35-La chica del espejo

1.3K 62 9
                                    

Si ya estaba rota, aparece él, David esta enfrente de ella, con la mirada pérdida en su cuerpo, con sus brazos cruzados y a una distancia prudencial que Martina teme que se rompa en cualquier momento.

-¿No piensas decir nada?- increpa sin perder su posición 

-no tengo nada que decir- dice ella llena de miedos e inseguridades que solo surgen  cuando él esta demasiado cerca 

-yo creo que si tienes mucho que decir, pero ya veo que es una pérdida de tiempo hablar contigo

-tuve que venir por mi hermano, te lo dijo Noemí si no me equivoco

-si claro que me lo dijo, pero podías decírmelo- dice el chico intentando acercarse un poco más a ella- te hubiese acompañado 

-¿cuando vas a entender que no quiero que me acompañes?- contesta ella apartándose de él bruscamente, el chico río para volver a cogerla de su brazo- me haces daño

-¿sabes que puedo destrozar tu carrera? pequeña bailarina, el camarero estúpido ese, nunca te dará lo que yo

-¿que me das tú? ¿miedo?. Porque es lo único que siento cuando estoy contigo, miedo y asco. Me siento la peor persona del mundo a tu lado, me he olvidado de mi familia por estar contigo, por mi carrera como bailarina, me he olvidado de mí y creo que todos sabemos que soy buena bailarina y que lo seguiré siendo sin tu mierda de dinero, me da igual no tener el mejor protagonista del mundo, si sigo siendo yo 

-definitivamente te han comido la cabeza, nunca debiste de volver a España 

-no voy a volver a Nueva York, así que ya puedes destrozar mi carrera como bailarina- advirtió la chica antes de salir de aquella habitación de hotel en la que se alojaba el joven, que la observaba marcharse con la mirada inyectada en sangre.

Las cosas no iban a quedar así.





Sergio da vueltas por el estudio, no encuentra la melodía adecuada para aquella canción que se encargó de componer con aquella chica que tenía un talento innato y que habían descubierto en una red social. Sabe que su cabeza esta puesta en una persona, que había dormido en su cama, que había dejado una taza de café a medias en la encimera de la cocina y que había dejado su perfume en la camiseta que quedó tirada en el suelo del cuarto de baño.

Suspira, para seguidamente lanzar el boli que baila entre sus manos contra la pared que tiene enfrente.

-Creo que el boli no tiene culpa de nada- pronuncia Cepeda entrando por la puerta y colgando su chaqueta en el perchero 

-lo siento, estoy un poco alterado 

-no hay prisa por encontrar melodía a la canción, además ya tenemos la letra que siempre es lo más difícil - Sergio se encogió de hombros- Sergio, esto se te da bien, no tienes porque preocuparte porque una melodía tarde más en surgir 

-la chica confío en mí..... 

-por eso mismo, no te va a decir nada si tardas ponerle melodía a esto- dijo mostrando una libreta- todos los artistas saben que el proceso de creación es lento, nosotros solo les echamos una mano en su gran proceso creativo ¿porque no llamas a la chica? y así podéis poner cosas en común- Sergio miro a Cepeda que sonreía, sabía de lo que hablaba. Probablemente el ya había pasado por ese momento años antes- Alba es una buena chica y tiene muchas buenas ideas 

-pensaba que no la conocías 

-me llamo, cuando pasó lo de Bruno y me dijo que estaba encantada con que tu fueses su productor- Sergio sonrió y cogió su teléfono dispuesto a llamar a la chica para juntos romper con aquél bloqueo creativo en el que se encontraba.



Volver a ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora