———Olivia———
Ni siquiera me paré a pensar en quien podía ser. Agarré su brazo y doblé su codo, haciendo que se tumbase delante de mi. Cogí un palo que casualmente tenía él en la mano y lo puse en su cuello, de manera que bloqueaba cualquier movimiento que pudiera hacer. Me puse encima suya bloqueando también su cuerpo y le miré a los ojos.
No me lo quería creer. No quería ver lo evidente.
—¿Quien eres y qué haces en mi casa?—dije agarrando con fuerza el palo.
—¿Cómo que quién soy? Soy Jack, el espíritu de—no le deje acabar la frase.
—Mentira. Yo no puedo ver a Jack. Solo le oigo. Él no puede tocarme. —empezaba a pensar que esto era una mala pasada de algún sueño del que no podía despertar. —¿Qué haces aquí?—repetí con expresión difusa.
—Olivia, cálmate, mírame. Soy yo, Jack.—aflojé un poco la presión del palo y miré su torso. Llevaba la misma ropa que llevaba Jack en los dibujos de Bruno y de la abuela. Lo que yo tenía como "palo" era su bastón mágico.
———Jack Frost———
Llegué a casa de Olivia después de estar unas horas repartiendo nieve. Al entrar al salón Olivia estaba llorando. Ir a ayudarla me salió solo, sin embargo al tocarle el hombro Olivia me hizo una llave y me bloqueó todos los movimientos posibles. ¿Ahora ella me veía? La situación mejoraba por momentos.
—Olivia, cálmate, mírame. Soy yo, Jack.— dije. Ella aflojó la presión que hacía con mi bastón y miró mi torso.
—Eres...¿eres de verdad Jack Frost?—me preguntó agrandando los ojos. Apretó mínimamente el agarre en el bastón.—cómo...no...¿cómo es que puedo verte?—preguntó. Olivia no sabía qué hacer, estaba muy confundida. Yo en parte también, pero si alguien en aquella situación podía reaccionar, era yo.
Poco a poco me moví y retiré el bastón de mi cuello hasta dejarlo en el suelo a un lado. Olivia me miraba, aún incrédula, sin saber cómo actuar, o qué decir. Desplacé su pierna suavemente hasta quitármela de encima y me incorporé hasta quedar cara a cara con ella.
—Estabas llorando. ¿Qué ha pasado?—le pregunté. Era una de las pocas veces que no se me ocurría nada para alegrar la situación. Olivia pestañeó un par de veces, haciendo caer una lágrima.
—Bruno. Bruno no se despierta. —dijo con un hilo de voz. Me levanté y fui al lado de Bruno.
—Está dormido. ¿Has llamado a alguien?—pregunté.
—He llamado a todo el mundo, y nadie responde. Nadie coge el maldito móvil.—dijo con algo de más fuerza. Puso las manos en su cara y empezó a llorar. Me acerqué a ella y la rodeé con mis brazos, abrazándola. En seguida me respondió el abrazo, desprendiendo un calor agradable.
—Tranquila—hice un silencio—, creo que va más allá de un simple sueño—Olivia levantó la cabeza y me miró. Sus ojos estaban cristalinos—. Es decir, no creo que sea simplemente pura coincidencia tu abuela desaparezca, tu hermano no despierte y nadie coja el teléfono.
—¿Qué quieres decir?—se separó completamente de mi, y se sentó en el sillón.
—Creo que tu abuela nos dio la clave. Lo último que me dijo fue que tú eras importante en la misión y que las estrellas estaban desapareciendo—me agaché para poder mirarla a los ojos de cerca.—. Todo tiene una relación.
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No se quien es Jack Frost.
Fiksi PenggemarOlivia, una chica de 16 años, vive sola con su abuela Amelia de 91 y su hermano Bruno de 3, debido a que sus padres siempre están de viaje. Desde que ellos se fueron, han empezado a suceder cosas extrañas, y Amelia y Bruno han empezado a actuar de u...