Capítulo 19

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Alba

2 años después

El ruido de los aplausos y gritos del público va bajando de volumen según avanzo por el pasillo que lleva del escenario al camerino. Por el camino me asaltan varias personas que me alagan con felicitaciones, sonrisas y abrazos. Yo agradezco y correspondo a las muestras de afecto, pero como cada vez que acabo un concierto, siento que estoy en una nube y proceso la mitad de la información que llega a mi cerebro. El estado de shock no termina hasta que llego al camerino y me quedo sola y en completo silencio, con un pitido en los oídos y el corazón recuperándose del ritmo frenético que ha alcanzado durante estas dos horas de concierto. Me siento en la silla de delante del espejo del tocador y observo mi reflejo. Suspiro.

- Soy feliz.

Me lo repito una y otra vez a mi misma en voz baja. Tengo todo lo que siempre he soñado. Me dedico a lo que me gusta, tengo un disco con el que me siento identificada en el 100% de los aspectos. He participado en todo: composiciones, producción, diseño, imagen... todo lleva mi esencia. Y ahora mi equipo y yo estamos haciendo una gira en la que llenamos cada sala de conciertos. Sin embargo, cuando todo el subidón termina y me quedo sola en el camerino, siento una soledad y un vacío del que nunca entenderé el motivo. Muchas veces, cuando terminamos los conciertos, vamos a tomar unas copas y la verdad es que me lo paso genial con ellos. Pero esta noche toca irse a dormir pronto, ya que mañana tenemos las audiciones para decidir el telonero de la gira que comenzará dentro de dos meses por Latinoamérica.

Cuando estoy ya en el hotel intento dormir pero el maldito insomnio se vuelve a apoderar de mí. Lo bueno de tenerlo es que me regala una inspiración de la que han salido la mayor parte de mis canciones. Asique cojo el cuaderno e intento plasmar en palabras lo que siento. Al principio escribo cosas sin sentido y muchas de ellas las tacho rápidamente, pero poco a poco y casi sin darme cuenta va tomando forma. Cuando me doy cuenta mi canción vuelve a tener una palabra que se ha repetido en muchas de las anteriores, aunque en la mayoría he decidido omitir: Ella.

Paro de escribir y suspiro. Han pasado más de dos años desde la última vez que la vi y no ha habido un día en el que no se haya colado en mis pensamientos, ni una noche en la que no haya aparecido en mis sueños. He tenido algunos líos, entre ellos Joan, pero siempre han terminado en nada. Lo de Joan fue un gran error por mi parte. Habían pasado un par de meses desde que Natalia me dejó en la mierda y estaba harta de encontrarme así, asique en una noche de fiesta y alcohol mi cerebro pensó que acabar con Joan en la cama podría ayudarme. Obviamente no fue así, sino al contrario. Le pedí mil disculpas por haberle confundido y él las aceptó, es buenísima persona. Respecto a mis relaciones, Natalia puso las expectativas tan altas que me da la sensación de que nadie va a ser jamás capaz de alcanzarlas. Recuerdo el día en el que nos separamos. Al día sigueinte quedé con María para decirle que no iba a tocar más en el Grafit, y ya de paso para preguntar por ella. O más bien al revés. Me contó que Natalia estaba muy triste cuando fueron a buscarla a la casa rural, pero no le había pasado nada malo. Sentí un pleno alivio. También me dijo que dejó a Mikel y no sé porque motivo me alegré. A partir de aquel día decidí que por mucho que me costara, no iba a preguntar por ella nunca más. Pensé que dejar de saber de ella iba a hacer que desapareciera de mi mente, pero aquí estoy dos años después dibujando su nombre en mi cuaderno. Poco a poco noto como el sueño llega y los ojos se me cierran solos.

Al día siguiente me encuentro en la mesa de una especie de casting que hemos montado para escoger al telonero. Bebo un café tras otro intentando compensar el sueño de una noche casi entera en vela, pero mi humor no es el mejor y me da rabia no estar al 100% para escuchar las actuaciones. Pasan varios. Algunos me gustan y otros no. La verdad es que no presto demasiada atención y dejo que mis compañeros tengan el poder de decisión. Estoy concentrada mirando los papeles con los nombre de los aspirantes que ya han cantado mientras mi compañero me explica cuáles son los que de momento tienen más posibilidades. El siguiente aspirante está ya en el escenario y mis compañeros le piden que se presente, pero yo no miro.

Nuestra canción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora