Aquella mañana Martina podía respirar los nervios en su casa, suspiro en cuanto abrió los ojos, en cuanto piso el suelo frío pudo escuchar los pasos de su hermano hacia la cocina donde probablemente su madre ya había preparado un zumo de naranja.
Cepeda y Martina se encontraron por el pasillo cuando ella se disponía a meterse a la ducha, el más mayor beso la cabeza de su hija y sonrió al verla.
Beso los labios de Aitana en cuanto la vio, con su pelo despeinado y sus gafas cayendo por el puente de su nariz,las manos de Cepeda paseaban por la cintura de Aitana, y sus labios pedían unos cuantos besos más-a ver papis, que el amor está muy bien, pero fuera de mi vista
Bruno bebía el zumo que su madre le había preparado y subía las gafas que caían por el puente de esa nariz tan similar a la de su madre.
Ambos rompieron en carcajadas al escucharle y vieron como Martina bajaba a desayunar con sus mejillas sonrojadas a causa del calor de la ducha.-¿Nerviosa?- pregunto Cepeda
-la princesita nunca se pone nerviosa -dijo Bruno riendo
-no soy una princesita
-era solo una broma Martina, perdona si te ha sentado mal
Aitana sonrió a su hija que acepto las disculpas de su hermano y que poco a poco iría avanzando en la normalidad de una familia. Cepeda no podía dejar de abrazar a Aitana y besar sus mejillas, Martina les observaba con una pequeña sonrisa, a pesar de llevar un par de años sin entenderse con su padre, le gustaba escuchar la risa de su madre provocada por la barba de su padre en su cuello y sus mejillas, le gustaban los besos sonoros y el olor a café, zumos y tostadas. Hacía demasiado tiempo que no se paraba a observar los pequeños detalles y sin darse cuenta los nervios de Martina se habían disipado durante aquel desayuno familiar.
Horas más tarde Martina se preparaba delante de un gran espejo lleno de luces que dejaban lucir las imperfecciones de su rostro, esas imperfecciones que la hacían ser quien era, que habían crecido con ella.
Julia rozaba la espalda de su amiga al llegar, con su pelo perfectamente recogido y su cara más maquillada que de costumbre, su vestido se encajaba a su cintura y sus pies descalzos.-¿Nerviosa?
-yo no soy como tú, los estrenos y los nervios van siempre de la mano
-te va a salir genial, no hay nada de que preocuparse- dijo Martina sonriendo a su amiga que se dejaba caer en una de las sillas del camerino
-¿Que tal con David?
-¿Que pasa con David?- dijo Martina con indiferencia
-venga ya, Martina me vas a decir que no ha pasado nada entre vosotros
-la verdad es que no ha pasado nada entre nosotros
-bueno pues podéis aprovechar después del gran estreno, lo celebráis
-deja de decir tonterías anda
Martina desapareció del vestuario escuchando la risa de su amiga, se cruzó con compañeros que le daban ánimos para el estreno de la noche, Martina nunca había entendido todo aquello,al final todas aquellas personas que le daban ánimos también actuaban eran iguales, un protagonista no significaba nada, al menos para ella que simplemente amaba bailar, pero ahí estaba Carmen la que la sustituiría en caso de lesión, que era una más en el cuerpo de baile y que ansiaba un protagonista. Carmen hablaba con David, que paro en seco el trayecto de Martina
-¿Se puede saber dónde vas con tanta prisa? - pregunto David con una sonrisa
-a mirar una cosa
-tus padres ya han llegado,acabo de verles. Así que relájate- Martina suspiro a las palabras de su amigo
-vaya los Cepeda Ocaña al completo, debe ser un día importante- el tono de burla de Carmen no provocaba para nada a Martina que permanecía tranquila mirando a la chica
-sera mejor que me vaya, quiero calentar. Nos vemos en el tercer acto- dijo Martina guiñando su ojo derecho a David con una sonrisa pícara que hacía rabiar a Carmen.
Martina lució en escena, brillaba en cada paso de baile y tras el último acto, los primeros en levantar en aplausos fueron sus padres y su hermano a los que pudo divisar desde escena en la que se le dibujo una preciosa sonrisa y en la que las lágrimas amenazaban con caer.
Cepeda llevaba quejándose de aquel traje negro que le sentaba como un guante, pero se paraba a observar lo preciosa que estaba Aitana con aquel vestido negro que se ceñía a su cintura. Bruno por su parte estaba deseando que acabará el ballet para dar paso a la fiesta aún sabiendo que los bailarines no dolían hacer grandes fiestas se moría por tomarse un simple canapé.Los besos se dieron paso en la sala cuando Martina ya cambiada lucia una vestido rojo, se acercó despacio a su familia y recibió un caluroso abrazo de su madre que besaba sus mejillas, después siguió Bruno que la abrazaba dejando el olor de su perfume en su vestido como hacía tiempo que no hacía. Para terminar encontrándose en los ojos de su padre que la acogia en su brazos y la dejaba apoyarse en su pecho sintiendo el latido acelerado de su padre.
Aitana charlaba con la madre de Julia, mientras que Cepeda intentaba no perder de vista a Martina que hablaba con David y su familia, Bruno por su parte había desaparecido hacía un par de minutos sin decir nada a nadie.
Cepeda mordía sus uñas demasiado tiempo de traje, en un ambiente que no se sentía nada cómodo, tampoco le hacía gracia ver a su hija hablar con aquella familia adinerada que se hacían notar entre la multitud, Aitana entrelazó su mano para que se relajara.-¿Quienes son con los que habla Martina?
-los padres de David, su padre es uno de los que han invertido en el conservatorio-explicaba la madre de Julia
-no entiendo porque habla con ellos
-vuestra hija es una de las mejores bailarinas es muy normal que se interesen en ella
Cepeda sentía que le hervía la sangre a cada palabra de aquella simpática mujer, Aitana hacia el intento por relajados, pero Cepeda ya andaba hacía a su hija acariciando su espalda para intentar sacarla de allí
-soy Cepeda, el padre de la niña- dijo en su tono más grave, la mujer sonrió y el hombre canoso le tendió la mano, David sonreía a Martina en la que su expresión se había vuelto sería
-estaba hablando con su hija de que pueden venir a comer algún día a casa
-no creo que sea necesario
-estará bien que las familias nos conocieramos- apunto la mujer
-nuestra familia es bastante humilde no creo que encagemos con ustedes
-papá por favor, vámonos- susurro una avergonzada Martina
-no me gusta que usen a mi hija para sus negocios- fue lo último que pronunció Cepeda antes de que Martina le arrastrará hacia la salida, y Aitana les siguiera con rapidez
-es increíble, papá para hacer esto prefiero que no vengas a nada mío, creía que había cambiado pero ya veo que no
Gritaba Martina entre lágrimas
-Martina, cariño.....- susurro Aitana intentado acercarse a ella
-No mamá, deja de defenderle, solo hace que estropear mi vida ¿Quieres volver a Barcelona? Vete, vete con tu estúpida música, yo no te pedí que vinieras a Madrid, tan solo era una niña que quería bailar papá, para ya he dejado de serlo así que os podéis ir, siempre funcionó todo bien en Barcelona ¿No? Sigue fingiendo que no pasa nada en esta familia, que mamá no perdió al bebé por culpa de esa persona que tú metiste en nuestras vidas , papá sigue engañandote pero aqui el único que lo jode todo eres tú

ESTÁS LEYENDO
Volver a ti
Fiksi PenggemarContinuación de Llegar a ti. Martina y el baile empiezan a tener una relación muy estrecha. ¿Aitana y Cepeda siguen como siempre? ¿cómo afecta la vida de Martina a Bruno?