———Jack Frost———
—¿Por qué a ella? —le grité con rabia a Sombra.
—Ella es tan... inocente, tan buena, tan tierna...— dijo acercándose a ella con intención de acariciarle la mejilla. Olivia apartó la cara bruscamente—. Y a la vez con tanto carácter... es una especie más de mis pesadillas, pero es especial...— dijo sonriendo siniestro. Miró hacia una mesa que había unos pocos metros de nosotros—. Vaya, también ha venido mi amiga Esmeralda —dijo acercándose a la mesa y sacando a Melanie de ésta. Ni siquiera me había percatado de que se había escondido.
—Te equivocas, ella se llama Melanie, pipiolo —respondió Conejo alzando la voz, enfrentándose como pudo. Sombra miró a Melanie que estaba a su lado, y está sonrió.
—No me han descubierto todavía, ¡lerdo!—dijo golpeando a Sombra en el hombro. Este la miró cabreado.
—¿Qué está pasando, Melanie? —preguntó Santa un tanto desorientado.
—A ver, viejales, entérate. No soy ninguna Melanie, esto tan solo era un mísero disfraz. Soy Esmeralda—respondió llenándose a sí misma de grandilocuencia. Con sus brazos hizo movimientos bruscos para provocar que llamas de fuego color esmeralda la envolvieran cambiando totalmente su aspecto y transformándola en una persona completamente distinta.
¿Quién era Esmeralda, y qué pintaba en todo esto? En aquel momento su nombre me pareció irónicamente original. Toda ella era verde esmeralda. Sus ojos, su pelo, toda ella tenía tonos y reflejos verde esmeralda. Su vestido había cambiado de color pastel por las rodillas a un verde intenso hasta el suelo. Incluso en su cabeza descansaba una diadema con minerales esmeraldas.
—Nunca he sido vuestra amiga. Y sí, los esqueletos son obra mía, gracias...— dijo haciendo reverencias irónicas—. Nunca me habéis caído bien, ninguno. He tenido que aguantar vuestras tonterías fingiendo que tenían sentido... bueno, Jack es el único que merece la pena, él es precioso —dijo mirándome con segundas intenciones.
—¿Nunca ha sido su guardiana? ¿Flame no...— reflexionó Santa en voz alta. ¿Quién era Flame? Aquello cada vez me parecía aún más enrevesado.
—Todo tiene sentido...— musitó Tooth para sí misma.
—¿Qué tiene sentido aquí? —preguntó Olivia, curiosa y aún más perdida que yo. A cada gesto que hacía, tenía más claro que me gustaba más.
—¿Y para qué querría ella un guardián? —Preguntó Esmeralda señalando a Olivia con un tono vacilón—. Todos sabemos que ella no es la especial aquí.
—Ella no lo sabe —le susurró Tooth a Santa. Algo me decía que eso que ella no sabía estaba relacionado con Olivia, y que era sobre ella misma. Olivia y yo nos miramos. ¿Qué había que saber?
—Ella es solo una niñata insoportable que me cae de mal como yo a vosotros. Una lástima que Jack esté de vuestra parte, con lo feliz que yo podría hacerle...— dijo mientras me miraba con una sonrisa en la cara. Esmeralda cada vez me daba más rabia, y aumentaba mis ganas de hacerla desaparecer del mapa.
—Entonces... nos has estado engañando todo este tiempo...— sentenció Conejo. Vi como a Sandy le salía arena en forma de humo por las orejas.
—Vaya, se ha dado cuenta —rió Esmeralda—. Un aplauso para la mascota de pascua—dijo y aplaudió. Conejo suspiró intentando calmarse.
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No se quien es Jack Frost.
FanfictionOlivia, una chica de 16 años, vive sola con su abuela Amelia de 91 y su hermano Bruno de 3, debido a que sus padres siempre están de viaje. Desde que ellos se fueron, han empezado a suceder cosas extrañas, y Amelia y Bruno han empezado a actuar de u...