La Luna entraba por los enormes ventanales del restaurante que con su baja iluminación que daba la atmosfera perfecta de romanticismo y misterio, tal como en esas películas de romance en donde la chica y el chico están en una cita, bebiendo vino , charlando y lanzándose miradas coquetas que por supuesto son totalmente intencionales, lo cierto es que el lugar era precioso, con un estilo muy sobrio pero elegante que iba a juego con la deliciosa y sofisticada comida francesa que servían, además de una buena copa de vino y por supuesto una de las mejores mesas en la planta superior del lugar, algo así como la cita perfecta, en el lugar perfecto e incluso con el chico perfecto o eso pensaba Maya mientras miraba por el enorme ventanal la ciudad y lo preciosa que lucía aun en la oscuridad, con todas esas luces que cobraban vida propia y te hacían querer perderte entre cada calle y avenida, aunque eso lo tenía que dejar para después , no solo por la hora, sino porque estaba en una cita con Tony, el caballero ingles que como todo un príncipe le había propuesto salir hace dos días, invitación que había terminado por aceptar, pues quedarse en su casa a velar su propio sueño mientras el nombre y los labios de Lucas le ardían en la piel ya no podía seguir siendo una opción, era hora de seguir adelante y Anthony era como su bote salvavidas con todo y motor incluido, por ello es que estaba ahí a las 7 de la noche entre semana ,con un precioso vestido negro algo ajustado y sin tirantes con escote de corazón que enmarcaba su figura de manera sexy pero sin ser vulgar, con un maquillaje ligero y el cabello sujeto solo de un lado con un prendedor a juego con su look, aunque Tony también lucia sexy con ese traje gris con negro que parecía ir en combinación con la rubia, la cita perfecta, el lugar perfecto, y..¿la pareja perfecta?, bueno eso estaba por verse.
Tenían unos cuantos minutos que acababan de llegar, ya tenían un delicioso vino servido y por supuesto ya habían ordenado, aunque en realidad Maya había dejado que el chico eligiera por ella, el menú estaba en francés y eso complicaba un poco su decisión, además de que su mente no dejaba de girar en torno a la extraña desaparición de ciertos vaqueros que llevaban más de tres días sin dar señales de vida, según le había contado el mismo Tony, no se habían aparecido por las practicas ni por ningún otro sitio, además de que el entrenador simplemente había avisado sobre su ausencia mas no las razones. En ese momento ella había disimulado a al perfección, incluso había hecho oídos sordos y había seguido la conversación con otro tema, aunque la realidad era totalmente distinta, su corazón estaba constantemente acelerado y ansioso al igual que los pequeños temblores en su cuerpo que ya hasta alucinaban con ver al rubio de ojos verdes por todo el campus, así de mal estaba. Pero antes de que pudiera seguir metida en sus pensamientos Tony hablo llamando su atención.
-Creo que tenemos compañía- dijo mientras miraba por encima del resto de las mesas hacia un punto que ella desconocía pero que en seguida trato de seguir, encontrándose con Farckle y su novia, ambos siendo a tendidos por una chica de recepción que les sonreía o más bien le sonreía al genio. El castaño vestía como siempre uno de sus típicos trajes de negocios mientras que la ojimiel vestía una falda muy entallada y corta a juego con un top algo vulgar pero que de cierta forma ya no lucia tan mal en el cuerpo de la chica.
-¿Crees que podamos invitarlos?..-pregunto sin ser consciente de lo que había dicho, pues sus ganas de tener compañía en esa cita eran tan obvias que incluso se sintió culpable por el chico inglés- digo..seria lindo convivir un poco con tu prima y de paso con Farckle- trato de excusarse, poniendo su mejor cara de inocencia, que al parecer se creyó el rubio, quien soltando un pequeño suspiro cansado comenzó a llamar a la mesera, pronto unieron otra mesa a la suya y la otra pareja llego.
-Buenas noches- saludo primero el genio mientras le habría la silla a su novia y la ayudaba a sentarse- Gracias por la sugerencia de compartir la cena Anthony- concluyo mientras daba un pequeño asentimiento de cabeza y tomaba la carta entre su manos.
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Lovers
أدب الهواة"Se miraban en silencio escuchando los latidos de sus corazones gritando a escondidas lo que no podían decir en voz alta. Aquello que en el pasado les había hecho tan felices ahora lo recordaban con amargura."