¿Quieres Ser Mi Novia? [Camren]

7

Me encontraba tirada en mi cama analizado mi vida, tal vez Camila no recordaría lo que le había hecho, pero, yo sí. Mi moral me estaba matando, no había sido justa con ella. Ella no merecía eso. Había sido mi culpa en primer lugar. Ella no tenía nada que ver con que me sintiera como me sentía. Debía disculparme.

Eso habría hecho mi padre, mi madre y mi hermano.

Suspiré, no podría disculparme hasta que entendiera el problema. Estaba confundida sobre mi sexualidad. Y me estresaba porque jamás pensé que dudaba de ella. Era bastante heterosexual, por lo que jamás me hice a la idea de estar con una chica, o siquiera de mirarlas diferente.

Y luego estaba Camila, quién tal vez sí tenía un poco que ver con mi confusión.

Rodé los ojos, ella sólo me había hecho abrir los ojos. No era su culpa.

Tomé mi celular y le mandé un mensaje a Normani.

“¿Sabes cómo saber tu sexualidad? Estoy dudando de la mía.”

En menos de un minuto, el aparato vibró en señal de respuesta.

“¿Camila Cabello tiene algo que ver?”

“Sí.”

Me dejó en visto por unos segundos y luego respondió.

“Arréglate. Te llevaré a investigar tu sexualidad. Nos vemos en 30.”

Me levanté de la cama y me dirigí hacia el baño para ducharme, y luego de 10 minutos, estaba vestida y lista.

Toqué la puerta de la habitación de mi hermana para despedirme.

—Wow, Lauren, ¿Irás a ver a tu novia o por qué saldrás en domingo? —preguntó en cuanto me vio vestida.

—Saldré con Mani, no sé a qué hora volveré, pero dejé comida en el refrigerador. Te amo, adiós. —asintió y salí de la casa.

Le mandé un mensaje a Normani de nuevo, para saber en dónde estaba, y me dijo que llegaba en tres minutos. Los cuales eran los restantes para cumplir la media hora acordada. Mi amiga era muy puntual.

—Hola, ¿Quieres contarme? —aparcó su automóvil en la calle y me subí rápidamente, la observé y asentí. Ella arrancó.

—Me besó, pero, fue diferente porque le correspondí. Y luego pensé en mi sexualidad y me alejé de ella. —mi amiga mantuvo su mirada fija en la calle.

—Y ahí estás, lastimándote por no ser "justa" con ella. —suspiré—. Como sea, tú sabes lo que haces. Y siempre cuentas conmigo. Así que te ayudaré a que dejes de estar confundida, y en todo. Pero no quiere decir que esté de acuerdo con tu "amistad" con Cabello.

Asentí y miré por la ventana—. ¿Qué tienes planeado? —reconocí un poco la zona, era lo que se conocía como un barrio gay. Lo supe por las banderas colgadas por todos lados—. ¿En serio? Creí que iríamos al psicólogo o algo así.

Ella rió—. Eso sería aburrido. Iremos a un bar gay. Sirve que yo también me divierto. Mientras tú descubres qué eres. —sonrió.

No entendí como le divertiría a alguien "heterosexual" estar en un bar gay, pero tampoco iba a molestar a la morena. Ya que me estaba ayudando, después de todo.

Al llegar, el tipo de la puerta no hizo comentario alguno y nos dejó pasar, y entonces, observé a varias chicas y chicos bailando en el centro, suspiré e iba a decirle a mi amiga que no era buena idea cuando noté que no estaba conmigo. Me había abandonado.

Mordí mi labio y me dirigí a la barra. Pedí cualquier bebida y observé a todos a mi alrededor. Hasta que ví a una chica que me pareció interesante. Y supuse que no era tan heterosexual, después de todo.

—Hola —me saludó—. Soy Dinah, ¿Y tú?

Tomó de mi bebida y me sonrió—. Lauren.

—¿Quieres ir a otro lado?

—Depende —respondí.

Ella le pidió mi cuenta al hombre que me atendió y la pagó—. ¿De qué?

—A dónde iremos.

—Al paraíso —susurró en mi oído. No iba a negar que me pareció exitante, y asentí porque si quería aclarar mi mente, debía probar todo.