—¿Por qué decidiste escribir novelas en Wattpad? —preguntó Cameron mientras se sentaba a mi lado en la camilla del hospital.
No le respondí de inmediato, me dediqué a observarlo, a detallar las pecas sobre su rostro y a disfrutar de su compañía. Sabía que esa era su forma de cambiar de tema para evitar que me alterara, para recordarme las cosas buenas que nos suceden entre tanta dificultad.
Era mi tercer y último día en el hospital, una piedra del tamaño de la palma de mi mano me había golpeado mientras salía de la librería. Todos supieron quien fue, había testigos, pero ninguno fue tan valiente para decir la verdad, a excepción de Robert. Mi amigo de cabellos oscuros había visto a Jossie arrojar la piedra en mi dirección y lo aclaro a los policías que habían ido a visitarme al hospital el día de ayer. Sí, tan grave está la situación, la homofobia de Jossie y su odio desmedido fue su propia condena pues tendría que enfrentar los cargos por agresión que mi familia había denunciado al enterarse de mi situación.
—No lo sé —respondí pensando en el momento en el que todo inició—. Bueno creo que sí lo sé. Cuando era pequeño pasaba horas imaginando el lugar perfecto para vivir junto a Patrick, siempre teníamos ideas diferentes de ese mundo ideal, pero era nuestro escape de la realidad. Todo cambió cuando crecimos. Patrick comenzó a cuestionar mis ideas más de lo usual y lo que era un tierno juego de niños, se convirtió en una de las más terribles guerras entre hermanos que podía existir.
>>Un día le dije a Patrick que quería olvidarlo todo, que quería dejar atrás nuestro juego. Él se molestó, pero luego le expliqué que yo no quería perderlo por un juego de niños. Hicimos una graciosa ceremonia de despedida con disfraces hechos de sábanas y sombreros raros y decidimos dejarlo todo, vivir la realidad. A Patrick se le hizo más fácil olvidar, pero para mí había algo que faltaba, y como sería raro jugar solo y con quince años decidí crear mis propios universos paralelos en los libros.
Nunca había dicho aquello en voz alta, ni siquiera lo había organizado en mis pensamientos, antes. Me parecía que sonaba ridículo y que sería objetivo de burlas si lo contaba, pero después de todo lo que ha pasado, ya no me importan las burlas como antes, ya me siento mucho mejor al hablar de mí.
—Es una historia... —Cameron hace una pausa como buscando las palabras adecuadas— muy hermosa.
—¿En serio lo crees? —pregunté y Cameron asintió.
—Solo falta tu declaración Nathan.
Su voz fue pausada como si midiera con cuidado sus palabras y como si estuviera esperando alguna mala reacción de mi parte, sin embargo, yo no quería hacerlo, no quería echarle más leña al fuego, o quizás tenía miedo de que ésto no acabara. Seguramente pensaba que nada de esto tendría fin si yo decidía actuar, pero en el fondo sabía que no podía quedarme de brazos cruzados, no solo por mí, sino por todos los discriminados del mundo, pues denunciar sería una gota de esperanza para las sociedades marchitas.
—Quiero hacerlo —dije sientiendo el peso de mis palabras sobre mis hombros—, pero no sé si es lo correcto ¿Que pasa si eso empeora todo?
Cameron me mira y asiente, mira mi mano sobre mi regazo y la toma para besar mis nudillos. Es un gesto tan tierno y tan íntimo que logra que mis mejillas se pongan rojas de inmediato.
—Si todo empeora estaremos juntos —dice acariciando mis mejillas con su mano libre, mientas que con la otra entrelaza sus dedos con los míos—. Sentí mucho miedo al enterarme que esto te había ocurrido, por un momento pensé lo peor. No puedo permitir que te sigan haciendo daño, pero para protegerte, debes ser valiente y tomar decisiones, puede que todo mejore o empeore, todo depende de ti.
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Entrégate
RomanceNathan es un chico homosexual de 17 años que nunca ha besado a nadie, nunca ha tenido novio ni algo parecido. No cree conseguir el amor, hasta que le toca pasar el verano con sus tias en Westford y sin darse cuenta el destino lo mezcla nada más y na...