18-Feliz Navidad

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23 diciembre

Sergio se iba a pasar la mañana trabajando en el bar maldiciendo no poder estar con Martina riendo por cualquier tontería, los clientes se quejaban de lo caliente que estaba su café o de que su tostada no llevaba suficiente tomate, su madre no paraba en la cocina y pedía una ayuda que él no podía darle por no poder parar ni un segundo en la barra y Sergio deseaba poder teletransportarse a la noche anterior,donde beso a Martina por primera vez, donde su piel se erizo y su corazón palpitaba al ritmo de las mariposas de su estómago.

Al mediodía todo parecía estar más tranquilo en la barra tomaba café Pepe un señor mayor de pelo blanco que siempre esperaba a que su mujer terminara los recados. La madre de Sergio abandonó la cocina en cuanto terminó los desayunos y se marchó dejando al chico de encargado de todo, su padre estaba hablando con proveedores y no llegaría en un par de horas

-tienes esto muy tranquilo, chico

-ya era hora Pepe, ha sido una mañana de no parar

-ya me gustaría tener un nieto tan trabajador como tú

-¿Su nieto sigue sin querer estudiar?

-nada de nada, su madre ya no sabe qué hacer con él, todo el día en casa con la maquinita esa

-mis padres nunca me compraron una maquinita de esas y mira que las pedí

-que suerte, seguro que tienes muchos planes para esta Navidad

Pero la silueta de aquella chica castaña de ojos verdes hacía que Sergio dejara de escuchar a Pepe y que una sonrisa tonta se le dibujara en la cara. Martina se se yo en aquel taburete y apoyo su barbilla en la mano observando al chico con una sonrisa, el bar estaba prácticamente vacío y Pepe observaba divertido aquella escena en la que las palabras no salían pero las miradas y sonrisas hablaban

-bueno chico, yo me marchó que la jefa me está esperando

-feliz Navidad Pepe- dijo Sergio viendo como el hombre se colocaba su bufanda y se despedía del bar posiblemente mañana no iría pues la familia estaría en casa cuidando de él- ¿Y esta señorita que desea?- se apoyó al otro lado de la barra clavando su mirada en esos ojos verdes que brillaban más que nunca desde que la conocía

-un vaso de agua

-solo una bailarina entra a un bar a pedir agua

-solo un buen camarero me la ofrecería sin rechistar

-yo tengo permiso para rechistar- dijo el acercándose a los labios de la chica y dejando un tierno beso

-te he echado de menos

-Martina Cepeda reconociendo sus sentimientos- dijo el chico fingiendo sorpresa, ella río tímidamente intentando evitar que sus mejillas enrojecieran- pensaba que ibas a hacer la maleta y ya no te vería

- he madrugado para poder venir a verte- Sergio no pudo evitar la sonrisa

-¿Tienes ganas de ver a tus abuelos?

-sí, aunque las Navidades en la casa de los Ocaña son una verdadera locura

-pero lo pasarás bien- Martina así tío con una pequeña sonrisa

-¿Y tú qué vas a hacer?

-en mi casa no se celebra demasiado la Navidad, tendré curro por la mañana y por la noche cenaré con mis padres y mis hermanos

-una cena muy interesante

-mas interesante sería contigo- dijo él volviendo a besar su sonrisa, esta vez perdiéndose más en ese intenso beso sin pensar en las personas que estaban en el bar, ambos se separaron rápidamente cuando escucharon entrar a la hermana del chico, que no pudo evitar la sonrisa. Sergio miraba a Martina y se rascaba la nuca nervioso, ella observaba a la chica que acababa de entrar, se parecía a Sergio en pequeñas cosas, pero esa sonrisa no era para nada igual.

-¿Porque no te vas a dar una vuelta? Esto está tranquilo, podré apañarmelas- dijo la chica con una sonrisa, Sergio se sorprendió y desató el delantal de su cintura y corrió a por su chaqueta, antes de marcharse beso la mejilla de su hermana, susurrando un gracias.

Tras coger de la mano a Martina y salir corriendo durante un buen trayecto,Martina pedía una tregua,sus pies no podían más aunque su cuerpo estaba preparado físicamente para aguantar.

-menuda bailarina, que se cansa de nada- dijo Sergio abrazándola- ven quiero enseñarte algo- subieron tantos escalones que Martina dejo de contar, llegaron a una azotea donde se podía ver Madrid

-esto es increíble Sergio

-siempre he dicho que esto es lo más bonito que tiene mi edificio- Sergio hizo girar a Martina sobre sí misma en un giro nada perfecto, no  para lo que ella estaba acostumbrada

-yo creo que lo más bonito de este edificio lo tengo delante- Sergio río y beso sus labios, nunca imaginó a una Martina tan romántica

Perdieron la noción del tiempo abrazados mirando las vistas que les daba aquella azotea, disfrutando las horas que les quedaban juntos, Martina sin saber si volvería a Madrid después de pasar la Navidad en Barcelona, necesitaba alejarse de Madrid para que David dejara de controlarla, y quizás Sergio era una buena salvación, una forma de escape a todos sus problemas en el baile.

-¿No te veré hasta Enero?

- no lo sé, mis padres vuelven  de Barcelona después de Navidad puedo volver con ellos

-quiero que disfrutes de estás dos semanas en Barcelona, de la playa a la que tanto echas de menos

-a ti también te echaré de menos, Sergio

-tenemos todo el tiempo del mundo juntos- Sergio beso los labios de Martina acariciando su pelo suelto, ese que normalmente siempre iba recogido en un perfecto moño de bailarina, las manos de ella acariciaban su espalda y su pecho, y los besos pedían muchas horas más juntos.

-Feliz Navidad Martina

-feliz Navidad Sergio




Capítulo corto el de hoy.
Dos cositas
Gracias por todos los comentarios en lo que subí ayer, sois increíbles y lo importante les queréis a los dos aun que os decanteis más por uno o por otro depende del gusto musical, borraré eso para que no altere el orden de capítulos.

Y ahora la cuestión, ¿Os apetece ver la Navidad Cepeda Ocaña? ¿O preferís que avance capítulos para pasar Navidad y llegar a Enero?

Gracias por leerme, os quiero 💛💙😘

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