¿Quieres Ser Mi Novia? [Camren]

25

Caminé hasta el salón de clases sin demasiadas ganas de realmente tomar clases. Me preguntaba porqué Camila estaba con su padre, y, sobre todo, sí me recordaba. La última vez que había hablado con ella me dejaba la duda, pues ella y su madre me aseguraron que jamás olvidaba quién era Lauren, y aquel día, parecía haberlo hecho.

Esa simple idea no me dejaba dormir por las noches, ya que sería difícil conquistarla, nunca me había planteado el cómo hacerlo, ya que ella estaba enamorada de mi desde antes.

Suspiré, estaba llegando tarde a mi primera clase, con mi maestro favorito, el de derecho.

Toqué levemente la puerta y se abrió luego de unos segundos, el profesor me observó con la ceja elevada, para finalmente dejarme pasar.

Observé el lugar de Camila ocupado, por ella misma. No lo entendí muy rápido, pero sentí mi corazón apunto de estallar, y mis piernas no respondían a ir hacia ella, quién por su parte, me observaba curiosa, luego su mente pareció hacer conexión y sonrió leve.

Fruncí el ceño ante su reacción tan fría, y entonces caí en la realidad.

—Señorita Jauregui, tome asiento, rápido, que interrumpe mi clase —ordenó el maestro, mis ojos lo observaron y me sonrojé, había quedado como tonta observando a Camila. Asentí y me senté a lado de mi novia, dónde era mi lugar.

La clase continuó luego de eso, pero mentiría si dijera que presté la atención debida, estaba muy concentrada en mi hermosa castaña. Y cuando terminó la clase, fue la primera en hablar.

—¿Necesitas algo? —sus ojos estaban en los míos, parecía más tímida que antes. Mi temor regresó más fuerte.

—¿Me recuerdas? —frunció el ceño, asintió, solté todo el aire contenido.

—La chica que me visitó en el hospital. —sonrió—. Gracias por eso.

Mordí mi labio—. ¿Sólo soy eso para ti?

Agachó la mirada—. Dijiste que eras mi novia, pero yo no lo recuerdo, así que sí.

No supe con certeza cuál fue la expresión de mi cara en ese momento, pero yo no me sentía para nada bien, había olvidado que era su "crush", cosa que, jamás olvidaba. Sin embargo, supuse que después mi reacción mejoró notablemente, ya que ella recordaba más allá de lo que había pasado ese día.

—¡Gracias! —susurré a la vida, de algún modo su falta de memoria sí había mejorado, a cambio, al parecer, de sus recuerdos previos, mis ojos picaron y enseguida sentí las lágrimas bajar por mis mejillas, había una oportunidad de que todo empezara a mejorar.

—¡Ay, lo siento! ¡Por favor, no llores! —Camila habló preocupada—. ¡No debí decir eso!

—¿Eh? —limpié una de mis lágrimas.

—Si pudiera recordarte estoy segura de que serías muy especial —intentó mejorar, mientras sonreía—. ¿Puedes-?

La interrumpí acercándome a abrazarla, la estreché en mis brazos, completamente feliz, escuché las burlas de Dinah y Normani, pero no la solté, dejé un beso en su cabello y la separé sólo para ver su cara.

—¿Te das cuenta, Camz? ¡Recuerdas lo que pasó hace semanas! —grité, cosa que provocó que nuestras amigas corrieran hacia nosotras, observando a Camila tal y como yo lo hacía, pero con menos cariño, lógicamente.

—¿Es cierto, Mila? ¿Nos recuerdas? —preguntó Dinah.

—Uh, no, sólo recuerdo desde que desperté en el hospital —explicó cortando a la chica, me observó—. El doctor dijo que era sorprendente.

Volvieron a caer lágrimas de mis ojos—. ¿El mundo es justo? —mis pensamientos brotaron de mis labios también—. Papá tenía razón.

—¡Oh por Dios! —exclamó Normani lanzándose a Camila, Dinah también la abrazó, y finalmente me uní también.

Sentí los brazos tímidos de la castaña abrazarnos también, luego de un rato, las cuatro llorabamos, y Camila no parecía entender porqué lo hacía, pero suponía que debíamos ser importantes para ella.