|Nada es lo que parece|Simbar|

C I N C O

P.O.V Ámbar

Era enserio lo que el me estaba diciendo? La idea de perderlo me dolía,me quemaba por dentro.

No lo quería perder,no a el.

Pero,también quería saber de mi madrina,saber como estaba,que era de ella,dónde estaba.

—Vos estás terminando conmigo? Enserio? No lo puedo creer.

—No Ámbar,yo no puedo creer que tu no confíes en mi.

—Vamos,vos no me podes dejar,si entendes que yo sin vos soy nada? Que eres todo lo que necesito?

—Si Ámbar,y te amo,pero no puedo seguir así,lo nuestro se termino.

—Vamos a hablar Simón.

—Vamos,los chicos nos esperan.—Sin más se fue dejándome ahí parada,sin decir nada,sentía como lágrimas caían de mis ojos.

Le mandé un mensaje a Luna.

Prima 🌸
Luna me voy a casa,vallan sin mí,con cuidado,te veo en casa.

Me llegó un mensaje,haciéndome saber que me había respondido.

Estás bien?yo te acompaño dónde estás? Vamos juntas.

No Luna,ve,hablamos en la casa,te quiero prima,te aviso cuando llegue.

Sin más decidí salir de la escuela y tomar un taxi que me llevara a casa.

Llegué a la casa y las miradas se centraron en mí,más la de Monica.

—Que tienes Ámbar?

—Nada,solo que tengo mucha tarea y quise venirme a casa,es todo,ahora,con permiso,me iré a hacerla.—Sin más decidí subir las escalera y dirigirme a mi habitación.

Saqué los libros y los cuadernos,mientras prendía la computadora,si algo era cierto,era lo de la tarea.

No podía concentrarme,no teniendo a Simón en mi cabeza,una vez más lágrimas salieron de mis ojos.

Estaba perdiendo a una de las personas más importantes para mí,y sabía que si seguía así,iría perdiendo a todos,uno por uno.

Hasta quedarme sola,como al principio.

Golpes en la puerta hicieron que me limpiara las lágrimas rápidamente.

—Adelanté.

—Soy yo,te traje la comida,supongo que no ibas a comer en el comedor.

—Gracias tía.—Ella sonrió,muy pocas veces le decía tía.

—Denada cariño,pero cuéntame que tienes? Se que te pasa algo,y quiero que confíes en mí,te quiero mucho y no me gusta verte así.

—Nada,problemas con Simón,como cualquier pareja las llega a tener,y luego las tareas,es solo eso,vos quédate tranquila,una vez más gracias por la comida.

—Bien,sabes que puedes confiar en mí no? Siempre estaré para tí Ámbar.

—Gracias Monica,te quiero.—Sin más salió de mi habitación,decidí probar la comida que me había traido.

Sin duda era buena,como toda la comida que ella hace.

Eso me ayudó un poco a concentrarme con la tarea.

[...]

Estaba acostada en mi cama,con mi teléfono en las manos,pensando si mandarle un mensaje a Simón o no.