Capítulo 36: Tortura

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Versión de Ángel:


- Qué raro es esto... No entiendo cómo dos personas humanas pueden hacer el amor después de todo lo que está pasando. Al menos que no giman, digo yo -dije dándome la vuelta en el colchón.

La noche fue horrible. Tuve escalofríos todo el tiempo y encima tenía que aguantar los porrazos que daba Julia en el cabecero de la cama. 
Por la mañana, Jhon salió del cuarto y se sentó a mi vera. 

- Apenas nos conocemos -dijo queriendo entablar una conversación. - ¿Cuál es tu edad?

- Tengo 26.

- Pareces más viejo... Estás castigado.

- ¿A quién no le castiga algo así?

Julia salió y se unió a la conversación:

- Buenos días -dijo restregándose los ojos.

- ¿Y bien? ¿Cuál es el plan? -dije.

Se callaron mientras cruzaron una mirada y dejaron caer un suspiro.

- ¿Qué ocurre? -pregunté.

- Patri era quien decía qué hacer o adónde ir -contestó Julia.

- Tenemos que movernos, eso está claro -añadió Jhon.

- ¿Y si vamos a mi pueblo? -dije.

- No voy a ir a ningún lado sin Patri.

- Julia, tenemos que movernos. Kim sabe que yo conozco este sitio... 

- Kim, ¡KIM! Tengo que encontrar a esa hija de puta.

- ¿Para qué? Dime Julia, ¿para qué? ¿Va a servir de algo? 

- Va a morir.

- Eh, parad -dije levantándome. - Mi pueblo es chico... Tenemos armas en mi armería, agua en los pozos, camas y casas para elegir...

- ¿No hay zombis? -preguntó Jhon.

- Apenas rozan la zona, no sé por qué...

- Yo voy a Madrid... Se lo debo a Patri. Tengo que encontrar a su madre, lo tengo que hacer. -dijo Julia.

- ¿Madrid? No entiendo -dije.

- Julia, estás loca. Ni siquiera sabes cómo es la madre de Patri, ni siquiera sabes dónde está ese refugio, ni siquiera sabes si sigue viva.

- ¿Ya empiezas con el 'ni siquiera', Jhon? No he dicho que me acompañéis, solo he dicho que voy a ir a Madrid. Y además, sí sé cómo es la madre de Patri, la vi en alguna foto. Y también sé más o menos por dónde queda el sitio.

- Madrid está demasiado lejos, tardaríamos semanas en llegar si no encontramos un coche -añadí.

Después de un rato de charla, Julia seguía convencida de que ir a Madrid era lo que tenía que hacer.

Julia y Jhon ya daban por hecho que Patri había muerto. Pero, sinceramente, el cuerpo que vimos en la fábrica no podía identificarse bien.

Decidí ayudar a Julia. No tenía nada que hacer solo, y si iba a morir, que fuese ayudando. Hablé con ella y le dije que podíamos seguir las vías del metro que hay de Murcia hasta Madrid. Tardaríamos días en llegar, y estoy seguro de que iba a ser jugar con la muerte, pero era lo más sensato. Las autopistas están atascadas, por el bosque podríamos perdernos, coger la carretera nos llevaría a ponernos en riesgo...

Ese día volvimos a dormir allí, planeamos un poco las cosas para ponernos en marcha al día siguiente.

Salimos bien temprano, a las 7 de la mañana ya estábamos rumbo al metro. Sí, lo sé, tengo un reloj siempre puesto y siempre llevo un calendario conmigo.

- Tengo que ir antes a la fábrica, por favor -pidió Julia.

- Está bien, iremos -dijo Jhon.

Cambiamos el rumbo hacia la fábrica y llegamos en poco tiempo.

- Eh, esperaos -dijo Julia.

- ¿Eso son zombis? -pregunté.

- Lo dudo, están moviendo las manos y gesticulando -respondió Julia.

- Desviaros, que no nos vean -ordenó Jhon.

Julia se acercó poco a poco. De pronto, se plantó en medio de la carretera y empezó a correr.

- ¡HIJA DE PUTAAAAAAAAAAAAAA! -gritaba mientras corría.

- JHON, ¿QUÉ PASA? -grité.

- ¡Es Kim! ¡SACA EL ARMA!

Kim se giró, varias personas la acompañaban. Jhon y yo corríamos detrás de Julia. Julia se abalanzó sobre Kim. Empezó a golpear su cara. Fui a meter fuego hasta que Jhon me lo impidió.

- Para, son refugiados.

Julia seguía golpeando a Kim. Jhon la cogió entre los brazos y la apartó hacia atrás.

- ¡La vas a matar!

Me acerqué poco a poco a Kim, me puse de rodillas a su vera y acerqué mis manos a su cuello buscando su pulso.

- Tranquilos, respira.

4 personas me miraban, no sabía quienes eran, pero me miraban de mala manera.
Después de un tiempo, Kim volvió en sí y Julia empezó a hablar con ella.

- ¿Qué has hecho?

- ...

- ¡RESPONDE! -gritó Julia agarrándola del cuello.

- Eh, Julia -dije sosteniendo sus manos.

- ¿Por qué lo has hecho? ¿Qué querías conseguir?

- No más... -susurró Kim.

- ¿Vas a hablar?

- No...

Julia se levantó, agarró del cuello a Kim y empezó a apretar fuerte, muy fuerte. Tan fuerte que Kim empezó a derramar sangre por la nariz y boca. Jhon y yo nos miramos, los refugiados quisieron abalanzarse sobre Julia pero nosotros nos pusimos delante de ellos apuntándolos con nuestras pistolas.
Julia soltó a Kim y volvió a preguntar:

- ¿Vas a hablar?

- Arggg -dijo Kim mientras escupía sangre.

- Solo te lo voy a preguntar una vez más... ¿Vas a hablar?

Kim sonrió, suspiró y dijo:

- Acabarás como Patricia...

Julia cerró sus puños, estaba llena de ira. Gritó. Sacó su cuchillo. Empezó a abrir pequeñas heridas en la piel de Kim.

- ¿Te gusta? ¿Te gusta que te lo hagan? 

Cogió su mano, la abrió entera, y dobló su dedo pulgar que hizo un ruido muy desagradable. Kim gritó como si nunca hubiese gritado.

- Ahora entiendo porqué lo hiciste la otra noche, esto es muy divertido.

Ahora Julia arrancó la camiseta a Kim. Clavó su cuchillo en la barriga y empezó a cortar su tripa muy poco a poco. Kim gritaba, intentaba hablar, pero Julia no le hacía caso. 
Después de un rato de tortura, uno de los refugiados se tiró sobre Julia. Jhon disparó a su cabeza. Dos refugiados se tiraron a mí, y Jhon volvió a disparar. Solo quedaba uno, bueno, era una chica, de unos 20 años de edad. No hizo nada, solo se quedó quieta.
Julia, sin poder aguantarlo más, empezó a apuñalar la barriga de Kim sin piedad. La sangre saltaba a su cara. Sus gritos y lágrimas salían de ella.

Se levantó, nos miró y dijo:

- Nos vamos.

Empezamos a andar, y la refugiada nos quiso seguir. Ella no hablaba, no decía nada. Solo nos seguía.

- ¿Por qué no le has disparado en la cabeza, Julia? -pregunté.

- Ella tiene que vivir, pero en el mundo en que merece. Convertida en un zombi; en un demonio.

Apocalipsis finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora