Lovers

Capitulo 24

«Quizás te diga que dejé de quererte
aunque siga queriéndote más allá de la muerte
y acaso no comprendes que en esta despedida
aunque el amor nos une nos separa la vida.

Quizá te diga un día que se me fue el amor
y cerrare los ojos para amarte mejor
porque el amor nos ciega, pero vivos o muertos
nuestros ojos cerrados ven más que estando abiertos.

Quizá te diga un día que dejé de quererte
aunque siga queriéndote más allá de la muerte
y acaso no comprendes que en esta despedida
nos quedaremos juntos para toda la vida.»
-Anónimo

El viento movía las hebras de sus cabellos en una danza suave, el sol iluminaba entre nubes pequeños rayos de luz que tenues llegaban a la piel , el crujido de las hojas secas de otoño susurraban bajo el peso de todo aquel que caminaba por el lugar y el aroma a café comenzaba a volverse la fragancia personal de los estudiantes, pero no era para menos , el frío comenzaba a estar presente y si no te cuidabas podía helarte hasta más allá de la piel. Todo eso lo sabía Maya, quien se había dedicado a mirar de cerca cada detalle del lugar desde que había llegado, con la esperanza de que ese pequeño análisis le diera un poco de tranquilidad y cordura para enfrentarse a la persona por quien esperaba sentada en esa alejada banca del jardín trasero del edificio de pintura. Aún recordaba el temblor de sus manos cuando mandó aquel mensaje al vaquero número 2 para pedirle una reunión con cierto ojiverde, no es que quisiera verle, de hecho rezaba todos los días para no encontrárselo pero la entrega de su proyecto se acercaba cada vez más y no podía seguir sin avanzar nada, por lo que sin más opción hizo lo más prudente y utilizó al moreno como intermediario con la esperanza de que no le fuera negada la reunión. Y justo como lo medito, así fue, pues enseguida recibió un mensaje positivo con el día y la hora de la reunión.

Martes a las 5 de la tarde, habían acordado, aunque lo cierto es que aún faltaban unos 10 minutos para la hora , ella había llegado temprano y no podía dejar de darle vueltas en su cabeza a todo, en especial a su nueva relación con Tony y al torbellino que Lucas era en su vida, uno demasiado bueno y otro más rebelde y difícil de lo que deseaba, a uno lo amaba con locura desde su adolescencia y a otro comenzaba a tomarle un cariño que si bien no era el de un hombre y una mujer enamorados si era el de alguien que comienza a explorar nuevas emociones, súmado a esto estaba su pasado o más bien el pasado de todos, con secretos y mentiras que por más que luchaba por dejar ir , seguían quitándole el sueño y causándole conflictos, maldito el momento en que se había metido en todo este lió y le había sumado problemas nuevos en el presente. Suspirando con resignación se abrazó a sí misma y dejó caer con poco la cabeza hacia atrás, encogiéndose en su largo abrigo color gris y tratando de sostener su mochila y el cuaderno en donde ya reposaba parte del boceto del retrato de Lucas.

-Terminemos con esto- habló una voz que conocía a la perfección y que la tomó desprevenida , obligándola a abrir los ojos de golpe y enfocar torpemente la mirada, ahogando una mueca de lado por la imagen que veía. De pie frente a ella está Lucas, con el cabello rubio despeinado por el viento , con unos lentes negros de Sol que le imposibilitaban ver su mirada , sin embargo podía notar el ligero tono morado en su piel  y unas ojeras grandes, acompañadas de unos marcados pómulos producto de lo demacrado que se notaba , con los labios sosteniendo un cigarrillo a medio fumar , abrigado por una gabardina negra que acompañaba su look de chico malo. Lamentaba verle de esa manera de verdad que lo hacía pero no sabía que decir para mejorara las cosas, no desde la ultima vez que lo había visto en aquella pista de atletismo en donde solo había conseguido lastimarle más como si eso fuese posible , por lo que solo atinó a señalarle el espacio junto a ella y comenzó a trabajar , quizá lo mejor que podía hacer era evitarle este martirio y apresurar sus trazos.