Observo las dieciocho fotos colgadas en orden una al lado de la otra, cada una de ellas muestra los veranos que he pasado en Westford. Van desde que cumplí mi primer año, hasta una foto mía junto a Cameron hace apenas unos escasos días. Me sorprende lo mucho que he cambiado, tenía una sonrisa traviesa y juguetona, con la mano metida en el pastel en la foto de mi cumpleaños número uno. En la de mi cumpleaños número siete tengo una mirada tímida, tras unas gafas enormes, en la de mi cumpleaños número doce solo sonrío al lado de Patrick. Es tan raro ver cómo cambian las cosas, me siento tan lejano a ese chico de doce años.
—Feliz cumpleaños escritor.
Unos brazos me rodean por la espalda, envolviéndome de cariño. Sí, al fin llegó mi cumpleaños número dieciocho, lo que quiere decir que es el último día del verano. Me giro lentamente y beso a Cameron en los labios con un poco de timidez, aún no me acostumbro a demostrar nuestro amor libremente ante todos.
—Gracias —digo mientras me separo un poco, para quitar las manos de su pecho y pasarla por sobre sus hombros.
—¿Seguro que todo está bien?
Sé porqué pregunta eso, quiere saber si estoy bien con el hecho de que es el primer cumpleaños que paso sin Patrick y mis padres. Debo admitir que siento un poco de tristeza, pero todos los que me quieren en Westford hicieron esta fiesta solo para mí y me siento muy agradecido por eso. Me hacen sentir feliz.
—Sí —digo rodando los ojos—. No seas paranoico, me siento bien y estoy feliz de verdad.
Él asiente, no muy convencido. Lo abrazó con fuerza y vuelvo a besar sus labios. Una sonrisa juguetona se dibuja en sus labios. Mira a nuestro alrededor como percatándose que nadie esté lo suficientemente cerca para escuchar y luego dice:
—Tengo una sorpresa para ti, pero tendrás que esperar hasta la noche.
El tono pícaro que utiliza me hace sonrojarme, eso parece divertir a Cameron porque no deja de sonreír como si se burlara de mí. Quiero fingir que estoy enfadado con él, pero antes de que pueda decir algo, él me interrumpe.
>>Acompáñame —me arrastra por la sala entre los invitados quienes me desean un feliz cumpleaños, a penas puedo responder porque Cameron no se detiene.
—¿A dónde vamos? —pregunto cuando salimos de la casa y nos quedamos en el patio de en frente.
—Cierra los ojos y verás.
Primero me niego, y hago mi pose diva cruzando mis brazos, pero luego Cameron asegura que si no cierro los ojos no habrá sorpresa y por supuesto que la curiosidad me gana y me tapo los ojos. Escucho a Cameron alejarse, tarda alrededor de medio minuto sin volver, por un momento creo que me ha jugado una broma, pero luego escucho unos pasos acercarse de nuevo. Quiero abrir los ojos, sin embargo me contengo hasta que Cameron habla.
—Listo —me toca el brazo—. Puedes abrirlos.
Retiro mi mano de mis ojos y me encuentro con un rostro muy familiar. La sonrisa crece en mi rostro cuando veo a la chica de cabello castaño, ojos marrones y sonrisa radiante frente a mí. Tenía tanto tiempo sin verla que mi corazón salta de alegría al encontrarme de nuevo con mi mejor amiga.
—¡Lena! —grito con emoción mientras ella suelta su bolso en el suelo y salta a mis brazos— ¿Qué haces aquí?
—Vine a celebrar tu cumpleaños baby —dice cuando rompemos nuestro abrazos y estira su mano para que choquemos los cinco, lo hacemos y luego nos abrazamos de nuevo—. Te extrañe tanto Nathan. Tenemos tantas cosas de que hablar.
—Yo también te extrañé mucho Lena, pero ¿Cómo supiste dónde queda Westford?
—No fue tan difícil —le resta importancia haciendo un gesto con sus manos—. Además Cameron y Patrick me contactaron y me ayudaron a venir.

ESTÁS LEYENDO
Entrégate
RomansaNathan es un chico homosexual de 17 años que nunca ha besado a nadie, nunca ha tenido novio ni algo parecido. No cree conseguir el amor, hasta que le toca pasar el verano con sus tias en Westford y sin darse cuenta el destino lo mezcla nada más y na...