Pasé los siguientes días intentando ser lo más positivo que mis ánimos me permitían. Me quedaba dormido muy tarde, hablando con Cameron sobre cosas que le sucedían durante el día. Me levantaba a mediodía y me quedaba en la cama por una hora más reflexionando sobre la vida. Mi rara situación de vida me había inspirado a terminar mi historia de Wattpad, la cual no tiene muchos lectores, pero los poco que tiene disfrutan de estar a punto de llegar al final. Ellen, Louisa y April me invitan a salir con ellas y yo lo intentaba, pero no podía evitar que la presencia de personas como Jossie o los chicos que me arrojaron al río me pusiera de mal humor, por lo que terminaba volviendo a casa.
Ahora me encontraba caminando por la orilla del río, hoy no hay muchas personas por el lugar así que no tengo porqué preocuparme. Miro el agua correr al contrario de mis pasos y casi quiero sonreír, me encanta el sonido que hace el agua al correr, es como una especie de música relajante y agradable. No puedo evitar pensar que estará haciendo Patrick ahora, todo los días charlamos por teléfono, pero aún así no puedo evitar extrañarlo mucho.
Siento un chapoteo y me giro a ver qué, o más bien quién, lo causa. Sonrío al ver a Ellen intentando correr lo más fuerte que puede hacia mí.
-Tenías una llamada de Lena -inhala y exhala agitada cuando llega a mi lado-. Pero calculando el tiempo que he tardado buscándote seguramente ya colgó.
-En ese caso la llamaré más tarde -le sonrío mirando el paisaje.
Sigo caminando. Ellen me sigue de cerca, no he hablado mucho con ella sobre lo que ocurrió con mis padres, sobre Jossie o sobre los chicos crueles que me echaron al río. Sé que ella quiere preguntarme sobre todo eso, sin embargo ella no lo había hecho porque me estaba dando tiempo, así es ella; siempre esperando el momento indicado para escuchar. Yo creo que ya llegó la hora de hablar, así que tanteo el terreno iniciando con otro tema.
-¿Cómo van las cosas con Billy? -curioseo. Últimamente ella ha estado muy feliz y creo que tiene que ver con él.
-Todo con él va perfecto -sonríe y observo ese brillo en sus ojos-. Ahora estamos trabajando juntos en una tienda del centro, durante medio tiempo.
-Interesante, pero -detengo mis pasos para mirarla a los ojos-. Me refería a cómo van las cosas como pareja.
Ella me mira, el brillo sigue en sus ojos, pero la sonrisa ha desaparecido. No hace falta ser adivino para darse cuenta que hay una razón por la cual ellos no están del todo juntos. Sé que parecerá que soy chismoso, pero quiero saber qué pasa, porque ella es como mi hermana y si algo me preocupa es su felicidad. Ellen es la mayor de todos nosotros y siempre ha estado ahí para apoyarnos ahora mi deber es estar ahí para ella también.
-No lo sé -suspira mirando al frente-. Parece que todo va bien, pero no es cierto.
-¿Por qué? -cuestiono mientras me siento en una piedra. Ella imita mi acción.
-Porque el verano no es eterno Nathan -me responde y no puedo evitar ponerme alerta ante el tono triste de su voz-. Billy ser irá a Italia a estudiar algo referente a efectos especiales, no lo sé, no hemos hablado mucho de eso. Hemos aclarado que nos gustamos y que queremos ser más que amigos, pero la realidad es que pasé lo que pasé debe terminar antes del verano.
Entiendo la razón por la que está triste, yo también tengo que reflexionar acerca de una situación parecida, pero Italia suena como una grandiosa oportunidad para Billy y aunque Ellen quisiera no es tan egoísta como para pedirle que se quede por ella. Eso no sería justo para él.
-Parece que la separación es inevitable -coloco mi mano sobre su hombro-, pero mientras el verano aún exista, pueden disfrutar al máximo su relación. Además Italia no está tan lejos y seguro se mantendrán en contacto.
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Entrégate
RomanceNathan es un chico homosexual de 17 años que nunca ha besado a nadie, nunca ha tenido novio ni algo parecido. No cree conseguir el amor, hasta que le toca pasar el verano con sus tias en Westford y sin darse cuenta el destino lo mezcla nada más y na...