28-Por favor

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Las horas de vuelo se le estaban haciendo más largas de lo normal, nadie le había querido contar cómo estaba Bruno, simplemente había tenido un accidente con la moto. ¿que nivel de accidente? ¿tenía algún hueso roto? no, no podía ser solo eso, sus padres no permitirían que volviera de Nueva York en el primer vuelo, solo por un par de rasguños, tenía que ser algo más grave,  Julia tampoco contestaba a ninguno de sus mensajes ¿y si ella también iba con él? ¿y si estaban los dos gravemente heridos? ¿quien había tenido la culpa en el accidente? Necesitaba respuestas cuanto antes, y sin darse cuenta no estaba nerviosa por ir subida en un avión en el que podría morir con cualquier fallo tonto, estaba preocupada por su hermano, por su familia, y pensaba en su madre y en su padre,  en el dolor que estarían sintiendo en una fría habitación de hospital.

Sentía después de un largo año, necesitaba de su familia, a veces en Nueva York, no se sentía persona, era incapaz de ver más allá del dolor que le producían sus pies después de los largos ensayos. No le sorprendió ver como Noe la ayudo con el billete de avión y cómo se había encargado de que David no se enterara de su marcha, le había dejado una carta asegurando de que volvería en cuanto Bruno mejorará, pero a decir verdad, Martina no tenía ganas de regresar, quería quedarse en casa y refugiarse en los brazos de su madre y de su padre, dejar de preocuparse por ser la mejor bailarina del mundo y centrarse en dejarse llevar por el baile como siempre había hecho, antes de que todo eso se volviera una obligación.

Aterrizó en Madrid y fue de las primeras personas en abandonar el avión, estaba desesperada mientras su maleta se decidía por salir. Necesitaba ver a alguien de su familia, saber que todo estaba bien dentro de todo lo malo que podía pasar.

Miró, buscando a sus padres, o algún familiar, pero no fue así, sus padres habían prometido ir a buscarla, pero entendía que lo importante ahora era Bruno y que ella podía coger un taxi en dirección al hospital. Pero entonces entre el barullo de personas que se saludaban después de un tiempo y las maletas que corrían con rapidez empujadas por sus dueños, le vio. No había cambiado en un año y medio, su barba seguía intacta y su pelo a pesar de estar un poco más largo estaba peinado en un perfecto tupé, vestía un vaquero y un jersey, que le hacía sentir frío por no vestir chaqueta, y estaba guapo, él siempre lo había estado, le levantó una mano a modo de saludo y ella sabía que él era la persona encargada de llevarla al hospital, la primera persona en verla después de tomar las riendas de su vida, de tomar una decisión demasiada errónea.

-hola Sergio

-¿todo bien, Martina?

-no esperaba verte aquí- dijo ella viendo como el chico cogía su maleta y andaba con tranquilidad en silencio

-estoy haciendo esto por tus padres, no por ti

Después de aquella frase cargada de dolor para Martina, subieron al coche en silencio, sonaba la lista de reproducción de Sergio, que a ella tanto le gustaba, pues llevaba demasiado tiempo escuchando música clásica, esa que el chico tanto odiaba.

-¿que le ha pasado a Bruno?- dijo la chica rompiendo aquel silencio que la atormentaba, esperando que Sergio deshiciera el nudo en la garganta que tenía ahora mismo

-venía de la biblioteca, se le había hecho tarde estudiando y se cruzó con un coche, su conductor perdió el control porque iba bebido y se llevó la moto y a Bruno por delante, no fue su culpa

-¿como está?

-Martina…….

-por favor, Sergio- la voz dulce de Martina pronunciando su nombre después de tanto tiempo le había hecho estremecer

-está inconsciente, le han operado de urgencia, pero tiene un fuerte traumatismo en la cabeza, no saben si va a despertar- Sergio siempre había sido claro con ella, pero ese día en aquél coche hubiese deseado no haberle sido sincero, no le gustaba ver el dolor de las personas pero con ella era diferente, podía sentir el dolor que ella sentía.

Veía sus lágrimas correr por sus mejillas, cerró fuerte sus ojos y cogió su pequeña mano, estaba fría y las podía notar temblar, necesitaba decirle que todo iba a estar bien, y que su hermano iba a salir adelante y que pronto estaría haciendo maquetas de esas de las suyas, pero la realidad era otra, él no sabía que iba a pasar con su amigo, había llegado al hospital ya inconsciente y sin despertar no podían saber los daños que podía tener su cerebro.

Era una situación complicada.

Martina andaba con velocidad, Sergio la seguía de cerca con las manos en sus bolsillos y la cara, nunca había imaginado que el día que se encontrara con Martina fuese con la vida de su mejor amigo en juego.

Aitana lloraba apoyada en los brazos de Cepeda y él tampoco podía contener sus lágrimas, dejando besos en la cabeza de ella, cuando vieron aparecer a Martina fue como un soplo de aire fresco, fue un ahora estamos todos juntos, ahora podemos luchar, juntos es más fácil.

Se abrazó a su madre y después a su padre, al que al igual que a ella le temblaban las manos, y después miró a Julia estaba abrazada a Sergio que se había sentado a su lado, se acercó a ella y la abrazo fuerte, intentando calmar un llanto que era demasiado doloroso.

-te he echado de menos- dijo Julia entre suspiros

-yo también a vosotros……… a todos- dijo clavando su mirada en Sergio  

Capítulo corto pero es para que vayais haciendo suposiciones de lo que puede pasar.
Intentaré subir esta tarde-noche otro y si no mañana seguro

Espero que os guste
Os quiero 💛💙😘

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