Capítulo 32: El adiós

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Llora en silencio mi alma solitaria, excepto cuando esté mi corazón unido al tuyo en celestial alianza de mutuo suspirar y mutuo amor

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Llora en silencio mi alma solitaria, excepto cuando esté mi corazón unido al tuyo en celestial alianza de mutuo suspirar y mutuo amor. Es la llama de mi alma cual aurora, brillando en el recinto sepulcral: casi extinta, invisible, pero eterna... ni la muerte la puede mancillar.

-Lord Byron.

26 de mayo, 2018

Una semana había pasado de la desgracia que todos se negaban a creer. ¿Cómo era posible que aquella chica terminó de esa manera? Nadie los sabía. Sus más allegados amigos estaban desechos, no solo habían perdido a su amiga; también lamentaban la pérdida del pequeño ser que crecía en su interior. Sin embargo, el más afectado fue Leon.

Desde aquella noche no supo más de Ada. Para su fortuna, al llegar a su departamento ella ni sus pertenencias estaban. En su lugar, una nota a manera de despedida y con una petición de que no fuera buscada reposaba en la mesita de noche.

Después de haber leído la nota comenzó a reír, ella siempre estaba un paso adelante él. Esta vez aquella mujer había agotado su paciencia a tal grado de querer entregarla a las autoridades. No le perdonaría esa traición como las anteriores, pero como siempre... ella huyó.

No salía de su departamento, casi no dormía y solo comía cuando se acordaba. La mayor parte del tiempo se la pasaba viendo las fotografías que conservaba de Blair, mientras se sumergía en la bebida. No iba al trabajo ni contestaba las llamadas y mensajes de amigos y compañeros. Y sus heridas no cerraban pues, en ataques de impotencia arrojaba todas las cosas a su paso o golpeaba las paredes hasta sangrar.

Hoy se realizaría el funeral que organizó Hunnigan. Asistirían miembros de la DSO y la BSAA. La única persona que no estaba enterada era Leon, por ese motivó Claire y Sherry fueron por él.

— ¿Qué es lo que quieren? —preguntó Leon mientras se servía una un trago.

—Leon, deberías dejar la bebida, te puedes ocasionar una enfermedad —mencionó Sherry con preocupación.

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