6-Guerra de paz

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Martina se había perdido entre las personas que charlaban animadas en aquel cóctel celebrando el gran estreno y ella se refugiaba entre lágrimas en el vestuario oscuro, lleno de mochilas, maquillaje derramado y prendas de ropa que volaron rápidamente en cuanto acabo a función. Dejó caer sus manos sobre aquella mesa y grito de la impotencia que le provocaba todo aquello, y lloraba, hasta que el cuerpo de Julia se dejaba ver en aquel vestuario, sin sus zapatos y con el maquillaje de sus labios corrido, la abrazó sin esperar una explicación.
Martina le explicaba lo ocurrido a Julia entre lágrimas sin saber quién escuchaba al otro lado. Bruno salía con sus labios impregnados de carmín rojo y su camisa con medio de sus botones desabrochados, sus ojos estaban inyectados en sangre escuchando el relato de su hermana, que le cayó el mundo encima al verlo salir del mismo lugar donde hacía unos minutos salía su compañera.

-¿Desde cuándo estáis liados?

-Martina......

-¿Donde está mamá?

-Se habrá ido con papá supongo

-eres una egoísta, miras solo por tí, por tu ballet....... Te importa una mierda como se sienta el resto.....

-¿Me vas a dar consejos de moralidad tú?

Decía Martina mirando directamente a su hermano señalándole con su dedo índice

-no, yo no, pero eres muy injusta con papá...... Pero todo esto también afecta a mamá y creo que no te has parado a pensar en cómo se siente ella. Papá lo dejo todo por tí....... Mamá también lo hizo- tomaba aire para seguir consulta discurso -No una vez....... Mamá y yo teníamos una buena vida en Londres y volvimos por vosotros y papá hizo el esfuerzo de adaptarse a Barcelona encontrando la música, lo que le hace feliz, pero a mamá le hace feliz verle, ¿No te has dado cuenta que ya no se les escucha reir por las noches? ¿Que papá ya no coge la guitarra para perderse cantando en los ojos de mamá? Papá dejó su vida y su felicidad en Barcelona para que tú cumplas tu sueño y seas feliz...- Bruno siempre se había fijado en los pequeños detalles de su familia -Y tú te comportas como una niña a la que le han quitado su juguete favorito

Bruno desaparecía, Julia no sabía que camino tomar, Martina seguía con la rabia y la impotencia en sus venas, volvia a clavar sus puños en la mesa hasta hacerse daño.

-vete, no te necesito- pronunció llena de rabia, haciendo que Julia desapareciera a pesar de tener miedo de todo lo que podía hacer su amiga en aquella situación en la que se sentía impotente y que se había topado con la realidad de golpe.

Cepeda fumaba en unas escaleras pérdidas de la ciudad, no demasiado lejos del lugar donde su hija había triunfado, ante la mirada silenciosa de Aitana, llevaban un par de minutos en silencio, escuchando el ruido de la calle, de la noche, de las caladas del cigarro y los suspiros de Aitana.
Si algo bueno tenían como pareja era el saber escuchar los silencios, saber darse el tiempo adecuado, relajarse antes de hablar, para no decir palabras que puedan hacer daño a cualquiera de los dos, quizás debían enseñarle eso a sus hijos, pues Aitana había sentido las punzadas que le habían dado a Cepeda durante el monólogo de su hija, y después había sentido su propia decepción y el sentirse perdido, la propia Aitana también se perdía a veces, sin saber muy bien cuál sería el siguiente paso.

-Aitana...... Lo que ha dicho la niña......

-Luis..... Ya lo hablamos, no tienes la culpa de nada

Aitana se acercaba a él cogiendo sus manos, buscando el contacto con su piel

-fui yo quien metió a Fran en nuestras vidas

-las circunstancias podían haber sido diferentes con el mismo final

-yo quería a ese bebé...... Aitana

La lágrimas caían por su rostro escondido tras sus manos, Aitana se sentaba junto a él abrazándolo besando sus mejillas y limpiando sus lágrimas

-Luis..... Deja de culparte por eso...... Tenemos dos hijos maravillosos...... Dos trocitos de luz como dice tu madre....... Son la muestra de lo que nos queremos y ese bebé está aquí

La mano de Aitana se posaba en el pecho de Luis, señalando su corazón acelerado y ella se escondía en el hueco que quedaba entre su cuello y su hombro, uno de sus lugares favoritos. Ahora le tocaba ser fuerte a ella y luchar por los dos, por los cuatro que formaban su familia, para volver a serlo algún día.

-Martina me odia

-no lo hace...... Se parece más a ti de lo que pensábamos....... Sobre todo en lo de que no sabe quedarse callada. Hablaremos con ella..... Juntos

Luis asintió y se dejó abrazar por Aitana, varios minutos después Bruno llegaba para observar la escena de sus padres abrazados, abatidos por la situación, y él suspiro al no encontrarse una discusión entre ellos y ver el apoyo mutuo.

-¿Has visto a Martina? - pregunto Aitana dejando que se sentará a su lado y acariciando los rizos de su pelo

-sí, pero preferiría que no me hubiese visto

-supongo que ya lo sabes todo- Bruno asintió a su padre

-es injusta, estamos aquí por ella

-Martina también lo pasa mal, está sometida a mucha exigencia- Bruno y Aitana miraban sorprendidos a Luis tras sus palabras

-papá......

-Bruno...... Tengo una idea y espero que me ayudes con los números

-¿Qué dices Luis?

-Cariño, tengo que hablar con Alfred y hacer números pero voy a mejorar en todo lo que pueda, volver a ser una familia

-Luis..... No creo que sea tan fácil

-empezare haciendo feliz a esto

Su mano clavada en el corazón, la sonrisa de Bruno, la mirada intensa de Aitana. Los Cepeda Ocaña dispuestos a volver a ser un tándem a ir todos a una, a que la paz reinará por momentos en casa y que el caos nunca se terminará de descontrolar.

Martina miraba su reflejo en aquellos grandes espejos, su maquillaje por su rostro dejaba en evidencia aquellas marcas que anunciaban la duración de largas horas de sus productos, suponía que no estaban hechos para acabar la noche discutiendo con tu padre, diciéndole las verdades en medio de una calle de Madrid.

-¿Martina?- pregunto un dudoso David que la abrazaba al verla rota frente al espejo- suponía que necesitabas espacio y tiempo pero estaba preocupado

-gracias David

-no me las des ¿Quieres hablar?

Martina negaba

-quiero irme lejos de aquí, contigo

El chico sonrió y asintió.

Martina Cepeda Ocaña estaba dispuesta a declarar la guerra en su casa, rebelándose por completo

Subiré capítulos a las 15:00 hora española, espero actualizar todos los días

Espero que os guste💛💙😘

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