Capítulo 2

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NATALIA

Joder, cómo se lo han montado Pablo y María, este lugar es increíble. Y lo mejor es que en unos minutos habrá música en directo. Bueno no, esta noche lo mejor es el alcohol. Pienso beber lo suficiente como para no acordarme de Mikel en toda la noche.

- Nataliaaaaaaaaaaaa. – Al verme sentada a lado de la barra, María viene corriendo y se me echa encima dándome un abrazo. – ¡Tía, que ilusión que hayas venido, te va a encantar! Enserio, hay gente muy buena.

- Me he visto obligada a venir para que no se me olvide tu cara, que parece mentira que vivamos juntas.

- Tienes toda la razón, pero te lo voy a compensar. ¡Julia! Un puerto de indias con sprite por aquí. – le dice a la camarera.

- Como sabes comprarme cabrona.

Las dos reímos. Mientras Julia me pone el cubata, se apaga las luces y Pablo aparece en el escenario para presentar el concurso. Pasan un par de grupos. La verdad es que no están nada mal, pero no me dicen nada en especial. Mientras los grupos tocan llegan Miki, África y Carlos, uniéndose a nosotros. Y los chupitos empiezan a rodar por mis manos. Sí, es lo que necesitaba. Estoy distraída riéndome con Miki cuando oigo una voz preciosa que me sorprende. Está cantando Creep de Radiohead. No puedo evitar mirar al escenario y lo que veo me gusta más aún. Una chica rubia, preciosa, con una presencia increíble en el escenario. Madre mía que rollazo tiene esta chica. Me engancha al instante, como si tuviera un magnetismo que no me permite apartar la vista hasta que acaba la canción y la gente empieza a aplaudir a mí alrededor. Yo sigo en shock.

- Elíjela a ella. – digo dirigiéndome a María.

- Obviamente que la voy a elegir a ella, pero cierra las piernas que me vas a inundar el bar. – si no es bruta revienta.

El concurso ha terminado y como era de esperar lo ha ganado ella. Mejor dicho, ella y el chico que la acompaña con la guitarra. Joan creo que se llama. Ella es Alba, Alba Reche. Lo supe cuando Pablo pronunció sus nombres para anunciar que habían ganado. Joder, Alba Reche. Hasta su nombre es increíble.

Alba y Joan se han unido a nosotros y llevo toda la noche pensando en acercarme y felicitarla, pero hay algo que me frena. Es tan perfecta, que me impone muchísimo. Todo el mundo la ha felicitado ya, debe pensar que soy una borde. Opto por beber un par de cubatas más, que siempre ayuda.

- Felicidades, guapa. – digo sonriendo mientras me acerco a ella, manteniendo el equilibrio como puedo. Me mira. Y qué ojos tiene. Madre mía, es que es aún más guapa de cerca.

- ¡Muchas gracias! – su sonrisa es maravillosa.

- Me encanta lo que haces. Tienes una voz super especial. Enserio, me has dejado impresionada. Es como si tuvieras un imán o algo así– el alcohol me hace hablar muy rápido y con poca claridad.

Le da vergüenza. Se le nota en la cara, se enrojece y baja la mirada. Me da miedo parecer una loca borracha e incomodarla, pero no he podido evitar decirle lo que he sentido al verla en el escenario.

- Jo, muchas gracias de verdad. – responde mirándome tímidamente – espera aquí.

Y se marcha dejándome desconcertada. Vuelve al de un par de minutos con un disco en la mano

- Toma, es para ti.

- ¿Enserio? ¿Me lo das?

- Claro. No todos los días me dicen cosas así. Y no sé, si te ha gustado la actuación puede que también te guste lo que hay ahí dentro.

- Estoy segura de que sí. – digo mirando la caratula de atrás, donde están los títulos de las canciones. Las leo con dificultad -¿Son todo covers no? ¿No compones?

- Bueno... he compuesto alguna canción con Joan. Pero yo no toco ningún instrumento, asique es complicado.

La miro a los ojos - Me encantaría componer algo para ti. – Joder Natalia, te estás comportando como una obsesa. La acabas de conocer y mira lo que le estas diciendo. Contrólate y deja de beber.

Sonríe y me mira con curiosidad. -¿Compones?

- Si, y también canto.

- Que guay, quiero oírte. Pero cuando estés en condiciones de cantar claro.

Me quedo pillada, obviamente sabe que estoy pedo. Qué vergüenza. Solo la miro sin decir nada. Y de repente se empieza a reír. Se está riendo de mí.

- ¿De qué te ríes? – pregunto.

- De que no puedes mantenerte en pie – dice mirándome con cara divertida.

-El viernes que viene igual puedes venir a hacerte un monologo en vez de cantar, que eres muy graciosa tú. – respondo con tono burlón.

Y seguimos así gran parte de la noche. Nos reímos, bebemos y hablamos de música y de arte. Resulta que estudia bellas artes. Le pega tanto...

Nuestra canción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora