Salvar la vida de un cuervo cambio la vida totalmente de Hinata Hyuga, conocida como la sacerdotisa errante.
Encarnación de la pureza y de la bondad.
¿Podría ella sanar el corazón de un Yokai?
El cuerpo de Hinata se sentía ligero entre los brazos de Obito, el Tengu sólo le observaba en silencio, desconcertado, sí, pero también se sentía agobiado, el poder de Tsuki se había desvanecido haciéndole sentir desesperación por la ausencia de Tsuki. Observaba el rostro de Hinata, cuando ella despertara ¿Vería a Tsuki o sería Hinata? La parte más egoísta del Tengu deseaba que fuera Tsuki, esa era la misma parte que sentía desesperación y que creía que gritaría con fuerza que por favor no se fuera nuevamente, que no lo abandonara, la otra parte sentía culpa por el deseo anterior ¿Cómo podía ser tan egoísta para pedir que regresará Tsuki y no Hinata? La misma Hinata que no había tenido miedo de abrazarlo, de enfrentar su terquedad ¿Realmente no quería que ella regresara? Tocó su rostro y sintió horror al ver que estaba ligeramente fría, levantó el rostros y buscó la mirada de Itachi.
— ¿Por qué se está enfriando?.-Preguntó angustiado.- No es normal.
— ¿Qué de todo esto lo es?- Dijo Itachi mientras se acercaba a ella, en su dedo índice izquierdo concentró algo de su poca energía espiritual y le tocó la frente, una luz se emitió de aquel contacto y por fin habló el Tengu de coleta.- Está agotada, no puedo encontrar rastros de su conciencia, puede ser un efecto de la marca.- Finalmente Itachi se quitó su larga túnica y se la entregó a Obito quien la utilizó para cubrir a Hinata.- Debemos cuidar su cuerpo físico, por lo menos hasta que su conciencia regrese.
— Itachi.- La voz ronca del Tengu llamó la atención del recién nombrado.- ¿Cuál de...- Tragó saliva y después habló.-... Cuál de ellas dos regresará?
— ¿Acaso eso importa?- Respondió.- La verdadera pregunta es ¿Cuáles serán las consecuencias en un cuerpo humano por utilizar la marca?- Itachi le dio la espalda y comenzó a caminar a lo que parecía la salida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al salir de la cueva pudieron notar que toda la energía maligna que envolvía a la montaña se había purificado, asumieron que fue gracias a que Tsuki purificó el alma de Orochimaru y todas aquellas criaturas a las que había infectado con su propia energía parecían haber tenido el mismo final pues no lograron detectar ninguna otra energía. Todos suspiraron aliviados pues su mayor preocupación era la de enfrentarse en un combate, sabían que no tenían energías para eso y realmente, para nada más, pero debían moverse de ahí, tal vez encontrar una aldea que pudiera ofrecerles refugio, ir a la aldea de los exterminadores no era una opción, estaba en dirección contraria a donde debían marchar... El monte Kurama.
— ¿Vendrás con nosotros?- Kakashi sujetaba por la cintura a Kioko mientras su frente estaba pegada con la de ella, su mirada parecía suplicante y aunque no tenía mucho que pensar la exterminadora eligió hacerlo sufrir un poco.
— No lo sé, Kakashi, tengo que atender asuntos en la aldea. Ahora que he vivido una aventura como esta lo más indicado sería que mi padre arreglara un matrimonio.
— ¿Un qué?- Preguntó mientras fruncía el ceño, una mirada peligrosa se instaló en esos ojos bicolor del Kitsune, su voz se volvió grave y pronunció la siguiente advertencia.- Cualquier hombre que intente tomar a mi futura esposa sólo encontrará la muerte...
