Cuanto más cuesta llegar a una meta, más grande es la recompensa; cuanto más grande es la recompensa, mayor es la satisfacción; cuanto mayor es la satisfacción, más es la felicidad; cuanta más es la felicidad, más realizado te sientes; cuanto más realizado te sientes, más ganas de luchar tienes. Por tanto, luchad por lo que queréis sin miedo a caeros mientras lo hacéis.
- ¡Jesús, QUIETO! -gritó el militar. - ¿Quién te ordenó a abrir fuego? Quedas suspendido hasta nueva orden.
- ¡Ángel! -grité levantándome. ¿Estás bien?
- Bff... estoy bien. Pensé que te había dado y por eso grité -dijo pasando su brazo por la frente para secarse el sudor.
- Lo siento. Jesús no se fía de la gente -se disculpó el militar. - Podéis llamarme David.
- Somos Ángel, Tati, Julia, Jhon, y yo; Patri -señalaba mientras decía sus nombres.
- Y bien, ¿cuál será el trato? -preguntó Julia.
- Pasaréis aquí la noche, obviamente sin armas en vuestro poder, mañana por la mañana nos ayudaréis a ir al centro de Murcia a saquear el mayor número de casas y súpers posibles -contestó David.
- Venid -dije alejándome de David para hablarlo con todos. - ¿Qué opináis?
- Es entrar en la boca del lobo... No podemos arriesgarnos a estar una noche entera sin armas. No los conocemos ni sabemos cuántos hay... -opinó Julia.
- Ya ha oscurecido, es nuestra única salida -Tatiana intervino en la conversación.
- Votemos -dije levantando la mano a favor de pasar ahí la noche con las consecuencias que conllevaba. Jhon y Tatiana la levantaron también.
- ¿Ángel...? -dije extrañada.
- No Patri, no voy a arriesgarme a votar algo que desconocemos por completo.
- Aún así ganamos. 3 contra 2... -dijo Jhon.
- Listo. Pasaremos ahí la noche.
Esto sólo iba a provocar un enfrentamiento entre el grupo, ya que íbamos a hacer algo sin que todos estuviésemos de acuerdo, pero era la única salida que teníamos, porque era de noche y necesitábamos descansar.
Me dirigí a David y hablé:
- Estamos de acuerdo, pasamos aquí la noche y a cambio mañana iremos con vosotros a saquear algunas zonas, pero al mediodía cogeremos las vías para encaminarnos hacia nuestro destino.
David asintió con la cabeza.
- Esperad aquí -dijo David. Entró a la estación y cerró la puerta.
- ¡Hay más opciones! -Julia exclamó cabreada.
- ¿Qué quieres, Julia? ¿Pasar la noche en medio de una carretera? -dije encarándome a ella.
- Siempre hemos encontrado algún lugar para dormir, esta vez también podemos hacerlo -se metió Ángel. Ante su reacción, lo miré y puse mala cara dándole a entender que estaba enfada con él.
- Esas veces hemos tenido tiempo, hoy no lo tenemos... -defendió Jhon.
- Ya está todo dicho. Hemos votado y nos quedaremos aquí -dije decidida.
- ¡Deja de hacer la líder de una puta vez! -gritó Julia acercándose a mí. Yo le devolví el gesto y me acerqué a ella.
- ¿Líder? Vete a la mierda, Julia.
- No he de irme a la mierda, la tengo delante de mí -contestó refiriéndose a mí.
Apreté fuerte el puño, aguantando mis ganas de estampárselo en la boca. Mordí mis labios para no dejar a las palabras salir de mi interior. Mientras su frente y mi frente estaban totalmente pegadas, sus ojos penetraban en los míos.
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Apocalipsis final
Horror¿Adolescentes, zombis y comedia? Este es tu libro. Patri es una chica de 16 años a la que su mayor sueño se le convierte en su mayor pesadilla. Obra registrada en Safe Creative. Cógido: 1502043180002 Licencia: All rights reserved