30-Ayuda mamá

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Una conversación pendiente eso era lo que tenían Sergio y Martina, no había nada más que les uniera, él estaba convencido que cuando Bruno despertara volvería a Nueva York, sin contar con él, sin querer despedirse, volvía a ser la Martina que prefería huir de sus problemas a enfrentarlos para poder respirar con tranquilidad.

En aquella fría sala de espera, Aitana se abrazaba al cuerpo de Cepeda, llevaban dos días allí sin recibir noticias, Julia iba y venía sin querer separarse demasiado de aquellas cuatro paredes que la separaban de Bruno.

Martina tampoco se había separado de ellos, se encargaba de que su madre comiera algo y de que su padre no se dejará caer en la sobreprotección con Aitana, estaba preocupada por su hermano, pero recibía llamadas desde la academia de ballet casi a todas horas, querían su vuelta rápidamente, Sergio suspiraba cada vez que la veía desaparecer teléfono en mano, sabía lo importante que había sido él para ella, pero siempre ganaba el baile, esa pasión siempre pudo más que cualquier otra cosa.

Aquel día a las diez de la noche, Aitana se acomodaba en aquellos sillones incómodos, junto a Martina después de haber cenado un bocadillo.

Sergio les sonreía con debilidad, sabía que para la familia estaba siendo muy difícil ver la poca evolución de Bruno, para él también estaba siendo difícil, nunca imaginó a su amigo en una situación así, cuando cerraba los ojos podía ver la moto de su amigo completamente destrozada, él fue uno de los pocos afortunados que fue a ver el estado de aquella moto que tanto le gustaba a Bruno. Pudo ver la sangre de su amigo en algunas zonas de la moto y su imaginación no pudo parar, la policía le explicó a Cepeda lo sucedido y Sergio escuchó, después no pudo pensar en otra cosa que no fuese la imagen de su amigo en ese asfalto, la sangre y en la persona que se le ocurrió que quitarle el casco era una buena idea.

-Sergio…… qué tal si te vas a descansar…… mañana quiero que abras el estudio

-pero Luis….. puedes cancelar las citas, lo entenderán

-no tengo nada que cancelar, porque tengo un buen productor- dijo poniendo su mano en el hombro de Sergio que aún no se creía que Cepeda estuviése confiando en él para llevar su negocio. Aitana sonreía al chico que cogía las llaves del estudio con cierto miedo, pero con la confianza completa de un Cepeda que debía permanecer al lado de su familia- si tienes cualquier duda, puedes llamar

-gracias por la confianza, lo haré lo mejor que sé- Cepeda sonrió al escucharlo- vendré mañana a ver a Bruno en cuanto acabe, si hay alguna noticia……. no dudéis en avisar- asintieron ante las palabras de Sergio que desaparecía de aquella sala de espera, con la esperanza de tener buenas noticias al día siguiente, que la vida no solo le sonriera a él, sino que lo hiciera con su amigo para poder celebrar juntos.

El silencio se volvió a instaurar en la sala de espera, Cepeda decidió salir a fumar ante la mirada de Aitana que no le gustaba nada el ritmo que llevaba con el tabaco Cepeda. Pero este sabía que madre e hija necesitaban una conversación. Que si algo había necesitado Martina en Nueva York habían sido las conversaciones con su madre.

-mamá, ¿tú crees que Bruno se pondrá bien?

-siempre ha sido un luchador, no se va a rendir tan fácilmente- dijo Aitana besando la cabeza de Martina que se apoyaba en el hombro de su madre

-tengo algo que decirte…… mamá- Martina estaba demasiado nerviosa como para confesarle a su madre todo lo que estaba pasando en el mundo del ballet, en su mundo- no estoy bien en Nueva York……… quise volver desde el primer día

-¿porque no lo hiciste? cariño sabes que aquí

-lo sé, pero hay algo más, la familia de David es ahora la que lleva el conservatorio de aquí, ya sabes que siempre quisieron que yo fuese la mejor bailarina……… cuando estaba enfadada con papá, pensé que lo mejor que podía hacer era marcharme….. por eso pedí la beca que tengo ahora………. salí un tiempo con David- las lágrimas de Martina comenzaban a brotar de sus ojos verdes- no fue bien, David me manipulaba…. tomaba decisiones por mí e incluso llegue a tomar pastillas…… mamá me drogué y si no llega a ser por Bruno y Julia……..

-ey, pequeña lo importante que eso ya pasó, que supiste alejarte - Dijo Aitana limpiando las lágrimas de su hija

-no, mamá…… no se ha acabado…… David está en Nueva York…… viviendo en mi casa…...no es algo que yo quiera…… apenas dejó que me toque aunque a veces es inevitable

-Martina…… no puedes volver…. no puedes dejar que siga haciéndote daño, ¡Manipulandote!

-mamá…...debo volver….. si no lo hago….. mi carrera como bailarina….. se acaba y sabes que si algo me hace sentirme viva es el ballet

-dejáme ayudarte- dijo Aitana apartando un mechón de pelo de la cara de su hija que seguía impregnada en lágrimas

-ni papá, ni Sergio pueden saber nada de esto…….



Es un capítulo corto pero creo que necesario para la evolución de la historia, intentaré subir mañana uno más largo y que resuelva algunas cosas, ya tengo un final escrito........ Me da mucha pena pero no quedan mucho capítulos
Espero que os guste
Os quiero 💛💙😘

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