NATALIA
– Pienso follarte hasta que me supliques que pare.
La voz ronca de Alba pronunciando esas palabras crea cosquilleo que recorre mi cuerpo centrándose a partes iguales en mi corazón y en mi entrepierna. Sonrío nerviosa y fuera de mi voluntad, la voz me sale temblorosa.
- Te va a costar que suplique tal cosa.
- No te pongas nerviosa morena – dice ella con total seguridad.
En lugar de obedecer me pongo más nerviosa aún y no soy capaz de responder. El único sonido que emito es el de mi respiración entrecortada, a lo que ella responde con una sonrisa de autosuficiencia. La actitud dominante de mi novia me sorprende a la vez que me pone extremadamente cachonda. Posa su mano en mi cara y acaricia mis labios con su dedo pulgar, alternando su oscura mirada entre mis ojos y mi boca. Poco a poco su mano baja por mi cuello, pasando por mi pecho izquierdo hasta llegar a la parte lateral de mi trasero, a lado del cual descansa mi mano. La coge y la pone encima de mi cabeza. Después coge la otra e imita el gesto con más rapidez esta vez. Todo esto lo hace sin apartar su mirada de mi cara y ejerciendo un poder extraño sobre mí que hace que me resulte imposible apartar la mía. Une mis muñecas encima de mi cabeza, utilizando su mano izquierda como agarre para inmovilizarme, mientras la derecha vuelve a bajar para acariciar mi cuerpo con más detenimiento. Cuando llega a la parte baja de mi camiseta la sube lentamente, acariciando mi piel a su paso y provocando un cosquilleo que dificulta aún más el ritmo de mi respiración y hace que suelte el primer y tímido gemido. Coloca la parte baja de mi camiseta encima de mis pechos, quedando éstos a su entera disposición.
Por fin me da un respiro y aparta su mirada para bajarla y observar mi cuerpo mientras se muerde el labio inferior con deseo. Su mano viaja hasta mi pecho y lo acaricia ocasionando que mis pezones se endurezcan. Sin perder oportunidad agarra uno de ellos y lo pellizca suavemente, no sin antes volver a castigarme con la oscuridad de su mirada sobre mis ojos. Parece que mi gemido la enciende, ya que repite el proceso más veces. Yo solo puedo responder retorciéndome de placer y gimiendo más. Me calla introduciendo su lengua en mi boca, iniciando un beso que controla totalmente ante mi falta de fuerzas por sus caricias. Sin cesarlas recoloca su cuerpo hasta poner una de sus piernas entre las mías y comienza a mover sus caderas con certeza. Ambas estamos cubiertas solo por un tanga, asique siento su roce a la perfección. Mis caderas empiezan a moverse al ritmo que marcan las suyas y con necesidad, me aprieto contra ella. Por sus gemido intuyo que ella también siente el roce. Nuestras bocas están prácticamente pegadas y ocasionalmente se juntan. Alba endurece la fuera de su mano sobre mis muñecas y baja su boca hasta mis tetas, jugando con ellas entre sus labios y pasando su lengua sin piedad. El baile continúa hasta que siento que empiezo a contraerme. Entonces, en mitad de mi orgasmo empieza el suyo y el mío se alarga hasta que terminados a la vez. Sueltas mis muñecas y cae rendida sobre mí, ocultando su cabeza en mi cuello con la respiración tan acelerada como la mía.
- Joder – suelto.
Alba se ríe y deja un pequeño beso en mi cuello. Bajo mis brazos y la cubro con ellos, entonces sale de su escondite y la beso con cariño. Corresponde de la misma manera, pero termina el beso con un suave mordisco en mi labio inferior que me indica que no va a dejarme mucho tiempo para reponerme. Y efectivamente vuelve a ponerse encima de mí, indicándome a su vez que suba los brazos para que pueda deshacerse de mi camiseta.
- Tú no te cansas eh
- Contigo nunca – responde con voz ronca antes de iniciar un beso húmedo.
Sonrío e imito su gesto, quitándole también la camiseta. Y esta vez soy yo quien su muerde el labio muriéndome de ganas por comérmela entera.
- Puf, estás buenísima Alba
Poso mis manos en sus costados y comienzo un viaje que recorre sus curvas, sintiendo en las palmas cada poro de su piel. Cuando llego a su culo me paro y lo aprieto entre mis manos, acercando el cuerpo de la rubia al mío. Estoy decidida a darme la vuelta para quedar encima, pero en cuanto siente mi impulso ejercer fuerza para quedarse ahí y niega con la cabeza. Llevasu boca hasta el lóbulo de mi oreja.
- Aún no – susurra.
Inmediatamente después pasa su lengua y muerde suavemente mi oreja, la cual suelta para empezar a recorrer mi cuello. Mi piel ya está otra vez completamente erizada y mi entrepierna vuelve a tener ganas de más. Baja sus besos húmedos por todo mi cuerpo, deteniéndose en las partes que más se le antojan hasta que su cabeza termina entre mis piernas. Besa la parte interna de mi muslo repetidas veces, creando un camino de saliva hasta mi labio vaginal, el cual lame provocando que mi humedad aumente. Gimo y hace lo mismo con el labio contrario y lo besa.
- Joder – repito.
Y ella vuelve a sonreír mirándome a los ojos. Ver su sonrisa entre mis piernas me excita demasiado. Sin dejar de mirarme sopla mi clítoris provocando que me retuerza. No puedo más. Pongo mi mano en su cabeza y la empujo hasta que su lengua se posa sobre mi entrepierna. Y empieza a hacerme gozar sin el mínimo atisbo de torpeza en las caricias de su lengua. Cuando consigue que me corra sube por mi cuerpo y me besa impregnándome de mi propio sabor. Entonces su mano baja hasta posarse en mi empapada entrepierna.
- Dame un respiro - pido.
- No – dice introduciendo dos dedos dentro de mí y haciendo que me retuerza de nuevo - ya queda menos para que me supliques.
Que sepais que no pensaba escribir el polvo pero me habeis pervertido con vuestros comentarios y me he motivado a hacer un cap extra 😂 A parte de que no llego a escribirlo y me matais.
Espero que os guste!
Por cierto, dentro de poco publicaré el primer capítulo del nuevo fic. 😁
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Nuestra canción.
RomanceAlba y Natalia viven y estudian en Madrid. La música hace que se conozcan y tras descubrir el talento de la otra, deciden componer una canción juntas. Esto hará que se unan, construyendo una bonita relación de amistad y puede que algo más. Lo que e...