Capítulo 52: Líder en silencio

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Cuanto más cuesta llegar a una meta, más grande es la recompensa; cuanto más grande es la recompensa, mayor es la satisfacción; cuanto mayor es la satisfacción, más es la felicidad; cuanta más es la felicidad, más realizado te sientes;  cuanto más realizado te sientes, más ganas de luchar tienes. Por tanto, luchad por lo que queréis sin miedo a caeros mientras lo hacéis.

- ¡Jesús, QUIETO! -gritó el militar. - ¿Quién te ordenó a abrir fuego? Quedas suspendido hasta nueva orden.

- ¡Ángel! -grité levantándome. ¿Estás bien?

- Bff... estoy bien. Pensé que te había dado y por eso grité -dijo pasando su brazo por la frente para secarse el sudor.

- Lo siento. Jesús no se fía de la gente -se disculpó el militar. - Podéis llamarme David.

- Somos Ángel, Tati, Julia, Jhon, y yo; Patri -señalaba mientras decía sus nombres.

- Y bien, ¿cuál será el trato? -preguntó Julia.

- Pasaréis aquí la noche, obviamente sin armas en vuestro poder,  mañana por la mañana nos ayudaréis a ir al centro de Murcia a saquear el mayor número de casas y súpers posibles -contestó David.

- Venid -dije alejándome de David para hablarlo con todos. - ¿Qué opináis?

- Es entrar en la boca del lobo... No podemos arriesgarnos a estar una noche entera sin armas. No los conocemos ni sabemos cuántos hay... -opinó Julia.

- Ya ha oscurecido, es nuestra única salida -Tatiana intervino en la conversación.

- Votemos -dije levantando la mano a favor de pasar ahí la noche con las consecuencias que conllevaba. Jhon y Tatiana la levantaron también.

- ¿Ángel...? -dije extrañada.

- No Patri, no voy a arriesgarme a votar algo que desconocemos por completo.

- Aún así ganamos. 3 contra 2... -dijo Jhon.

- Listo. Pasaremos ahí la noche.

Esto sólo iba a provocar un enfrentamiento entre el grupo, ya que íbamos a hacer algo sin que todos estuviésemos de acuerdo, pero era la única salida que teníamos, porque era de noche y necesitábamos descansar.

Me dirigí a David y hablé:

- Estamos de acuerdo, pasamos aquí la noche y a cambio mañana iremos con vosotros a saquear algunas zonas, pero al mediodía cogeremos las vías para encaminarnos hacia nuestro destino.

David asintió con la cabeza.

- Esperad aquí -dijo David. Entró a la estación y cerró la puerta.

- ¡Hay más opciones! -Julia exclamó cabreada.

- ¿Qué quieres, Julia? ¿Pasar la noche en medio de una carretera? -dije encarándome a ella.

- Siempre hemos encontrado algún lugar para dormir, esta vez también podemos hacerlo -se metió Ángel. Ante su reacción, lo miré y puse mala cara dándole a entender que estaba enfada con él.

- Esas veces hemos tenido tiempo, hoy no lo tenemos... -defendió Jhon.

- Ya está todo dicho. Hemos votado y nos quedaremos aquí -dije decidida.

- ¡Deja de hacer la líder de una puta vez! -gritó Julia acercándose a mí. Yo le devolví el gesto y me acerqué a ella.

- ¿Líder? Vete a la mierda, Julia.

- No he de irme a la mierda, la tengo delante de mí -contestó refiriéndose a mí.

Apreté fuerte el puño, aguantando mis ganas de estampárselo en la boca. Mordí mis labios para no dejar a las palabras salir de mi interior. Mientras su frente y mi frente estaban totalmente pegadas, sus ojos penetraban en los míos.

Apocalipsis finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora