Madrid estaba nublado aquella mañana, hacía dos días que había vuelto a la ciudad, Sergio se decidió por pasar la nochevieja con los Ocaña, quizás la insistencia de Aitana y Belén había tenido algo que ver con la decisión del chico, Martina esperaba un sí pero entendía a la perfección que su respuesta fuera un no, finalmente pasaron la última noche del año juntos.
Al volver a Madrid, Bruno y Julia les recibían con los brazos abiertos suplicando muchas explicaciones, finalmente la tarde de reyes se decidieron por contarles parte de su historia, ellos estaban encantados y a la mañana siguiente Bruno y Martina abrieron los regalos como cuando tenían ocho años, en pijama, descalzos y con Aitana y Cepeda mirándolos abrazados en el sofá.
Pero aquella mañana Martina volvía a la rutina y sentía miedo, también estaba nerviosa, por primera vez al ir al conservatorio. No quería reencontrarse con David aún sabiendo que el había intentado ponerse en contacto con ella, probablemente estaría furioso y no tardaría mucho en llegar a sus oídos la especial relación que tenía con Sergio.
Cargada de su mochila y con los auriculares puestos andaba hacia los vestuarios, aún no se había atrevido a mirar el horario, en enero siempre empezaban los ensayos individuales para la próxima obra y sabia con toda seguridad que David sería el primer bailarín aunque no fuera el mejor en clase, su padre era el dueño de todo y otro bailarín quedaría renegado a ser su sustituto aún teniendo una técnica perfecta.
Empezó a estirar sus músculos, uno por uno, la conciencia que tenía Martina en su cuerpo era admirable. Llevaba todas las vacaciones prácticamente sin ser estrictamente obediente en los ejercicios pero su cuerpo seguía igual, estaba en forma. Y río al recordar como Sergio tenía razón al decir que las piernas de la chica no se oxidarian por unos días de descanso.
-Martina Cepeda, la esperan en el despacho del director- dijo la profesora en cuanto llegó a clase, miró a Julia que le lanzaba una sonrisa de tranquilidad.
Subio los escalones que la llevaban a la segunda planta de dos en dos, ¿qué querían decirle? No podía haber hecho nada malo, no llevaban ni una hora de clase. Conocía al director y sabia lo mucho que cuidaba a sus bailarines, quizás porque había visto a muchos jóvenes bailarines.
Pero al abrir la puerta, Martina no se encontró al viejo director, en la mesa la vio sentada con los brazos cruzados, la reconoció en cuestión de segundos, su pelo perfectamente peinado, su maquillaje intacto, sus tacones de aguja y ese traje de falda y chaqueta de alguna marca extremadamente cara, la madre de David.
-sientate Martina, por favor
-¿dónde está el director?-pregunto la joven extrañada
-ha recibido una jubilación anticipada, pero no te preocupes, ahora seré yo la nueva directora- Martina trago saliva, ahora si que tenía miedo, todo el conservatorio controlado por la familia de David, al que todavía no había visto y le parecía demasiado extraño
-¿porque me ha llamado?
-veras, Martina creo recordar que envió una solicitud para el conservatorio de baile en New York
-si, así fue pero eso fue hace un año casi, no me encontraba cómoda en Madrid y necesitaba salir, pero no me aceptaron la beca
-de eso quería hablarte- dijo sacando un sobre del cajón de su escritorio y poniéndolo sobre él, Martina observaba nerviosa- te han aceptado, quieren que la semana que viene te incorpores a sus clases
-¿cómo la semana que viene? ¿Y porque tiene usted esta carta? Pensaba que la enviaban a casa- dijo Martina leyendo la carta en la que le admitían en uno de los mejores conservatorios de EEUU
-se habrán traspapelado en correos y ha llegado aquí, no te preocupes
-pero yo no me puedo ir, tenemos una obra que montar, mi familia....., mis amigos......
-es una gran oportunidad, Martina- en eso tenía razón, pero ella pidió aquella beca porque las cosas en casa no iban bien, ahora todo había cambiado, ella había cambiado, tenía amigos....... y Sergio...... una vez más el baile y las decisiones la ponían en jaque
-tengo que pensarlo
-mientras lo piensas, aquí tienes el piso que te ofrecen, cerca del conservatorio y las instalaciones, y tu billete de avión- la mujer le tendió todos los folletos y aquel billete de avión para la semana siguiente.
Salió del despacho y bajo directa a los vestuarios, sus compañeros aún estaban en clase y todo aquello estaba vacío. Estampo todos los folletos contra la mesa donde habitualmente dejaban todo el maquillaje y los peines. Apoyo sus codos y dejó su cabeza caer sobre la mesa, era una decisión difícil, sabia que en esto sus padres y su hermano no la seguirían, simplemente la apoyarían a millones de kilómetros de distancia de ella y le dolía pensar que tendría que verlos cada día mediante una pantalla con una diferencia horaria importante. ¿Y qué pasaría con Sergio? Ahora él era uno de los motores de su vida, no podía pedirle a todos que la siguieran en su vida como bailarina, ella había decidido esa vida, solo ella. Si tomaba la decisión solo ella debería saltar el charco.
-¿porque no vienes a clase?- dijo Carmen que entraba a mirarse al espejo y retocar su pelo y su maquillaje. Martina le tendió la carta para que la leyera, Carmen no había sido su mejor amiga en el conservatorio, pero era una gran bailarina y sabría valorar lo que decía aquella carta- sabes que es uno de los mejores conservatorios del mundo ¿verdad?- Martina se limitó a asentir- ¿se puede saber porque no estas dando saltos de alegría?
-no quiero dejar la vida que tengo aquí
-la vida de bailarina es complicada, pero Martina tu vales para esto, a pocas chicas he visto con una técnica tan perfecta.
-tu también eres buena, Carmen
-no lo suficiente, en mi familia casi todos son bailarines, en grandes o pequeñas compañías, pero bailarines. A mí edad mi hermana ya era protagonista en una gran obra estrenada en Dublín y yo....... simplemente soy una persona que se mata a ensayar para tener un buen papel en la obra del conservatorio
-nunca te gustó el baile, te lo impusieron ¿verdad?- Carmen suspiró tras las palabras de Martina
-si, desde bien pequeña el baile fue una obligación, nunca he amado el baile como lo haces tú y es por eso que esa beca es para ti. Vuela Martina, tu familia y amigos te esperarán. Estés donde estés.

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Volver a ti
Fiksi PenggemarContinuación de Llegar a ti. Martina y el baile empiezan a tener una relación muy estrecha. ¿Aitana y Cepeda siguen como siempre? ¿cómo afecta la vida de Martina a Bruno?