo.

—Que no hemos hecho nada —ruedo los ojos haciéndome el colacao.

—Tía, has aparecido en la cama de Nash con él sin camiseta y rodeándote la cintura y ¿no habéis hecho nada? Eso a lo mejor se lo cree Cameron, que es tonto, pero yo no —dice sintiéndose más lista.

—Te contaré mañana en casa, ¿vale?

Ella suspira y accede.

—Sí, ahora mismo voy —oigo a Nash hablando en el salón por teléfono.

Cuelga y me mira.

—Me tengo que ir, vuelvo en unas horas. Voy a ir con... —no le dejo responder porque ya sé lo que viene esta vez.

—No hace falta que des explicaciones, ya sé con quién vas —sonrío triste y él me da un beso en la mejilla como saludo.

—Ya se ha ido con la bruja... —dice Samantha una vez Nash cruza la puerta.

—Tía, esto parece el cuento de nunca acabar, Nash y yo vamos bien y la loca se vuelve a interponer, estoy harta —me quejo dejando la taza de colacao en la mesa.

—¿Cómo que ibais bien? Parece que esta noche me he perdido bastante —se pone las manos en las caderas.

—A ver... No podía dormir porque Nash estaba enfadado conmigo y, tú sabes, yo con eso no puedo, él me dejó entrar en su habitación y me contó que su novia estaba pirada perdida y me dijo que yo le hacía bien.

—¿Y por qué te quedaste? Ash, tú nunca has sido una chica fácil —dijo sin entender mucho.

—Con Nash soy débil... no me podía negar una vez me pidió que me quedase a dormir con él.

—Madre mía... este hombre está muy necesitado de amor —ríe—, se ve que su novia no le da cariño, esa loca debería estar ya en un manicomio.

More Than A Travel (Nash Grier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora