VII

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Kakashi corría con gracia y velocidad por el bosque, su misión era relativamente sencilla, ayudar a Obito y a la extraña sacerdotisa a encontrar la marca de la Diosa del monte Kurama y ya de paso mantener al arisco Tengu a salvo y lejos de aquella cueva pues casi podía asegurar que después de reponer ese ojo perdido intentaría introducirse nuevamente en ella. Suspiró, teóricamente tendría que ser una misión sencilla, pero había dos puntos que lo complicaban todo, primero, después de tantos años de la ausencia de Tsuki no se había logrado encontrar ni siquiera un indicio de la ubicación de la marca de la Diosa y segundo, ser niñero de alguien como Obito era algo sumamente complicado en toda la extensión de la palabra, sobre todo por esa terquedad que lo distinguía tanto y su orgullo, Obito no estaría de buen humor al saber que tendría niñero, el único consuelo que sentía en esos momentos Kakashi es que estaba presente la posibilidad de encontrarse nuevamente con la linda exterminadora y tal vez entonces el podría...

— ¿Estás seguro que Fugaku-sama estaba de acuerdo con que vinieras? Sé que no mantiene la mejor de las relaciones con Obito después de lo ocurrido con Tsuki-sama.

Puede que sea cierto Kakashi.- El cuervo sobrevolaba la cabeza de Kakashi manteniendo su velocidad.- Puede incluso que el carácter de ambos los lleve a...- Se pausó de manera breve.- Ciertas discusiones, pero mi padre aprecia a su sobrino cabeza hueca, además le motiva su lealtad a Tsuki-sama, todos sabemos el cariño tan especial que mantenían el cabeza hueca y ella.

Eso es cierto...

 En memoria de Tsuki-sama, mi padre se juró mantenerlo a salvo.

 Entiendo.

 Kakashi... ¿Realmente crees que podría ser reencarnación de Tsuki-sama?

Kakashi no pudo evitar sonreír, si es que los zorros lo hacen.

— Itachi, cuando veas la barrera sabrás en que se basan mis sospechas, sobre todo cuando la veas a ella.

— Itachi, cuando veas la barrera sabrás en que se basan mis sospechas, sobre todo cuando la veas a ella

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En la aldea había una reunión con la sacerdotisa quién con cuidado había comenzado a explicar el modo en que deberían mantener la barrera una vez que ella se marchara, por supuesto, los aldeanos protestaron.

— Podemos construir un templo sin ningún problema.- Respondió un anciano que parecía liderar a los aldeanos.

— Lo siento, pero si hacen eso será un templo vacío.

— Pero ¿Es que por qué no puede quedarse?- Una mujer se frotaba las manos con insistencia.

—Existen más pueblos que necesitan este mismo tipo de barrera, son tiempos extraños.- El rostro de Hinata no dejaba de ser suave y amable, sin embargo estaba teñido con algo de seriedad.- Posterior al exterminio de los ogros he notado que ya no existe ningún tipo de alteración en la energía del bosque que rodea a la aldea y eso sólo significa que la aldea nunca tuvo alguna clase de espíritus de ningún tipo.- Los aldeanos asintieron pues era correcta su afirmación.- Algo más grande los está moviendo, no sólo es la energía de las guerras que se están librando, es algo más y aún no sé qué es eso, una vez que termine con las aldeas entonces podré buscar la fuente de todo esto, si yo me quedo, entonces sólo prolongaré por un tiempo lo que inevitablemente va a ocurrir y eso es que la concentración de espectros malignos aumente a un punto que una barrera no bastará para sostener la vida de la aldea y de todo lo demás.

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