Capítulo 3

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ALBA

Despierto con el ruido de la persiana subiéndose y la luz que entra me ciega. Me duele la cabeza. Maldigo a todo aquél que me invito a copas anoche.

-¡Buenos días ganadora! – grita Marta sentándose en mi cama. Marilia entra detrás y también se sienta. Son mis dos locas y encantadoras compañeras de pido.

- Marta por favor, va a estallarme la cabeza.

- Normal, anoche parecía que no tenías fondo amiga. – contesta.

- ¿Algo que contarnos? – dice Marilia mientras sube y baja las cejas repetidas veces.

- ¿De qué?

- De la morena con la que estuviste toda la noche tonteando, por ejemplo. – me contesta Marta.

Frunzo el ceño y me incorporo, apoyando mi espalda en la pared mientras las miro. – No tonteábamos.

- Alba por favor... - suelta Marilia como si yo acabara de decir una barbaridad.

- Ay, pero que os pasa a vosotras dos. Tenéis más ganas de que folle que yo misma.

- Pues igual es lo que necesitas para sacarte a Marcos de la cabeza.

Marta siempre así de directa. Aunque sé que las dos piensan lo mismo. A lo mejor no me vendría mal ocupar mi mente con alguien que no fuera él. Hace ya más de un año que lo dejamos y desde entonces no he vuelto a relacionarme con nadie de esa forma. No porque no se me haya presentado la oportunidad. Pero al venirme a vivir a Madrid él me fue infiel con una de mis mejores amigas en Elche y eso me dejó sin ganas de nada. Marta y Marilia se preocuparon mucho por mí durante las primeras semanas, pero la verdad es que ya me estoy volviendo inmune a que me hagan daño. Marcos no fue el primero y no estoy dispuesta a que la historia se repita.

El día avanza sin mucha novedad. Me limito a descansar en mi habitación mientras repaso algunas letras que tocaremos la semana que viene. Marilia ha intentado convencerme para salir hoy, pero la resaca que tengo no me lo permite. Además mañana tengo que acabar mi cuadro si no quiero suspender. Veo que la pantalla de mi móvil se ilumina. Tengo un audio de un número desconocido. Le doy al play y me sorprende lo que oigo. Soy yo cantando. Es una de las canciones del disco de covers que grabé con Joan. Mientras lo escucho me llega un mensaje escrito.

- No puedo parar de escuchar todas, pero esta te queda especialmente bien rubia.

Es Natalia. Me viene un flashback de anoche. Le escribí mi número en el brazo con un rotulador permanente y ella me dijo que quería tatuarse algo con mi letra. Bloqueo el móvil sonriendo como una imbécil y me lo llevo al pecho. ¿Qué le contesto yo a esta mujer? Y lo peor, ¿Por qué coño me pongo tan nerviosa?

- Me alegro mucho de que te guste, es una de mis favoritas.

- Me encanta. – contesta seguido de un emoticono sonriente.

- No recordaba haberte dado mi número.

- Ya, yo tampoco hasta que lo vi escrito en mi brazo. Además no consigo borrarlo.

Me rio. Me divierte la idea de que pueda ir por ahí días con mi número de teléfono en el brazo.

- Jajajajaj así no te olvidas de que tienes una canción que componerme. – anoche me cantó un par de canciones suyas cuando la acompañé a fumar fuera del bar, y quedamos en que iba a hacer una para mí.

Nuestra canción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora