Durante la semana Martina no ha ido a clases, tampoco a ensayar a pesar de la indigencia de David en que tomar las pastillas que le había dado solucionarían todos los problemas, Martina lo había ignorado, ni siquiera había respondido a algunos mensajes.
Ha vuelto a hablar con Aitana otra vez de todo, y han retomado esa relación madre e hija que tenían tan especial, y alguna tarde habían dibujado juntas, en silencio y con cualquier canción que sonara en la lista de reproducción de Spotify, Cepeda había vuelto a cocinar tortilla recibiendo las quejas entre risas de que con cebolla está mucho mejor y es que durante aquella semana y habían vuelto a ser una familia.
Bruno y hablaba con su hermana e incluso le confesó que le encantaba que su novia fuese Julia, el sonrió y beso su mejilla, horas más tarde era Julia quien visitaba a la joven y se volvían a abrazar, fue Martina quien se disculpó , sé arrepentía de cada palabra, Julia había sido su mejor amiga, su segunda hermana. Podía entender que Julia no quisiera saber nada de ella después de todo, pero Julia no era así, desde el momento que la vio tomando aquellas pastillas sabía que la que tenía delante cuando hablaba llena de ira no era su amiga.
Es una tarde de viernes cuando Aitana tiene que ir al taller y Bruno no se encuentra en casa, cuando Cepeda y Martina vuelven a acercarse. Ella leía una novela romántica que su madre le había comprado y él repasaba los planos del estudio. Fue Martina la que rompía ese silencio de casa que no era incómodo por primera vez en mucho tiempo-lo siento- Cepeda levantó la mirada y se cruzó con sus ojos, tan iguales a los de Aitana
-¿Que sientes?
-todo. No he sido justa contigo-dijo Martina encogiéndose de hombros
-Martina.....
-no papá, déjame hablar, por favor- Cepeda asintió y callo para escucharla- sé que no fue fácil dejar Barcelona, que a todos nos afecto perder al bebé y que tú y yo siempre hemos chocado un poco más, no sé que fue. Pero te hice culpable de tantas cosas en las que no tenías culpa y estos últimos meses sobretodo no me he portado bien contigo, mamá me lo repetía muchas veces y yo no quería verlo
-no tienes que disculparte por eso, yo también pude haber hecho algo para evitarlo y no lo hice
-¿Podemos empezar de cero?- pregunto Martina haciéndose pequeña, Cepeda se acercó a ella para refugiados en sus brazos y besar su cabeza
-podemos hacer lo que tú quieras
-me gustaría ver tu nuevo estudio- Cepeda sonrió y acarició su mejilla
-cuando estés mejor, será al primer sitio al que vayamos
Fue el primer paso para que la recuperación de Martina fuera a mejor, pero Aitana sentía miedo a que la vuelta al conservatorio rompiera todo el camino que habían vuelto a andar todos juntos.
Aceptan que el Lunes ha llegado y Martina prepara sus cosas para volver a sus clases y ensayos, ante la mirada atenta de Bruno que desayuna tranquilamente, sabe que Julia va a estar con ella apoyándola.
Aitana ha sido la primera en salir de casa, a pesar de su cabezonería que ella quería acompañar a Martina, finalmente han conseguido convencerla de que esa reunión que tiene a primera hora es una buena oportunidad para su negocio y que no lo puede dejar perder.
Y Cepeda espera que Martina este preparada para llevarla a las puertas del conservatorio, minutos más tarde se encuentran con el coche parado frente al lugar donde su desastre y su vida comenzó a tener sentido. Suspira y mira a su padre, que le sonríe y besa su frente.-todo va a ir bien pequeña
-¡papá! No me digas pequeña- dijo rodando sus ojos
-igualita a tu madre- dijo Cepeda entre risas, mientras Martina bajaba del coche-suerte
-os espero cuando acabe mis ensayos
Martina se perdió entre los pasillos del conservatorio, había llegado puntual y no había mucha gente, empezó a vestirse y a preparar las cosas necesarias para sus clases y ahí al fondo de su mochila estaba aquel bote lleno de las pastillas que la habían hecho perderse, las observaba, mirando con detalle el bote que conocía a la perfección, que sabía el efecto que le provocaba, lo que la hacía sentir.
-me encanta volver a verte por aquí- la voz de David la sacaba de sus pensamientos y sentía sus manos en su cintura, Martina lo separó y guardo las pastillas en su mochila- ¿Ya te las has tomado?
-sí- mintió, y el sonrió volviendo a poner sus manos en sus caderas, está vez besando sus labios con pasión, Martina volvía a separarle
-¿Qué haces? ¿No me has echado de menos?
-tu parece que tampoco, no has venido a verme
-te llamé, y me ignoraste
-quizas porque no me gustaba lo que me decías
-bueno, lo siento mucho, no volverá a pasar- una vez más se apoderó de los labios de Martina y aunque ella intentaba apartarle, la fuerza de David era superior y sentía como la pegaba más a su cuerpo, le suplicaba que la dejara y sentía que estaba a punto de llorar, fue entonces cuando Julia irrumpía en el vestuario
-¿Se puede saber qué haces aquí? Es el vestuario de chicas
-y yo soy el hijo de jefe, así que será mejor que te vayas si no quieres problemas
-la verdad es que me da igual que seas el hijo del jefe, quiero que te vayas del vestuario- dijo Julia cruzándose de brazos, David se acercó a ella y chocó su hombro con el cuerpo de Julia dándole un pequeño empujón antes de salir, cuando estaban solas Martina rompió a llorar y Julia se lanzó a sus brazos
-tranquila, no pasa nada, estoy aquí- dijo acariciando el pelo, dejando que se desahogara, que se sintiera protegida en sus brazos
-lo siento- dijo minutos después, más tranquila y limpiando sus propias lágrimas
-no Martina, tú no tienes nada que sentir. Ese tío es gilipollas
-no sé cómo desprenderme de él
-te vamos a ayudar
-¿Quienes?- dijo ella suspirando
-Bueno y yo, mira Martina este mundo está muy bien pero también necesitamos desconectar. Desde hace unos meses he empezado a quedar con el grupo de amigos de tu hermano y estoy segura de que te vendrá bien salir con nosotros
-no sé, Julia ese no es mi mundo
-¿Y cuál es tu mundo?- Martina se encogió de hombros- no hay un mundo determinado, nosotros elegimos donde queremos estar, piénsatelo
-lo pensaré

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Volver a ti
Fiksi PenggemarContinuación de Llegar a ti. Martina y el baile empiezan a tener una relación muy estrecha. ¿Aitana y Cepeda siguen como siempre? ¿cómo afecta la vida de Martina a Bruno?