Capítulo 21

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Natalia

Es la una de la mañana y aún no he conseguido leer el contrato de Alba. Cuando llegó mi hermana, le conté lo que había pasado y para mi sorpresa decidió meterse en el cuarto de María, que es donde duerme, para dejarme sola y así poder leerlo con tranquilidad. Sin embargo, 5 horas y un paquete de tabaco después, mis nervios no me lo han permitido. Con mis manos temblorosas cojo los papeles de encima de la mesa del salón y me dispongo a leer el contrato legal que me permitiría ir de gira con todo el equipo. No hay nada que se salga de lo que ya se advertía en las condiciones del casting. Lo único que no especificaban es la cifra a cobrar por concierto y la verdad es que me agrada bastante, es más de lo que esperaba. Al pasar la última hoja del contrato impreso me encuentro con una hoja escrita con la inconfundible y preciosa letra de Alba. Suspiro y cierro los ojos durante unos segundos. Al abrirlos empiezo a leer.

Hola Natalia,

Antes que nada quiero decirte que esto no es un contrato convencional. No tiene un listado de cláusulas y condiciones, ni derechos y obligaciones. De hecho no tiene absolutamente ningún valor legal. Sin embargo, para mí tiene más valor que cualquier contrato que haya firmado hasta la fecha, y tu bien sabes que he firmado alguno muy importante. Con esto quiero decirte que necesito que te tomes esto enserio.

Quiero que vengas conmigo de gira. Se me ha hecho difícil, pero me he hecho a la idea y no me parecería justo que no fuera así. Has pasado el casting, eres con diferencia la mejor de todos los que se han presentado. Desde el principio sabes que para mí eres una de las personas más talentosas que he conocido en mi vida. Sabes que siempre te he apoyado para que siguieras formándote en la música y para que vencieras tus miedos y consiguieras enseñarle al mundo todo lo que tienes para ofrecer. Siempre me he sentido en deuda contigo en este aspecto. Estuve a punto de llevarme el mérito de una canción que sobre todo era tuya, por mucho que insistas en que es perfecta para mí. No sería capaz de escribir mis canciones sin los consejos que me diste cuando componíamos nuestra canción, ni sería capaz de tocar (lo poco que se) la guitarra y el piano sin que me hubieras contagiado de tu ilusión. En muchas ocasiones he pensado que realmente eres tú quien debería estar llenando conciertos por ahí, porque si pienso en música lo primero que me viene a la mente de Natalia Lacunza. Ahora tienes la oportunidad de hacerlo. No quiero que tengas miedo porque te aseguro que el público se va a enamorar de ti en cuanto te vea, y va a seguir enamorándose en cuanto entones la primera nota. No seré yo quien evite que el mundo de la música pierda la oportunidad de conocerte.

Pero también necesito entiendas que lo que he explicado es la única razón por la que quiero que vengas. Si te apuntaste al casting para verme e intentar recuperar lo que teníamos, no firmes este contrato. No puedo permitirme volver a complicarme la vida contigo. Y no te odio Nat, nunca lo he hecho, pero ahora ni siquiera te guardo rencor. Eres una persona especial y siempre voy a desearte lo mejor, pero me resultaría imposible volver a confiar en ti en ese sentido. Por eso te pido que no lo intentes, que no me busques. El trato que tendremos será estrictamente profesional y amistoso. Si firmas este contrato te comprometes a no ponérmelo difícil.

Firma:

Me quedo inmóvil con la carta en la mano y la releo una y otra vez como si pudiera sacar algo diferente de ella. Pero no, Alba me ha dejado las cosas muy claras y yo no sé si voy a ser capaz de cumplirlo. Suspiro y abro el segundo paquete de tabaco de la noche. Saco un cigarro y lo enciendo, soltando lentamente el humo de la primera calada. Miro a través del balcón abierto de par en par, que deja entrar un aire algo frío que agradezco. Fuera de mi voluntad, siento el cosquilleo que produce una lágrima cayendo lentamente hasta mi boca. Saboreo la sal de mi tristeza y cuando la siguiente lágrima amenaza con salir, oigo que la puerta de la habitación de María de abre. Seco mi cara pero mis ojos enrojecidos y mi expresión me delatan.

Nuestra canción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora