El frío le calaba los huesos , había sido así durante todo el día, durante cada clase de la mañana había estado titiritando , con los brazos enroscados sobre su pecho, removiéndose en su lugar como si con ello pudiera lograr calentar un poco su cuerpo, lo cierto es que en realidad el frío no era la razón de su padecer, pues la calefacción estaba encendida y al mirar al resto de sus compañero tan tranquilos y sin una pizca de estarse congelando, lo supo, supo que no era el clima, que el viento helado que corría no era tan helado y que si su cuerpo estaba tan frío no era por falta de temperatura, era por falta de amor, amor propio , amor de Lucas, ese amor que ella tanto anhelaba pero que no podía tener, amor que le estaba matando lentamente desde dentro, célula a célula, tal como los copos de nieve que se avecinaban.
Habían pasado unos días desde que había salido huyendo de Tony para correr a los brazos de Lucas, tan solo unos pocos días en los que había hecho un esfuerzo titánico por que su vida no se desmoronara , pues el recuerdo de ciertos ojos verdes mirándola como si esta vez si fuese la última oportunidad la perseguían en sueños y hasta despierta, no había lugar en el que no mirara e inmediatamente pensara en ese verde oscuro y profundo, tan solido y gélido que la ponía a temblar, ese verde por el que ella podía dar la vida pero que irónicamente lastimaba cada que podía , ella no era una buena persona y lo sabía desde que era pequeña, pero eso no significaba que le importara menos comportarse como lo hacía, sin embargo habían cosas que ya no tenían remedio , que tan solo podían aprender a soportarse y solo eso. Habia tomado una decision y no habia marcha atras, debía dejar ir al rubio y concentrarse en su vida, en la pintura, en su familia por la que tanto habia sacrificado ya e incluso en cierto britanico de ojos tan azules como el oceano al que le debía mucho, pues sin su presencia ella estaría mucho peor de lo que ya estabas, por eso es que al siguiente dia de abandonarlo en el restaurante le había enviado cientos de mensajes y correos de voz disculpandose y dandole escusas tontas que no sabia si habian surtido efecto o Tony era demasiado bueno como para no cuestionarla más o hacerse el difícil.
Tenia muchas cosas que poner en orden en su vida, comenzando por ella misma, que son su pijama color perla se paseaba por su apartamento tratando de acomodar toda la ropa esparcida por el suelo, colocando los envoltorios de comida en el cesto de basura y aspirando la alfombra con restos de frituras y mucho polvo, ¿desde cuando su apartamento se había vuelto un basurero?, quiza desde que su vida tambien lo habia hecho. Suspirando y con un poco de cansancio decidio que era mejor si ataba su cabello en una coleta despreocupada, pero justo cuando apenas comenzaba a recoger mechon a mechon, el sonido del timbre resono por todo el apartamento, sobresaltandola y sacandola de sus propios pensamientos, maldiciendo por lo bajo , odiando a quien fuese que la molestara, quiza se trataba de Mel y Nathe, pues ultimamente habia estado muy apartada de ellos, pero era dificil mirarlos sin que su corazón se estrujara hasta casi dejar de latir, ella siempre había amado la relación de esos dos, le encantaba la facilidad con la que encajaban, lo sencillo que era para ellos tenerse el uno al otro sin importar más, incluso cuando peleban por tonterias, no duraban más de dos días enojados pues alguno de los dos terminaba cediendo ante el otro y en un parpadeo ya estaban besandose y de la mano por todo el campus, lo que la alegraba inmensamente pero tambien la ponia a fantasear despierta, ¿como serían Lucas y ella? ¿que habria pasado si ella lo hubiera conocido y Riley no hubiera estado ahi también? ¿algun dia ella podría tener un amor así de dulce y suave?. Las respuestas eran pocas y las preguntas muchas, sin embargo era hora de dejar de pensar y abrir la puerta, pues lo más seguro es que quien estuviera del otro lado de la puerta ya comenzara a desesperarse.
Con mala cara y sin mirar por la mirilla abrio la puerta, congelandose en el momento, pensando con burla que tal vez debia de cambiar su gesto de desagrado pues ahi frente a ella se encontraba nada más y nada menos que Katy Hunter, con el cabello recogido en un moño bien cuidado, con los ojos brillando aún en la poca iluminacion del pasillo, con un vestido color melón que dejaba denotar ya el pequeño bulto en su vientre, a juego con sus mejillas sonrojadas y una sonrisa de oreja a oreja, bien decian que cuando una mujer esta embarazada su rostro parece brillar o eso es lo que pensaba Maya, mientras poco a poco relajaba su ceño y dibujaba una sonrisa en su rostro, tan contenta y feliz por la presencia de su madre como nunca antes.

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Lovers
Fanfiction"Se miraban en silencio escuchando los latidos de sus corazones gritando a escondidas lo que no podían decir en voz alta. Aquello que en el pasado les había hecho tan felices ahora lo recordaban con amargura."