Lunes por la mañana. Odiaba los lunes por la mañana. Odiaba tener que ir al colegio. Me levante con pereza de la cama y arrastre mi cuerpo hasta el cuarto de baño, me di un rápido baño, salí y me puse rápidamente unos jeans ajustados y una blusa blanca holgada y unos zapatos blancos. Me deje el cabello castaño amarrado y me maquille un poco frente al espejo.
Me sonreí coquetamente y luego tome mi bolso de la cama. Odiaba la escuela, la odiaba tanto. Yo era de esas chicas que sacaban muy buenas calificaciones pero no era una matada que estaba siempre en sus libros, no, me esforzaba mucho por tener buenas calificaciones y todo eso. Entregaba todos mis proyectos en forma y día.
Nunca me había gustado reprobar.
En cuanto llegue a la cocina, mire que mi madre tomaba una taza de café negro mientras estaba con una ―no muy bonita― bata color azul y una blusa de tirantes gris al igual que sus shorts.
― Buenos días ― saludé mientras abría la nevera y sacaba un poco de mermelada.
― Buenos días ― murmuro mi madre sin despegar la vista del periódico.
El silencio hizo presencia entre nosotras como era de costumbre. Revire los ojos. Los desayunos con mi madre siempre eran callados. Por eso mi hermana y mi padre se hartaron de ella y se fueron.
Claro, para ellos fue fácil dejar todo aquí. Mientras que para mí, no fue así.
Me hice rápidamente unas tostadas y me serví un poco de jugo de naranja. Comí lo más rápido que pude, ya que, tengo examen a primera hora. Me la pase estudiando lo que quedaba de mi domingo cuando regrese de casa de Harry alrededor de las cuatro de la tarde. Mi mejor amigo me había traído y luego se fue a quien sabe dónde con quien sabe quién.
Termine rápidamente mi desayuno, subí rápidamente a cepillarme los dientes y a verme una vez más en el espejo. Estaba perfecta. Me remarque los labios con el pintalabios rosa. Luego baje a toda prisa a esperar a que Harry llegara por mí para irnos los dos juntos al campus como él lo había prometido.
Harry era el chico popular de toda la escuela. Era el chico malo a la cual toda chica sueña. Tenía a las chicas babeando por él, y se podía decir que uno que otro chico. Era ese típico chico que siempre iba a la fiesta y estaba siempre con la más hermosa del lugar. Era el chico que siempre tenía sexo con las chicas más sexys del lugar. Era el más amado por las chicas y el más envidiado por los chicos. Eso, lo hacía más arrogante en sí.
Pero... no era una mala persona, si no, todo lo contrario. Era una de las mejores personas que conocía y que valía la pena conocer. El simplemente era mi hermano, lo amaba tanto como si fuera un hermano mío, de verdad.
Algo no podía negar. Harry era muy guapo, pero nunca lo había visto como otra cosa. No podía imaginarme junto a él como pareja o simplemente teniendo sexo. No lo sé, me sentiría muy rara. Pero bueno, sé que él tampoco me ve como otra cosa.
Era como mi hermano mayor que jamás tuve y siempre cuidaba de mí y no dejaba que ningún otro hombre se me acercara, era celoso en ese aspecto.
Saque mi móvil de mi bolsa y mire la hora. Faltaban cinco minutos para que tocaran la campana y Harry no llegaba. Mierda. ¿Dónde está? Se supone que estaría aquí muy temprano. ¡Tengo examen a primera hora!
Teclee rápidamente su número en mi móvil. Espere a que contestara mientras movía mi pie de arriba abajo. Pero rápidamente me mando al buzón.
― ¡Maldición, Harry! ― grite histérica.
Mire la extensa calle de un lado a otro. Pero no había ni una sola pista de que Harry se acercara. Maldición. Tendré que ir caminando.
Revire los ojos, me aferre a mi bolso y comencé a caminar en dirección al campus.
―Llegue justamente a tiempo. Apenas entre al campus la campana sonó indicando que las clases comenzaban.
Odiaba química. Era la clase que más odiaba junto con Matemáticas. No entendía nunca nada, era una papa entre todos mis compañeros. Me esforzaba mucho, pero no era para nada buena. Me la había estudiado química todo el día. No entendía nada de átomos, o reacciones químicas.
Fui hasta mi casillero e introduje la clave para abrirlo. Saqué rápidamente lo necesario para el examen. Cerré mi casillero y salí disparada a la clase.
El maestro que a mí me daba el curso de Química, era de lo más estricto, era un hombre que odiaba la vida y no estaba casado a sus cincuenta años. Era un hombre alto con principios de calvicie, lentes cuadrados, y vestía la playera que solo los maestros del campus usaban unos vaqueros negros y calzado reluciente.
Entre rápidamente al aula y me senté en el lugar de siempre. Deje mis cosas en el suelo y saque un lápiz, borrador y lapicero. Lo necesario para contestar la prueba. Me faltaba algo, mire hacia el lugar de Harry cuando me di cuenta de que no estaba.
Uhm. ¿Qué habrá hecho? ¿Por qué no está aquí?
― Señorita, Hobbes. Ponga atención a la clase ― me llamo el profesor Tyler.
― Lo siento ― murmure. El profesor Tyler volvió su vista al alumnado y siguió dando las indicaciones.
Mientras el profesor hablaba yo tenía mí vista perdida en la ventana. De seguro se quedó dormido.
El profesor Tyler comenzó a repartir los exámenes. Cuando llego a mí, la puerta sonó con dos golpes. El profesor bufo y fue hasta la puerta.
― ¿Qué son estas horas de llegar? ― gruño el profesor Tyler llamando la atención de los demás chicos que estábamos ahí.
― Tengo un justificante ― dijo Harry en su defensa.
El profesor lo tomo y lo leyó. Sin decir nada asintió y Harry entro al aula con su mochila colgada en su hombro. Se sentó dónde habitualmente se sentaba.
Alado de mí.
― No quiero escucharlos hablar, ni que levanten la vista siquiera, porque les cancelo el examen. Tienen exactamente una hora.
Escuchaba claramente las manecillas del reloj. Tome mi lápiz y comencé a contestar el examen.
―
Habían pasado diez minutos y seguía contestando el examen. Iba por la pregunta 10 de 50. Sentía que no me iba a dar mucho tiempo, y eso me estaba mortificando.No entendía todo, pero con lo que sabía era suficiente para sacar una B, y me conformaba con una B. Quite un momento la mirada de mi examen para perder el tiempo y ver el aula. Mi mirada se topó con un Harry preocupado que mordía ligeramente la goma de su lápiz.
«Qué tonto Styles.» Pensé.
El quito la vista de su examen y giro su cabeza un poco encontrándose con mi mirada. Al momento el sonrío enormemente.
― ¡Scarlett! ¡Por favor! ¡Ayúdame! ― susurro mientras jalaba un poco más su silla hacia mí.
― No ― murmure ―. Nos van a ver.
Rápidamente regrese mi mirada a mi examen.
«No le hagas caso, Scarlett. Se fuerte, no lo ayudes.»
― Scarlett por favor ― rogaba Harry mientras extendía su mano para tomar mi examen.
― Harry, he dicho que no. Nos quitaran él examen.
― Te lo juro que no, te lo juro.
― ¡Styles, Hobbes! ― gruño el profesor ―. ¡Denme sus exámenes! ¡Tienen la nota mínima! ― alce mi mirada incrédula al maestro. Tenía el ceño fruncido y su mano extendida hacia mí.
― Por... ― no me dejo terminar ya que se acercó a mí y me arrebato el examen e hizo lo mismo con Harry.
― Los dos, afuera ― sentí como se me formaba un nudo en la garganta y como mis ojos se llenaban de lágrimas.
Tome con brusquedad mi bolso y salí disparada del aula. Sintiendo los pasos de Harry detrás de mí.
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Nothing Feeling - Harry Styles { Hot } - EDITANDO -
Fanfiction¿Placer y nada más que placer? Si de seguro. Pero hay unas cuántas reglas, nada de sentimientos, nada de celos y por último sólo será sexo.