Capítulo 64: Shock

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¿Qué pasa? ¿Qué pasa cuando quieres intentar esconder un secreto a voces? Y lo peor... ¿qué pasa cuando quieres esconderte a ti misma ese ''secreto''? Intentas evadir el tema porque sabes que te equivocas en algo, o quizás solo sean tontas ilusiones. Y... ¿qué pasa cuando rompes esas ilusiones?

- ¡¡Qué haces, joder!! -preguntaba Julia mientras yo me movía de un lado para el otro.

- Tenemos que irnos, ¡ya! -agarré su brazo y tiré de ella.

- Patri -se paró en seco. - No podemos irnos. ¿Y Jhon, Ángel, Tati...?

- No están, ¿vale? Ya no están -los zombis empezaban a oírse cercanos.

- Ellos tiraron hacia la autovía, tienen que estar de camino -insistía Julia.

No teníamos coche, ni a nuestro grupo, y apenas nos quedaban 3 balas... Yo en ese momento no sabía cómo reaccionar, solo quería protegerla y protegerme.

- Tenemos que meternos en alguna casa -dije mientras seguíamos andando entre las calles.

- No, Patri, no... ¡No podemos! Imagínate que los zombis se quedan en el pueblo y nos quedamos atrapadas...

- ¡Mierda, joder! -dije dándome la vuelta hacia ella.

- ¡JODER! -Julia se paró bruscamente.

- ¡Hijas de putaaaaa! -gritó el hombre del que habíamos escapado.

Empecé a sudar, las gotas correteaban en mi frente deslizándose hasta llegar a mi cuello. El hombre nos miraba con la boca entre abierta y dando fuertes suspiros.

- ¿Dónde están? -preguntó mientras apretaba su puño. Ninguna de nosotras contestamos. - ¡Que dónde coño están, perras de mierda! -sacó su cuchillo, con una empuñadura en marrón y la hoja cubierta de sangre reseca, y lo apoyó sobre el pecho de Julia.

- A-a-arriba... Subiendo la carretera del centro del pueblo -dije. Julia me miró extrañada y asintió con la cabeza.

- Tirad, ¡delante de mí! -ordenó.

Andábamos cuidadosamente mientras él me agarraba fuertemente del cuello y presionaba su cuchillo contra la espalda de Julia.

Llegamos a la carretera central y detuvo la marcha.

- Callaos... -dijo susurrando. 

Se dio cuenta de que no estábamos solos. Ya podían notarse las siluetas de los jodidos ''chupasangre'' como ellos le decían en el fondo de la amplia carretera.

- ¡Me habéis mentido, jodidas perras! -rápidamente me di la vuelta. Avalanzó el cuchillo contra el cuello de Julia y la pegó a él. - Tira hacia ellos -me ordenó mirando a la horda.

Empecé a caminar lentamente. Sabía que si ponía resistencia le haría daño a Julia.

- ¡NOOOOOOOO! -gritó Julia forcejeando con él.

Los tenía cerca. Estaba jodidamente cagada de miedo. Y entonces me volví a dar cuenta... ¿por qué no corrían? ¿por qué cada vez iban más lentos? Apenas podían moverse. Parecían ''cansados''... es como si el no comer les matase lentamente, o quizás es el tiempo lo que les mate lentamente...

Saqué mi revólver. Una fila de zombis empezó a acercarse más ferozmente hacia mí. De fondo escuchaba como el hombre replicaba y Julia gritaba.

- A la mierda... -susurré.

Me giré lo más rápido que pude. Estaba a unos 10 metros de la cabeza de ese jodido muerto de hambre y a otros 10 metros de los zombis más cercanos. Era como estar entre espada y pared.

Apocalipsis finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora